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23 de septiembre de 2008

El Lado Oscuro 10ª parte. Epílogo.

No apto para personas con enfermedades cardíacas o emocionales serias.

Acercándonos al final de esta serie.

 

Aunque no lo crean me da lata tener que escribir sobre este tema de tal modo que podría ser momento para ponerle término y ¡ya!, se acabó…

Las consideraciones finales están dadas por el actuar de los personajes y las reflexiones finales en si mismas. El dragón es lo que más se puede mencionar como aquella peste que nos ha tocado vivir en forma interna, aunque haya una minoría que concientemente lo soporte, inconscientemente es la más grande mayoría. Solo una minoría no resiste la presencia del dragón me incluyo en esta minoría.

 

En mi labor de sanación y de enseñanza he podido aplicar en mis pacientes y discípulos un trabajo para su sanación  y para su liberación en relación con el lado oscuro, lo cual ha producido buenos efectos, concretos que redundan en la disminución del lado oscuro, pero no hay un mecanismo determinado para los lectores o para el mundo en relación a poder compartir con todos la misma receta, es simplemente imposible, esto es como las iniciaciones entre el maestro y el discípulo, no participa nadie más. Pero, si  puedo contar algunas cosas, es importante la toma de conciencia, hay cosas que no puedo efectuar, por ejemplo, con mis pacientes a distancia, hay cosas que deben ser personales en razón de la “toma de conciencia”, o sea, no les puedo dar las herramientas pero si los elementos a trabajar y es lo que he estado haciendo en este tiempo en forma indiscriminada con todo aquel que llega a este blog. La toma de conciencia, no el leer o darse por informado, sino que el asumir en conciencia lo que está siendo entregado desde aquí, la posibilidad de experimentar  lo que les comunico en uno mismo, eso es lo que hace que crezca la conciencia. Importante ha sido la “Guía para el conocimiento de uno mismo” de Steiner que acompañó todo este proceso y permitió que fuese más fácil el proceso, -me refiero a la experimentación no a la lectura-.

La imagen que presento aquí está sacada de un libro y es como seguramente se enseña en los lugares correspondientes, esta permite dimensionar el tamaño del inconciente que alguna vez señalé en el L.O. 1ª parte:







Ahora para poder reflejar de manera correcta la situación, lo que hice fue editar la imagen a como corresponde a la realidad que es al revés de cómo se muestra o se nos informa una realidad falsa o distorsionada, en la 1ª imagen el consciente aparece oscuro y el inconsciente blanco, información que queda grabada también de manera inconsciente en forma incorrecta. En esta 2ª imagen el cambio es grande ¿cierto?


Yo saco conclusiones, lo importante, es que todos saquemos conclusiones, porque nos guste o no estamos todos en el mismo bote, de tal manera que o llegamos a puerto o nos hundimos en forma colectiva, yo estoy empeñado en llegar a puerto, alguno querrá esperar y dirá que hace la voluntad de dios; si es la voluntad de Yahveh lo que persigue, entonces debería ponerse las pilas porque lo que he podido saber es que El nos quiere a todos despiertos y, si se trata de esperar acontecimientos por inercia, ya pasó la Atlántida, Lemuria y así… y seguimos pegados aquí, esta es nuestra oportunidad y ojo que esto del L.O. es una parte muy importante porque es la clave a muchas cosas, pero es solo una parte del recorrido, aparte hay mucho más que caminar. Yo se que hay muchos remolones, pero es mucho lo que está en juego, es nuestra existencia, no es solo una encarnación más.

Ahora viendo la imagen 2, es más claro a nuestro intelecto, el saber a que corresponde la oscuridad y les pregunto ¿Quién manda a quien?, ¿quién maneja la voluntad? Se habla de la dualidad, pero hay dualidad mas no equiparidad, la moneda de 2 caras no es tal, porque una moneda implica 50 y 50, aquí vemos que esto es absolutamente irregular, lo cual indica que nosotros somos el resultante de un experimento genético hecho por la oscuridad. Mas de alguno podría escandalizarse por esta aseveración y me diría talvez, si tengo pruebas de esto yo haría la pregunta al revés, ¿porqué no me dan a mi las pruebas de que nosotros somos la creación divina en si misma? Porque es obvio que el que sostenga esto dirá que la oveja Dolly fue creación divina y no una clonación de laboratorio, pero se trata de que hablemos con la verdad, no llevados en brazos de los egos ciegos. Y la resultante es lo que somos una copia mal hecha de la oscuridad con todos los elementos que a ella convenían en términos físicos y no físicos. En Tiahuanaco, Bolivia hay en piedra los rostros de todas las experimentaciones efectuadas en este planeta, en el libro sagrado Popol Vuh, también se refieren a las experimentaciones en la creación hasta dar con el experimento que resultó más o menos bien y de ahí hasta ahora, ha transcurrido mucho tiempo y mucho agua ha cruzado por el río de la vida, y en términos de la conciencia debe haber sido semejante. Y repitamos unas preguntas ¿para qué vino Cristo?, ¿a salvar a quién?, ¿de qué nos habría tenido que salvar si todos somos buenos? y aún más el decía que nos venía a redimir al igual que los profetas afirmaban y esto implica necesariamente “prisión”, dicho de otro modo si no hay prisión no hay redención; -la libertad es de los primeros temas del blog y me remito a el-, la prisión es de nuestra conciencia y nuestra carcelera es nuestra conciencia misma, porque es oscura y llena de personajes que hacen que aquello se mantenga, esa es la gran liberación y con ello nos liberamos de todo.

Volvamos a echar un vistazo al dragón: la Biblia, Apocalipsis capítulo 12 verso 7 “Y estalló guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron con el dragón, y el dragón y sus ángeles combatieron, 8 pero este no prevaleció, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9 De modo que hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás que está extraviando a toda la tierra habitada; fue arrojado abajo a la tierra.”

Verso 13 “Ahora bien, cuando el dragón vio que había sido arrojado abajo a la tierra,”

Verso 15 “Y la serpiente lanzó de su boca agua como un río tras la mujer..”

Verso 16 “…, y la tierra abrió su boca y se tragó el río que el dragón había lanzado de su boca. 17 Y el dragón se airó contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los restantes de la descendencia de ella, los cuales observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar testimonio de Jesús”.

Comentemos el verso 7 en lo más importante del L.O. guerra en el “cielo”, se refiere a aquí mismo a nuestra atmósfera por así decirlo, sino se hubiese empleado el vocablo plural cielos, como se emplea en Génesis 1 verso 1, de tal modo que hay una confrontación aquí mismo de la cual el dragón sale mal parado y como podrán apreciar se usa indistintamente dragón o serpiente porque es lo mismo, son equivalentes en un momento se usa una careta en otro momento otra, pero detrás es lo mismo, la oscuridad, si recuerdan el post anterior se habla de la descendencia de la mujer y de la descendencia de la serpiente, de tal modo que la guerra es en este plano, con seres encarnados, o sea, en carne y hueso y con “los restantes de la descendencia de ella”, en definitiva están diciendo a las claras, que solo una parte de la humanidad es descendencia de la mujer (EVA la madre de todos los vivientes) esto no lo digo yo, lo dice la Biblia, yo solo  interpreto lo obvio, pero que antes no se veía.

El dragón es aquella parte que trata de tomar control del cuerpo físico en casi cada instante, en especial en los momentos de rabia, ahí asume con su fuerza, toma el control de la situación entera y pasan muchas tragedias como asesinatos de hijos, violaciones de niños, matanzas, masacres, apretar botones que liberan bombas que destruyen a miles, etc., etc., para que más si todos lo hemos vivido, todos hemos tenido situaciones que después de un tiempo decimos ¡no se que me pasó!, “¡perdí el control!” esta confesión es exacta perdió el control porque empezó a dominar esa otra parte de la conciencia que es el dragón y así dependiendo de la situación es que va a actuar ya sea  un personaje u otro de la oscuridad o varios en conjunto, todo lo anterior en connivencia con la oscuridad externa, esta es nuestra verdadera historia no apta para personas con problemas al corazón.

Se que hay muchos que son especialmente sensibles y que les duelen estas palabras, pero esta es la cruda realidad, que al menos yo, quiero cambiar y que la experiencia nos dice que recurriendo al truco del avestruz, no sirve para nada, seamos valientes y con coraje enfrentemos nuestra dolorosa y sufriente realidad, para que con el Amor que nos enseñó Jesús y la Luz que estamos recibiendo podamos efectuar las grandes transformaciones; dar testimonio de Jesús es obrar con amor, con misericordia, con clemencia, sin juzgar porque no nos corresponde y con todas las virtudes enseñadas por Jesús, Buda, los profetas y tod@s los anónim@s que hay en el mundo de recto actuar en estos momentos.

Me dio remordimientos de conciencia no haber mencionado un personaje del L.O. también importante, al que descubrí, a través de Tolkien en el señor de los anillos y que corresponde a la criatura Gollum, es bastante parecido a los otros, el que quiera saber más sobre el que lea el Hobbit capítulo 5 completo y referencias en el Señor de los Anillos, ya saben que las cavernas y los túneles son el inconsciente, ya tienen las claves para entender de manera correcta estos libros, por último, por si no lo sabían, el Señor Oscuroo señor de los Anillos, llamado Sauron o Gorthaur el cruel, es nuestro conocido y cercano Lucifur o Lucifer cuyo nombre significa el portador de Luz, porque al principio eso es lo que portaba: para estos planos Luz y que después cayó.

Eso es to, eso es to, eso es todo amig@s.

FIN

P.D. Esta noche por fin podré dormir tranquilo, como la canción..

21 de septiembre de 2008

Primavera, época de florecer


Dentro de la sabiduría de nuestra creación están las estaciones del año, (recuerdo una excelente película que recomiendo completamente “Primavera, verano, otoño, invierno... y otra vez primavera" , película coreana del 2003, que tuvo 10 premios y 7 nominaciones del director Ki-Duk Kim) que tienen un fuerte reflejo en nosotros, ya que nosotros tenemos las mismas estaciones del año en términos personales aunque no lo notemos y no estoy hablando en términos metafóricos y es ese el motivo de tantas enfermedades en épocas invernales por ejemplo. La primavera es una época de alergias, como sabemos los sanadores, las alergias son rabias, se es alérgico a alguien, en este caso es a si mismo, ya que a diferencia de la naturaleza esta se renueva completamente y se viste y embellece y nosotros no, seguimos cargando nuestra cruz personal y sentimos que no nos liberamos nunca, no pasa de ser un día más en el calendario que aparte de alguna fiesta en alguna localidad, no representa nada más. Seguro que los antiguos dominaban bien estos temas, de ahí que permanezcan estas festividades aunque ahora carezcan de sentido. La primavera es un renacimiento para todos y en esta parte del planeta nos toca ahora a nosotros, por lo que en especial les envío un pequeño mensaje de optimismo, hemos hablado tanto de la mente en este y otros blogd, en libros, etc. Es esencial ahora “mentalizarse” para pasarlo bien, prepararse para un verano reprogramándonos, no caigamos en nuestras viejas estructuras mentales caidas, demos un impulso de renovación nosotros mismos debe ser una real fiesta vistámonos para ello, me refiero a vestiduras internas de amor, de gozo, de Luz, Aunque sepan que tenemos karmas que nos lo impidan, es la actitud la que cambia todo, aunque paguemos karma este será más aliviado y producirá efectos en nosotros, en otros y así será una retroalimentación positiva, que a la postre nos redundará en “karma positivo”. Preparándonos al 2012, ese debe ser nuestro lema, porque esta será una de las maneras en que después veremos las cosas, de una manera distinta encarando los problemas desde otro yo, uno renovado, es una oportunidad de preparación al renacimiento, es una oportunidad de rejuvenecer y no de envejecer, eso es lo que hace a la gente “aviejarse” su mente. Piensa positivo con fuerza, rejuvenezco ya cayeron todas las hojas que no servían ahora saco un nuevo rostro.

¡¡¡FELIZ PRIMAVERA!!!

12 de septiembre de 2008

GUIA PARA EL CONOCIMIENTO DE SI MISMO, 8ª Meditación

De esta manera terminamos el ciclo del conocimiento de si mismo, de manera magistral y que ha permitido acompañar el importante tema del lado oscuro, poniéndole Luz y enseñándonos a reconocernos, otro aplauso apoteósico para Rudolf Steiner, quien hace un siglo escribió para este blog, gracias por su generosa y desinteresada colaboración además de altruista aporte al crecimiento de la humanidad.

La ilustración de arriba nos recuerda que las cosas ocurren con trabajo, nos ayudan siempre, pero el que pretenda hacer realidad lo señalado y enseñado por el Maestro Steiner, debe como todo iniciado trabajar.

OCTAVA MEDITACION (FINAL)
En la que le intenta formarse una idea de la forma en que el Hombre contempla sus Repetidas Vidas Pasadas.
No debiéramos realmente hablar de peligros durante la jornada del alma por los mundos suprasensibles, si esta jornada se hace en la forma debida. El método no conduciría a su meta si entre las instrucciones psíquicas dadas hubiera de aquellas que crean peligros para el discípulo. La meta está más bien en hacer el alma fuerte, concentrar sus fuerzas, de manera que el hombre sea capaz de soportar las experiencias de su alma, que necesita pasar cuando quiere ver y comprender otros mundos, además del físico. Además, una diferencia esencial entre el mundo físico y el mundo suprasensible es que la visión, percepción y comprensión están relacionadas unas con otras en una forma completamente distinta en los dos mundos.
Cuando oímos hablar de alguna parte del mundo físico, tenemos cierto derecho a sentir que lograremos arribar a una comprensión completa de él observándolo y percibiéndolo. No creemos haber comprendido un paisaje o un cuadro hasta que lo hemos visto. Pero los mundos suprasensibles pueden ser comprendidos completamente si con mente abierta aceptamos una descripción correcta de ellos. Con objeto de comprender y de experimentar todas las fuerzas necesarias para el fortalecimiento y completamiento de la vida que pertenece a los mundos espirituales, sólo necesitamos las descripciones de aquellos que pueden verlas.
El conocimiento real acerca de esos mundos, directamente, sólo puede lograrse por aquellos que pueden hacer investigaciones fuera del cuerpo físico. Las descripciones de los mundos espirituales sólo pueden darlas los videntes. Pero el conocimiento de estos mundos que sea necesario para la vida del alma puede obtenerse mediante sólo la comprensión. Y es perfectamente posible no ser capaz de contemplar los mundos suprasensibles uno mismo y sin embargo comprenderlos con todas sus peculiaridades, con una comprensión que el alma en ciertas circunstancias tiene perfecto derecho a pedir y que en realidad debe pedir.
Por lo tanto es también posible de que eligiéramos nuestros elementos de meditación de la suma de conceptos que ya hemos adquirido concerniente a los mundos espirituales. Estos medios de meditación son absolutamente los mejores y los que nos conducirán con más seguridad a la meta.
Aunque esta noción pueda parecer muy natural, sin embargo no sería correcto creer que el conocimiento de los mundos superiores obtenido mediante la comprensión antes de llegar a la visión suprasensible, pueda ser un obstáculo para el desarrollo de esa visión. Al contrario, es más fácil y seguro tratar de conseguir la clarividencia con algunos conocimientos preliminares, que sin ellos. Bien sea que nos quedemos con el entendimiento solamente o que tratemos de obtener la clarividencia, esto dependerá de que se despierte o no un intenso deseo íntimo de lograr el conocimiento directo. Si existe tal deseo, no podemos dejar de buscar toda oportunidad de comenzar una jornada personal en los mundos suprasensibles.
El deseo de comprender los mundos superiores se difundirá más y más entre los hombres de nuestros días porque una observación atenta de la evolución humana muestra que desde ahora en adelante, las almas humanas están entrando en un estadio de desenvolvimiento en el que no podrán encontrar su verdadera relación con la vida si les falta esta comprensión de los mundos suprasensibles.
Cuando hemos llegado a un punto, en nuestra jornada psíquica, que llevamos en nosotros como “memoria” lo que llamamos “nosotros” o nuestro yo en la vida física, y nos experimentamos nosotros en otro ego recién nacido, entonces somos capaces de ver nuestra vida extendiéndose más allá de los límites de la vida terrestre.
Ante nuestros ojos espirituales se presenta el hecho de que hemos tomado parte en otra vida, en el mundo espiritual, antes de nuestra existencia actual en el mundo de los sentidos; y en esa vida espiritual es donde se encuentran las causas reales que modelaron nuestra existencia física. Nos familiarizamos con el hecho de que antes de recibir un cuerpo físico y antes de que entráramos en la existencia física, vivíamos una vida puramente espiritual.
Vemos cómo ese ser humano en que nos hemos convertido, con sus facultades e inclinaciones, fue preparado durante una vida que tuvimos en un mundo puramente espiritual, antes del nacimiento. Nos vemos como seres que vivieron espiritualmente antes de su entrada en el mundo de los sentidos, y que ahora están tratando de vivir como seres físicos con aquellas facultades y características psíquicas que quedaron unidas a ellos originalmente y que se desarrollaron después de su nacimiento. Sería un error decir: ¿Cómo es posible que en esa vida espiritual yo haya aspirado a poseer facultades e inclinaciones que ahora que las tengo no me gustan absolutamente?
Nada importa que en el mundo de los sentidos una cosa guste al alma o no. Ese no es el punto. El alma tiene puntos de vista completamente diferentes para sus aspiraciones en el mundo espiritual que los que tiene en el mundo de los sentidos. El carácter de la sabiduría y de la voluntad es completamente diferente en los dos mundos.
En la vida espiritual sabemos que para beneficio de nuestra evolución total necesitamos cierta clase de vida en el mundo físico, la que una vez que la tenemos puede parecer desagradable o deprimente para el alma; ya pesar de ello luchamos por ella, porque en la existencia espiritual no preferimos lo que es simpático o agradable, sino lo que es necesario para el debido desarrollo de nuestro ser individual.
Y lo mismo sucede con respecto a los acontecimientos de la vida. Los contemplamos y vemos como los hemos preparado en el mundo espiritual, tanto lo desagradable y antipático, como lo simpático y agradable, y como hemos sido nosotros mismos los que hemos provocado los impulsos que dieron origen tanto a nuestras experiencias dolorosas como felices en la existencia física. Pero aún así puede parecernos incomprensible, mientras sólo vivamos en el mundo físico, que hayamos sido nosotros mismos los creadores de talo cual situación en la vida.
En el mundo espiritual, sin embargo, hemos tenido lo que pudiéramos llamar visión o percepción suprasensible, que nos hizo decir: “Tendrás que pasar por tal experiencia desagradable o antagónica, porque sólo tal experiencia puede hacerte adelantar un paso más en tu desarrollo total”.
Desde el punto de vista del mundo físico solamente, no es posible nunca decidir cuánto hace adelantar a un ser humano una vida terrestre en su evolución total.
Habiendo realizado la existencia espiritual que precede a la terrestre, vemos las razones por las cuales en nuestra vida espiritual hemos creado cierto destino para la siguiente vida terrestre. Y estas razones nos conducirán más atrás aún, hacia una vida terrestre anterior vivida en el pasado. Del carácter de esa vida terrestre anterior, de las experiencias hechas y las capacidades adquiridas en ella, dependen los deseos en la siguiente vida espiritual de corregir las experiencias defectuosas y desarrollar las capacidades descuidadas entonces, mediante una nueva vida en la tierra.
En el mundo espiritual uno siente una injusticia cometida por uno mismo contra otro ser humano, como una perturbación de la armonía del mundo, y entonces comprendemos la necesidad de encontrarnos nuevamente con ese ser humano en la tierra en nuestra próxima vida terrestre, con objeto de poder ponernos en tal relación con él como para poder reparar el error cometido.
Durante el desarrollo progresivo del alma el límite de su visión se va extendiendo sobre una serie de vidas terrestres anteriores. Y en esta forma llegamos mediante la observación. al conocimiento de la verdadera historia de la vida de nuestro ego superior. Vemos que el hombre va a través de su existencia total en una sucesión de vidas sobre la tierra, y que entre estas repetidas vidas terrestres, pasa a través de estados puramente espirituales de existencia, que están relacionados con sus vidas terrestres de acuerdo con ciertas leyes.
De esta manera, el conocimiento de existencias repetidas en la tierra se eleva a la esfera de la observación. (Con objeto de evitar un error muy frecuente, es necesario llamar la atención al hecho siguiente, de que se trata más ampliamente en otras obras mías. La suma total de la existencia de un hombre no se desarrolla en una repetición ilimitada de vidas. Cierto número de repeticiones tienen lugar, pero tanto antes del principio como después del fin de la serie, se encuentran estados de existencia completamente distintos, y todo esto muestra en su totalidad ser un desarrollo inspirado por una sabiduría sublime).
El conocimiento de las vidas terrestres repetidas, puede ser también alcanzado mediante una observación razonable de la existencia física. En mis libros “Teosofía”, y “An Outline of Occult Science” (Bosquejo de la Ciencia Oculta), así como en otras obras, se ha hecho la tentativa de probar la reencarnación mediante razonamientos característicos de la doctrina moderna de la evolución en la ciencia natural. Se muestra allí cómo el pensamiento lógico y la investigación que realmente sigue el método científico y sus resultados hasta sus últimas consecuencias, se ven absolutamente forzados a aceptar la idea de la evolución que nos presenta la ciencia moderna en el sentido de considerar como ser verdadero a la individualidad psíquica del hombre, como algo que está evolucionando a través de una serie de existencias físicas alternadas con vidas intermedias puramente espirituales. Las pruebas aducidas en esas obras, son naturalmente pasibles de muchas ampliaciones y desarrollo.
Pero no parece injustificada la opinión de que las pruebas en esta materia tienen precisamente el mismo valor científico que lo que en general se llama prueba científica. No hay nada en la ciencia de las cosas espirituales que no pueda ser confirmado por pruebas de esa clase. Pero, por supuesto, tenemos que admitir que la dificultad que encontraremos para hacer admitir pruebas científicas espirituales será mucho mayor que para las pruebas de la ciencia natural.
Esto no es debido a que su lógica sea menos estricta, sino porque frente a esas pruebas deja uno de sentir esos hechos físicos básicos que hacen tan fácil la aceptación de las pruebas de la ciencia natural. Esto nada tiene que hacer con la conclusividad del razonamiento mismo. Y si somos capaces de comparar sin prejuicios las pruebas de la ciencia natural con las dadas análogamente por la ciencia espiritual, quedaremos convencidos de que su poder concluyente es igual. Y de esta manera, la fuerza de tales pruebas puede ser agregada a lo que el investigador de los mundos espirituales tiene que dar como descripción de las sucesivas vidas terrestres que resultan de tal visión.
Una parte puede soportar a la otra en la formación de una convicción de la verdad de la reencarnación humana basada simplemente en la comprensión razonable. Aquí hemos hecho el ensayo de mostrar el camino que lleva más allá de la comprensión mental a la visión suprasensible de esta reencarnación.

9 de septiembre de 2008

LADO OSCURO. (L.O.) PARTE 9ª.











Usemos el presente video de dragones como una posibilidad de relajación previo al tema central. ¿Quién dijo que los dinosaurios no fueron una especie de dragones encarnados?




Pues si, Madame Blavatsky, habla de ellos en forma específica, ella se extendió de otra manera en el tema y habla sobre los dragones y serpientes en varias partes en su más grande obra a mi parecer, cual es la Doctrina Secreta, en su volumen III, páginas 202 a la 218 se refiere a ellos, dicho en 2 palabras, ella habla de las serpientes aladas y de los dragones, así sostiene que el pterodáctilo es un reptil, citando a Cuvier, en definitiva dentro de lo enredada que era para escribir, sostiene bastante bien la existencia en la materia de dragones y serpientes, llevandolos a la época de los dinosurios, ojo, que es la ciencia que los ha llamado dinosaurios, el vocablo saurio proviene del latín saurus que significa lagarto y estos dentro de la Zoología están calificados como reptiles, o sea, reptan, se arrastran por el suelo.



Veamos el libro del génesis (Biblia) cap. 3 verso 14, Y Yahveh dios procedió a decir a la serpiente: "Porque has hecho esta cosa, tú eres la maldita entre todos los animales domésticos y de entre todas las bestias salvajes del campo. Sobre tu vientre irás y polvo es lo que comerás todos los días de tu vida". Esta es una alegoría, en el paraíso o sobre el no hay tierra, no es un "lugar" tridimensional es una alta dimensión de energía, por lo tanto y en relación al mismo texto es obvio que la serpiente no se arrastraba, o sea, volaba, fue a partir de esa maldición que paso a reptar. Verso 15 " Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la de ella." Se dan cuenta ¿cierto? como que de qué, de la descendencia... de la SERPIENTE, esta se iba a reproducir y a poblar el universo, lo mismo que Eva, ven ahora, que empieza a ser más evidente, es natural tener una serpiente como la llamada Kundalini, puesto que si tuvo su descendencia, en alguna parte estará, digo yo.



Ahora haciendo el nexo con el desarrollo de Madame Blavatsky y estos versos bíblicos, en este planeta hubo serpientes y dragones encarnados y la prueba son los fósiles.



Ahora lo que a mi me importa es el desarrollo del tema el L.O., y en ese sentido es indiferente que hayan tenido o no una encarnación material en este o muchos planetas, lo que importa es lo que nosotros llevamos, adentro en nuestra conciencia y ese es el dragón y la serpiente, esa es la imagen que portamos lumínica, si hacemos un recordatorio nuevamente a la escena de Star Wars, El Imperio Contrataca donde Yoda o el Maestro y Luke o el discípulo, están trabajando en la iniciación de este último, en su preparación, Luke se cansa con los ejercicios, lo cual es propio de todo discípulo y de pronto le dice al Maestro "siento frío y muerte", Yoda le contesta "territorio del Lado Oscuro es" si vosotros recordáis Luke está con Yoda en el sistema Dagobah, escondidos de la oscuridad, es un lugar seguro, que ridículo que en medio del halla un territorio, dominio del lado oscuro, la explicación es que Luke producto de los ejercicios se conectó con su inconsciente y eso se ve como una selva, -porque así es el inconsciente- al entrar conforme a las indicaciones del Maestro, se encuentra con una cueva o caverna ya dentro de su inconsciente y esto está más profundo y recuerdan que es lo primero que se ve en escena...: un Dragón y después... una Serpiente y después de eso, el se pone a pelear con su dragón visto como Lord Vader. Interesante el mito ¿cierto?, vaya enseñanza, hecha película.


Al respecto, es interesante lo que escribió Rudolf Steiner en El Evangelio según San Lucas: Se refiere a Cristo "Además, podemos preguntarnos: ¿Por qué esta entidad se ha reunido tan tarde con la evolución de la humanidad sobre la Tierra? ¿Por qué no descendió antes para penetrar en un cuerpo etéreo humano como lo hizo en el bautismo del Jordán? Lo podemos elucidar si llegamos a comprender exactamente el acontecimiento que en el Antiguo Testamento se describe como el "pecado original" y que consiste en que ciertas entidades que habían quedado retrasadas sobre el nivel evolutivo de la antigua Luna, penetraron en el cuerpo astral humano durante el período terrestre de la Lemuria. Entidades luciféricas penetraron enton­ces en el cuerpo astral humano. La Biblia lo relata simbólica­mente en la imagen del pecado original en el Paraíso. Por el he­cho de que estas fuerzas penetraron en su cuerpo astral, el hombre ha quedado más enredado en las vicisitudes terrenales de lo que, de otro modo, hubiera sucedido. Sin este influjo luci­férico, el hombre en cierto modo hubiera realizado su evolución terrenal en esferas más elevadas, no tan atado a la materia terrestre; quiere decir que debido a ello descendió a la Tierra antes del tiempo originariamente previsto. Ahora bien, si más tarde no hubiera acontecido nada más que lo anteriormente expuesto, todo el efecto de las fuerzas luciféricas arraigadas en el cuerpo astral, igualmente se habría extendido sobre el cuerpo etéreo humano. "


De ser así, se nos aclara muchísimo más, como es posible que en nuestro interior hayan entidades oscuras tales como el dragón, la serpiente, el guardián del umbral, espíritu falsificante, y otros más que no es del caso señalar aquí, ni ahora.


Cabe señalar que si bien me he referido al lado oscuro individual, también hay un L.O. colectivo, dentro del inconsciente colectivo, a eso se refiere Pistis Sofía, en las partes citadas, en las que se habla del dragón de la oscuridad externa. Interesante el relato de Tolkien como señalé en el Hobbit, sobre el dragón Smaug, también colectivo y en la forma excepcional de Steiner en uno de sus libros en el que se refiere al dragón colectivo y a la posibilidad de ponerle término. Pero, para ello hace falta un desarrollo de la conciencia.


Para terminar este post, los invito a ver en detalle esta foto que fue la foto del día en la Nasa, pínchenla y vean la parte superior izquierda, si alguien distingue algo especial lo comenta. Gracias.




Continuará.

5 de septiembre de 2008

GUIA PARA EL CONOCIMIENTO DE SI MISMO, 7ª Meditación


Continuamos con el genial Rudolf Steiner:
SEPTIMA MEDITACION
En la que se intenta formarse una Idea del Carácter de la Experiencia en los Mundos Suprasensibles
Las experiencias que indicamos ser necesarias para el alma, si quiere penetrar en los mundos suprasensibles, pueden parecer aterradoras para muchas personas. Estas pueden decir que no sabrían lo que les ocurriría si se aventuraran en esa jornada o cómo se las arreglarían para soportarla. Bajo la influencia de este sentimiento es fácil hacerse la opinión de que es mejor no emprender artificialmente el desarrollo del alma, sometiéndose en cambio tranquilamente a la dirección de la que el alma permanece inconsciente, esperando su efecto en el futuro sobre la vida interna de la humanidad.
Sin embargo, este pensamiento debe ser reprimido por toda persona capaz de convertir en poder viviente dentro de sí el pensamiento de que es natural en el hombre el progreso, y que si no se prestara atención a estas cosas, significaría simplemente paralizar ciertas fuerzas en el alma que están esperando ser desarrolladas, las fuerzas del autodesenvolvimiento están presentes en toda alma humana, y ni una sola de ellas dejará de responder al estímulo de desarrollarlas, si en una forma u otra puede aprender algo acerca de estos poderes y su importancia.
Además, nadie se dejará aterrorizar por la ascensión a los mundos superiores, salvo que de antemano haya adoptado una falsa posición respecto al proceso por el que tiene que pasar. Este proceso ha sido descrito en las precedentes meditaciones. Y si hay que expresarlo en palabras que, naturalmente, han tenido que ser tomadas de la existencia humana ordinaria, sólo puede ser expresado en esa forma. Porque las experiencias en el sendero del conocimiento suprasensible, están relacionadas con el alma humana en tal forma que son exactamente similares a lo que, por ejemplo, un fuerte sentimiento de soledad, una sensación de estar flotando sobre un abismo, o algo parecido, puedan significar para el alma del hombre. El experimentar estos sentimientos y sensaciones produce los poderes necesarios para andar por el sendero del conocimiento.
Son los gérmenes de los frutos del conocimiento suprasensible. Todas estas experiencias, en cierto sentido, llevan algo en ellas que está oculto muy profundamente en ellas mismas. Cuando son experimentadas, este elemento oculto es llevado a un estado de elevada tensión, y entonces algo hace surgir el sentimiento de soledad, que envuelve a este “algo” oculto como un velo y luego penetra y empuja la vida del alma como un nuevo medio de conocimiento.
Sin embargo, debe uno tomar en cuenta que cuando se penetra en el verdadero sendero, algo más se presenta en seguida tras toda esa experiencia.
Cuando la una ha ocurrido, la otra no puede dejar de presentarse. Cuando algo tiene que ser soportado, aparece inmediatamente el poder de soportarlo firmemente, si reflexionamos con calma sobre este poder y también si nos tomamos el tiempo necesario para tomar nota de aquello que quiere manifestarse en el alma. Cuando algo penoso aparece, y cuando al mismo tiempo existe un sentimiento seguro en el alma de que pueden encontrarse fuerzas que harán el sufrimiento llevadero, y con las cuales nos podemos relacionar, nos es posible adoptar una actitud tal hacia esas experiencias (que serían insoportables en el curso de la vida ordinaria) que más bien nos colocan en situación de espectadores de nuestras propias experiencias. Y es así como las personas que en su camino hacia el conocimiento suprasensible pasan por muchas subas y bajas de grandes oleadas de sentimiento, demuestran sin embargo una perfecta ecuanimidad en su vida ordinaria.
Es por supuesto muy posible que las experiencias internas reaccionen sobre el estado de la mente en nuestra vida externa en el mundo físico, de tal manera que por un tiempo no podamos estar en armonía con nosotros mismos y con la vida en la forma en que nos era posible hacerlo antes de que entráramos en el sendero.
Y entonces nos veremos obligados a extraer de lo que ya ha sido obtenido dentro de nosotros mismos, tantas fuerzas como nos hagan falta para encontrar de nuevo nuestro equilibrio. Y si se sigue el sendero del conocimiento debidamente, no hay situación ninguna en la vida en que esto no sea posible.
El mejor sendero hacia el conocimiento será siempre el que conduzca al mundo suprasensible mediante el fortalecimiento y condensación de la vida del alma basado en meditaciones internas, durante las cuales se retengan en la mente ciertos pensamientos o sentimientos. En este caso no se trata de experimentar un pensamiento o una emoción como de costumbre en el mundo físico; sino que el punto es vivir enteramente con y dentro del pensamiento o emoción, concentrando todos los poderes de nuestra alma en él, de manera que llene la conciencia por completo durante el tiempo en que así nos retraemos. Pensamos, por ejemplo, en un pensamiento que ha dado al alma alguna convicción de cualquier clase. Dejemos a un lado todo poder de convicción que pueda tener, y vivamos en él una y otra vez hasta convertirnos en uno con él.
No es necesario que este pensamiento sea de cosas pertenecientes a los mundos superiores, aunque un pensamiento así sería más efectivo. Para esta meditación interna podemos usar un pensamiento tomado de la experiencia ordinaria. Por ejemplo, las emociones que representan resoluciones de amor altruista, y que seamos capaces de encender en nosotros hasta el más elevado grado de calor y de sincera experiencia humana, son muy fructíferas.
También son muy efectivas, especialmente por lo que toca al conocimiento, las representaciones simbólicas, bien sean obtenidas directamente de la vida, o aceptadas por consejo de ciertas personas que puedan ser expertas en la materia, porque conocen la efectividad de los medios empleados. de acuerdo con lo que ellas mismas hayan obtenido de ellos.
Mediante estas meditaciones, que deben convertirse en un hábito, mas aún, en una necesidad de la vida, de la misma manera que respirar es necesario para la vida del cuerpo, concentraremos los poderes del alma, y mediante la concentración los fortaleceremos. Solamente es necesario que durante el tiempo de meditación interior permanezcamos en un estado tal que ni las impresiones exteriores de los sentidos, ni ningún recuerdo de ellas influyan en el alma.
Todos los recuerdos de lo que hayamos experimentado en nuestra vida ordinaria, todo lo que dé placer o dolor al alma, debe permanecer en silencio, de manera que el alma pueda abandonarse exclusivamente a lo que hayamos determinado que la ocupe. La capacidad para adquirir el conocimiento suprasensible sólo se desarrolla legítimamente con lo que hayamos logrado en esta forma, mediante la meditación interna, el contenido y forma de la cual han sido fijados por nuestra propia alma.
El punto importante no es la fuente de donde hayamos derivado el objeto de la meditación; podemos tomar el sujeto de un perito en estas materias, o bien de las obras escritas sobre ciencia espiritual; lo que importa es hacer de su substancia una experiencia íntima de nuestra propia vida y no elegirlo de entre los pensamientos que puedan surgir en nuestra propia alma, o de las cosas que nos sentimos inclinados a considerar como el mejor objeto para la meditación.
Tal objeto tiene poco poder, porque el alma ya está familiarizada con él, y por lo tanto no puede hacer el esfuerzo necesario para unificarse con él. Porque es al hacer este esfuerzo como se encuentran los medios efectivos para adquirir las facultades del conocimiento suprasensible, y no en el hecho de unificarse con la substancia de la meditación en sí.
También podemos llegar a la visión suprasensible en otras formas. Hay personas que pueden llegar a una ferviente meditación e íntima experiencia interna por razón de su propia constitución. Y así pueden liberar poderes para adquirir conocimiento suprasensible en su propia alma. Esos poderes pueden manifestarse súbitamente por sí mismos en almas que no parecen absolutamente predestinadas a esas experiencias. La vida suprasensible del alma puede despertar en las formas más variadas; pero sólo podemos llegar a una experiencia, de la que seamos dueños como lo somos en nuestra vida ordinaria, sin andamos por el sendero del conocimiento aquí descrito. Cualquier otra irrupción del mundo suprasensible en las experiencias del alma significarán que esas experiencias han entrado en ella a la fuerza, y la persona en cuestión o bien se perderá en ellas, o quedará a merced de cualquier engaño concebible por lo que toca a su valor, su verdadero significado y su importancia en el mundo suprasensible real.
Es sumamente importante tener bien en cuenta que en el sendero hacia el conocimiento suprasensible el alma cambia. Puede muy bien suceder que en la vida ordinaria en el mundo físico, uno no tenga la menor inclinación a caer en ilusiones o engaños, pero que al entrar en el mundo suprasensible caiga víctima de esas ilusiones o engaños en la forma más tonta y crédula. Puede también ocurrir que en el mundo físico tengamos un sano juicio y una buena intuición por la verdad y comprender que no debemos pensar solamente de una cosa o acontecimiento para satisfacer nuestro egoísmo, sino juzgarla correctamente; y, sin embargo, a pesar de esto, podemos llegar a no ver en el mundo suprasensible más que lo que satisfaga nuestro egoísmo.
Debemos recordar cómo este egoísmo colorea todo lo que miramos. Estamos observando solamente aquello a que nuestro egoísmo dirige su mirada de acuerdo con sus propias inclinaciones, aunque quizás no nos demos cuenta de que es el egoísmo el que está dirigiendo nuestra mirada espiritual. Y entonces será muy natural que tomemos lo que veamos por la verdad. Sólo podemos protegernos contra esta eventualidad si en el sendero hacia el conocimiento suprasensible, mediante un cuidadoso examen de nosotros mismos y un esfuerzo enérgico, desarrollamos cada vez más nuestra capacidad para discernir verdaderamente cuánto egoísmo se encuentra en nuestra propia alma y en qué sentidos se manifiesta. Sólo entonces podremos emanciparnos por grados de su tiranía si en nuestras meditaciones nos esforzamos sin descanso en poner ante nosotros la posibilidad de que nuestra alma esté, en talo cual respecto, bajo su dominio.
A la ilimitada movilidad del alma en los mundos superiores le corresponde aclarar en qué diferente manera reaccionan ciertas cualidades del alma sobre el mundo espiritual y en qué forma en el mundo físico. Esto se hace evidente cuando dirigimos nuestra atención a las cualidades morales del alma.
En el mundo físico hacemos la distinción entre las leyes de la Naturaleza y las de la moralidad. Cuando deseamos explicar los procesos naturales, no podemos hacer uso de ideas morales. Explicamos una planta ponzoñosa de acuerdo con las leyes naturales, pero no la condenamos moralmente por ser ponzoñosa. Comprendemos claramente que, con respecto al reino animal, sólo puede haber, en el mejor caso, algo parecido a moralidad, y que un juicio moral en el estricto sentido de la palabra no haría más que perturbar el asunto.
Sólo en las circunstancias de la vida humana, es cuando el juicio moral acerca del valor de la existencia comienza a ser de importancia. El hombre mismo basa su propio valor en este juicio cuando llega al punto en que puede juzgar imparcialmente. Sin embargo, nadie soñaría en considerar las leyes de la Naturaleza como idénticas o siquiera parecidas con las leyes morales, sin contempla la existencia física correctamente.
Tan pronto como entramos en los mundos superiores, todo esto cambia. Cuantos más espirituales son los mundos en que entramos, tanto más coinciden lo que pudiéramos llamar la ley natural y la ley moral. En el mundo físico, sabemos que sólo hablamos metafóricamente cuando decimos que una mala acción está quemando el alma. Sabemos muy bien que el fuego natural es una cosa completamente diferente. Pero esta distinción no existe en los mundos suprasensibles; porque allí el odio y la envidia son fuerzas que actúan de tal manera, que podemos denominar sus efectos como las “leyes naturales” de ese mundo.
El odio y la envidia producen aquí el efecto de que el ser odiado o envidiado reacciona sobre el que odia o envidia en una forma consumidora o ardiente de manera que se establecen así procesos destructivos que hieren a los seres espirituales. El amor obra en tal forma en los mundos espirituales que su efecto es como una irradiación de calor productivo y elevador.
Esto ya puede ser observado en el cuerpo elemental del hombre. Dentro del mundo de los sentidos, la mano que comete un acto inmoral debe ser explicada en su actividad de acuerdo con las leyes naturales, lo mismo que una mano que sólo sirviera a la moralidad. Pero ciertas partes elementales del hombre permanecen sin desarrollarse cuando no existen los correspondientes sentimientos morales.
Y debemos explicar la formación imperfecta de los órganos elementales por la imperfección de las cualidades morales, en la misma forma como los procesos naturales son explicados por la ley natural. Por otra parte, no debemos jamás deducir la conclusión de que debido a un desarrollo imperfecto de un órgano físico, la parte correspondiente del cuerpo elemental debe también estar imperfectamente desarrollada.
Debemos tener en cuenta que en los diferentes mundos prevalecen diferentes leyes. Una persona puede tener un órgano físico imperfectamente desarrollado, pero al mismo tiempo el órgano elemental correspondiente puede no sólo ser normalmente perfecto, sino mucho más perfecto que imperfecto está el físico.
En una forma muy significativa se presenta la diferencia entre los mundos suprasensible y físico en todo lo que concierne a las ideas de belleza y fealdad. La forma en que estas ideas se emplean en la existencia física pierde todo su significado tan pronto como entramos en los mundos suprasensibles.
Hermoso, por ejemplo, sólo puede ser llamado aquel ser que es capaz de comunicar todas sus experiencias internas a los otros seres de su mundo, de manera que éstos puedan tomar parte en la totalidad de su experiencia. La capacidad de manifestar todo lo que vive dentro de uno mismo, y de no tener que ocultar nada, puede ser llamado “hermoso” en los mundos superiores. Y en estos mundos este concepto de la belleza coincide completamente con la sinceridad sin reservas con la manifestación honrada y franca de todo lo que un ser lleva consigo. Y similarmente, puede llamarse feo al ser que no quiere mostrar externamente su propio contenido interno, y que retiene y oculta su propia experiencia de los otros seres con respecto a ciertas cualidades.
Este ser se retrae de su ambiente espiritual. Este concepto de la fealdad, coincide con el de manifestación falta de sinceridad de uno mismo. Mentir y ser feo son realidades que en los mundos espirituales son idénticas, de manera tal que un ser que parece feo es un ser engañoso.
Lo que en el mundo sensorial conocemos como deseos, también aparecen con un significado completamente diferente en el mundo espiritual. Los deseos que en el mundo físico surgen de la naturaleza interna del alma humana, no existen en el mundo espiritual. Lo que podrían llamarse deseos en ese mundo son causados por lo que se ve externamente. Un ser aquí que sienta no poseer cierta cualidad que debería tener contemplará otro ser que está dotado de esa cualidad. Además, no podrá impedir el tener a este otro ser siempre ante sí.
Así como en el mundo físico el ojo ve todo lo que naturalmente es visible, así también en el mundo suprasensible la falta de una cualidad siempre atrae a un ser a la vecindad de otro, cuyo ser está dotado de la cualidad en cuestión. Y la visión de este otro ser se convierte en un continuo reproche que actúa como una fuerza real alimentando en el ser que tiene ese defecto, el deseo de corregirse. Y esto es completamente diferente de un deseo en el mundo físico, porque en el mundo espiritual el libre albedrío no queda alterado por esas circunstancias. Un ser puede oponerse a eso que la vista de algo podría evocar dentro de sí. Y entonces lograría gradualmente ser separado de su modelo.
La consecuencia, sin embargo, sería que el ser que así se oponga a su modelo, iría a parar a mundos en que las condiciones de la existencia serían peores que las que hubiera tenido en el mundo a que en cierto sentido estaba predestinado.
Todo esto muestra al alma que su mundo de conceptos debe transformarse cuando penetra en los reinos suprasensibles. Las ideas deben cambiar y ampliarse, uniéndose con otras si queremos describir los mundos suprasensibles correctamente. Esta es la razón por la que las descripciones de los mundos suprasensibles dadas en términos del mundo físico, sin ninguna alteración, son siempre insatisfactorias. Podemos comprender que es el resultado de un sentimiento humano normal, si usamos en el mundo físico, más o menos simbólicamente o como de aplicación inmediata, ideas que sólo adquieren su plena significación con respecto a los mundos suprasensibles.
Y así es como podemos sentir realmente como feo el mentir, pero al comparar el carácter de esta idea en el mundo suprasensible, se encontrará que el uso de esas palabras en el mundo físico es sólo una reflexión, resultando esto del hecho de que todos los diferentes mundos están relacionados unos con otros, y estas relaciones las percibimos vaga e inconscientemente en el mundo físico. Sin embargo, debemos tener presente que en el mundo físico una mentira, que sentimos es fea, no es necesariamente fea en su apariencia exterior, y crearíamos sólo confusión si quisiéramos explicar la fealdad en el mundo físico como el resultado de la falsedad. No obstante, en el mundo suprasensible, todo lo falso, visto bajo su verdadera luz, nos hace la impresión de ser de apariencia fea.
Y nuevamente aquí hay que guardarse contra posibles engaños. El alma puede encontrar en el mundo suprasensible un ser que pueda ser caracterizado como maligno, aunque se manifieste en una forma que debiéramos llamar hermosa, de acuerdo con las ideas de belleza que traemos del mundo físico.
Y en tal caso no nos será posible juzgarlo correctamente antes de que hayamos penetrado en el corazón del ser en cuestión. Y entonces descubriremos que la “hermosa” manifestación era sólo una máscara que no armonizaba con la naturaleza del ser, y que eso que creíamos hermoso, de acuerdo con las ideas que traíamos del mundo físico, impresiona nuestra mente con fuerza particular, como feo.
Y tan pronto como esto ocurra el ser maligno ya no podrá engañarnos más con su “belleza”, y tendrá que revelarse en su debida forma, que sólo puede ser una expresión imperfecta de lo que está dentro. Este fenómeno del mundo suprasensible pone en evidencia cómo tienen que ser transformados los conceptos humanos cuando entramos en ese mundo.

1 de septiembre de 2008

LADO OSCURO. (L.O.) PARTE 8ª.



Quiero ahora referirme al otro gran personaje del lado oscuro: la Serpiente enroscada "Kundalini" (palabra sanscrita, otra de las lenguas sagradas).

Es tan famosa, que pueden buscar un montón de información a través internet. Hay una cantidad de cursos, para trabajar con ella, hay Yoga Kundalini, el Mantra Yoga, el Hatha Yoga, el Laya Yoga o el Kriya Yoga, kundalini tal, kundalini esta otra, etc., y por supuesto tiene una aura de santidad a todos ojos, que Madre mía, vaya alguien a decir algo en contra de ella. He copiado unos pequeños extractos del libro que se menciona a continuación, el que obviamente habla favorablemente de ella.
Ja, ja ,ja, soy el único que habla en contra de ella.

"El Fuego de Kundalini, por Daniel Jacob

"RESULTADOS DE ABRIR LA KUNDALINI
- Abrir sus capacidades de Clarividencia y Clariaudiencia
- Sentirse conectados con la unidad del universo
- Su mente se siente expandida en su búsqueda por una conciencia y conocimiento más elevados
- Permite que su ego de un paso al costado y los conecta con una frecuencia de pensamiento y conciencia más elevada.
- Sentimiento de amor incondicional, amor y conexión con el espíritu"

Imagínense que les ofrecen lo anterior, ¿lo aceptarían o lo rechazarían? cualquiera lo aceptaría, yo lo hice al menos en mi trabajo de sanación, cuando estaba empezando en estas cosas espirituales, como enseñanza de sanación. Abajo he copiado otras partes interesantes del libro, apreciad por vosotros mismos.

"He hablado largamente sobre los síntomas del mal-estar basado en lo espiritual en mis artículos referidos al “Síndrome de Aceleración Global”. Ahora los Guías agregan algo de información nueva que tiene que ver específicamente con las condiciones que surgen del rápido ascenso no pronosticado de la Kundalini. (2) Muchos están reportando una debilidad extrema, casi como si les estuviesen drenando la fuerza de vida del cuerpo. Algunos han considerado el suicidio, informando que sentían que ya no tenían razón alguna para vivir.

Para poder vivir en 3D, cada uno de nosotros adoptó una frecuencia específica (una “rúbrica energética) que vibra de acuerdo con cierta “postura” o actitud energética. Esta frecuencia representa la “posición” que tomamos respecto a cómo vemos al planeta, como nos vemos a nosotros mismos y a la vida en general. Para cada configuración de la polaridad (danza de la dualidad) fijamos el “dial” de nuestra conciencia para que refleje nuestra actitud respecto a ese asunto. Es como si nuestra alma se volviese un gran ecualizador, como el que podemos encontrar en un sistema de sonido estereofónico, con tonos bajos, tonos agudos y muchos tonos intermedios.

Cuando se activa la Kundalini, comienza a ascender en espiral un vórtice a través de cada chakra del cuerpo. Esta energía –a la que a veces llamo “El Inquisidor”- desafiará y examinará exhaustivamente cada una de las “fijaciones” de ese Ecualizador de Actitudes, para ver si realmente están de acuerdo con la esencia que quién y qué es la persona. En cierto sentido, es como morir y renacer, todo enrollado en el flujo vibratorio. Y puede suceder muy, pero muy rápido.

DEPRESIÓN Y FATIGA

Cuando “El Inquisidor” se comienza a movilizar, todo cobra vida.(3) Hay una aceleración en todas las partes del cuerpo y el alma de la persona. Se iluminan las sombras y es posible que se revelen los motivos ocultos. Eso no es sólo un proceso mental. Es uno bioenergético que tiene que ver con todos los aspectos de la personalidad humana al mismo tiempo. Por eso el movimiento puede ser tan veloz.

Si la Elevación de la Kundalini trae gran percepción y abre un deseo nuevo, puede haber un cambio repentino e inesperado en la conducta y/o estilo de vida de la persona. Si, en lugar de eso, ordena algún cambio en la vida que sea totalmente inaceptable para el yo primordial de la persona, la violenta reacción adversa puede volar los circuitos de su sistema nervioso"...

Ahora yo me hago responsable como siempre de mis afirmaciones y la denuncio igual que al dragón, los acuso como los grandes responsables de nuestra oscuridad, nuestra existencia oscura y de un mundo oscuro.

Si fuese un remanente de la energía divina, como se dice de ella, porqué entonces produce tanto daño, -como se menciona en el libro-, a aquellos que no están preparados, eso es aceptado por todos, porque nos lo metieron así, nos lo inculcaron de esa manera, es una creencia, es como las religiones, te las meten por las narices, vaya uno a contradecir algo, afortunadamente en estos momentos no hay inquisición, sino ya estaría en la hoguera, vaya paradojas de la vida.

La he visto como he visto al dragón, sin su halo de santidad, operando a través mío haciendo maldad, esto es aquello en contra de lo cual debemos luchar tenazmente y se puede también lo he podido comprobar.

No debemos tener la debilidad de Eva, debemos ser fuertes, ella, o el aspecto femenino de la creación del Hombre Celestial, fue seducida por esta misma serpiente por el ofrecimiento de poderes, esto es el porqué engancha tan fácilmente en la gente, por egos, ya que se les ofrecen poderes, sin embargo no existen poderes en el universo, que puedan igualarse a los dones del Espíritu Santo, pero estos no atraen, hay muy pocos que se sacrifican por ellos, pero por kundalini, uf... un montón.

En la foto se aprecian 2 serpientes, aunque se enseña que es una, la verdad es que son dos íntimamente ligadas pero separadas una es la femenina y la otra es el masculino.
Se parece al angel de la guarda, si fuesen beneficiosas no habría tanta maldad en el mundo, con tanto poder como tiene la kundalini, no existiría el mal en el universo, salvo que lo hubiese creado ella misma, por supuesto en planos superiores.

Y ahora si nos acercamos al final de esta serie sobre el lado oscuro.

Continuará...

28 de agosto de 2008

Mitos, creencias, falsedades y realidades.





Una Mentira para empezar, que el hombre es el único ser pensante.

Para continuar con el descanso sobre el agotador tema del L.O., quiero aprovechar de escribir sobre temas relacionados y así no os vais quedando atrás y podéis repasar los anteriores post o completarlos o terminarlos. Lo que viene ahora va a ayudar un poco a despejar algunos bloques que la mente atraviesa en el camino de la Luz.

Primero quiero definir algunos conceptos de acuerdo al diccionario R.A.E., -y es necesario hacerlo, porque la mayoría de vosotros no las sabría definir, ni se tomaría la molestia de ir a buscar el diccionario-
Partamos con el Mito: es una fábula, ficción alegórica especialmente en materia religiosa; un 2ºconcepto es el de relato o noticia que desfigura lo que realmente es una cosa y le da la apariencia de ser más valiosa o más atractiva.
Veamos ahora... alegoría: ficción en virtud de la cual una cosa representa o significa otra diferente.
Ficción: acción y efecto de fingir.

Con esto ya tenemos material para trabajar nuestra conciencia. Dije o señalé: la CONCIENCIA, no la mente, ni el intelecto, este último lo vamos a usar solo en la pequeña porción necesaria para entender y trabajar el tema propuesto, o sea, es como si llevásemos esto a nuestro corazón no al procesador del computador humano vulgarmente llamado cerebro.

El mito, palabra de origen griego quiere significar en relación a nuestro trabajo una verdad y usaremos el 2º concepto señalado arriba, el mito se usaba en Grecia para enseñar grandes verdades, para las cuales la gente no estaba preparada y se relataba un cuento. El relato o cuento en si, era ficticio pero no el fondo, el cual era una gran verdad, dicho de otro modo, así como se les enseñaba a los niños sobre que los bebés venían de París, en cigüeña, -en mis tiempos, al día de hoy parece que hay que pedirles a ellos que nos expliquen de que va la cosa- la realidad era la venida de un niño y que de acuerdo a las estructuras mentales de las personas, se hacía toda esta manera de explicar la llegada de un hermanito se hacía con aquella parafernalia imaginativa. Bien este el mito en si mismo, explicado de modo que todos lo entiendan.

Igual siempre existe la posibilidad de decir las cosas por las claras en directo, como han sido los post de este blog y causarles un shock a las personas, pero los tiempos no dan para otra cosa, si es que queremos que se cumplan las profecías mayas, entre otras. Así es que disculpándome por el estrés causado, o haberle quitado el sueño a más de alguien (eso lo se por confesiones personales) ha sido muy importante pues lo escrito en general es revelador o apocalíptico, ambos vocablos son sinónimos.

Los evangelios del nuevo testamento usan mucho el mito o la alegoría, de tal manera que llegan a distintos niveles de conciencia de las personas a cada cual de acuerdo a lo suyo y así también suele acontecer en este blog en que se dice la verdad pero no se usa el mito, si bien es cierto no llegan muchas personas al blog, pero llegan las que tienen que leer lo que necesitan en su búsqueda, desarrollo, etc. Comprenderán que este es un blog y no un libro por lo que ciertos temas han sido tratados en las cosas más importantes, tratando de ir más allá de la punta del iceberg y el resto es posible que a futuro pueda desarrollarse en un libro de manera mucho más acabada y completa.

Así hemos ido incorporando realidades y falsedades, porque hemos perdido las facultades que teníamos en la antigüedad y vendimos nuestros dones a cambio de tecnología por ejemplo. Esta falta de sensibilidad no nos permite discernir cuando se nos dice una verdad o una mentira.

Ciertamente, los escépticos se ríen de estas cosas y con sus egos tratan de ponerse en un nivel superior como si estas cosas fueran inferiores o para gente subnormal –como dicen en España-.

La oscuridad nos ha ganado mucho terreno en todas estas cosas y han desfigurado y trastocado e invertido todos los conceptos. Metiéndonos un montón de creencias falsas en la cabeza. Y las verdades...muy ocultas, así se mantiene el poder... que tiene que ver con la información, al saber las verdades se acaban los controles y como dijo Jesús nos hacemos libres.

Ejemplos de lo anterior; “no existe el tal lado oscuro, tener un lado oscuro es enojarse, tener rabia en unos poquitos momentos y sentimientos negativos de vez en cuando”, de tal modo que ocultamos una verdad a través del ego, para seguir aprovechando la impunidad que significa estar oculto y actuar desde la sombra.

Otro engaño, y lamento de antemano romperle el corazón a más de alguien, esto no es un mito, es una mentira y el protagonista de esta mentira también pertenece al lado oscuro, la mayoría lo conoce, hasta yo le hice oraciones en más de una ocasión; su nombre “Angel de la Guarda”, en forma seria como comprenderéis el Padre Yahveh, tiene sus huestes y existen seres como Mikael, Miguel con sus grandes huestes, que no existirían ni tendrían sus funciones de defensa si hubiesen “guardianes”, es más, casi no habrían delitos, sin embargo estos no paran, entonces cabe preguntarse, ¿para qué sirve al ángel de la guarda, si nunca te salvó de nada? La respuesta a esto, dicho en términos simples, es que sirve para cuidar los intereses de la oscuridad, para que se lleven a cabo los pactos con la oscuridad y los designios de las jerarquías caídas, les cuento que no solo es un ángel guardián, algunos han tenido 3, otros 10…

El camino, la verdad y la vida son a través de Cristo, no de ángeles. Un ángel es un mensajero y no otra cosa. Yo también tuve mensajeros, en mi pasado a cargo mío y muy oscuros, dicho de otra manera, el ser ángel no significa ser Luz o un maestro de Luz, puesto que también existen los Maestros caídos. Jesús hizo muchas advertencias al respecto de esto, para los tiempos del fin, o sea, aquellos que estamos viviendo ahora y que es una realidad y que es parte también de una falsedad inducida por el L.O. como que el fin de los tiempos no existe, como el mundo no se acabó el 2000, ya no va a pasar nada y como no va a pasar nada, para que preocuparse de cosas que no sirven para nada como cultivar el alma, o la espiritualidad, cuando estamos aquí en la tierra; lo que a todos aquellos se les va es un detalle, y es que el fin no es cosa de un día, un año o 2 años o para el 2012 como aseveran los ignorantes en la materia, la culminación del presente ciclo es para la segunda mitad del presente siglo, va a ser cuando lleguemos a la página del libro que dice FIN, por lo tanto respiren hondo que todavía queda mucho por caminar y cosas por acontecer y todo es un crecer en la conciencia, estamos en las primeras páginas del epílogo recién.

Muchas de las películas que vemos en el cine son los mitos actuales del siglo 20 y 21, o sea, una gran verdad, encubierta en una fantasía de relación cinematográfica y de mi gusto en especial, El Señor de los Anillos, La Guerra de las Galaxias y Matrix, en especial la 1ª parte. Si estas hubiesen sido hecha en época de los griegos se hubiesen llamado la Ilíada y la Odisea o algo semejante.

El que quiera comentar mitos o ilustrar el tema con alguna experiencia está invitado a hacerlo, si siente alguna motivación por favor hágalo.

22 de agosto de 2008

Guia para el conocimientode si mismo. 6ªMeditación.

Continuamos con la enseñanza de un verdadero iniciado: don Rudolf Steiner.







SEXTA MEDITACION


En la que se intenta formarse un concepto del Cuerpo del Ego o Cuerpo Mental.

La sensación de encontrarse fuera del cuerpo físico es mucho más fuerte durante las experiencias con el cuerpo astral que durante las obtenidas en el cuerpo elemental. En el caso del cuerpo elemental, si bien nos sentimos fuera de la región en que existe el cuerpo físico, sin embargo, nos sentimos conectados con este último. En el cuerpo astral sentimos el cuerpo físico como algo fuera de nuestro propio ser. Al pasar al cuerpo elemental sentimos algo como una expansión de nuestro propio ser, pero al identificar nuestra conciencia con el cuerpo astral, es como si diéramos súbitamente un salto dentro de otro ser. Y sentimos un mundo de seres espirituales radiando sus actividades adentro de ese ser. Nos sentimos en una forma u otra conectados o relacionados con esos seres. Y por grados vamos aprendiendo en qué forma están relacionados estos seres mútuamente. Para nuestra conciencia humana, el mundo se ensancha en dirección a lo espiritual. Por ejemplo, contemplamos seres espirituales que producen la sucesión de las épocas en el desarrollo de la humanidad y así comprendemos que los diferentes caracteres de las diversas épocas han sido estampadas sobre ellas por entidades espirituales reales. Estos son los Espíritus del Tiempo o Poderes Primordiales (Archai). Aprendemos también a conocer otros seres, cuya vida psíquica es tal que sus pensamientos son al mismo tiempo fuerzas activas de la Naturaleza. Vamos entonces comprendiendo que solamente para la percepción física las fuerzas de la Naturaleza parecen estar constituidas como dicha percepción física se las imagina. En realidad, en todas partes, donde está obrando una fuerza de la Naturaleza, se está expresando el pensamiento de algún ser, así como el alma humana encuentra su expresión en los movimientos de la mano. Pero esto no es como si el hombre con la ayuda de una teoría pudiera colocar mentalmente seres vivientes tras todos los procesos naturales, porque cuando estamos en nuestro cuerpo astral entramos en relaciones tan concretas y reales con esos seres: como las relaciones que puedan tener en el mundo físico diversos individuos. Entre los espíritus en cuyo reino entramos así descubrimos una serie de gradaciones y por lo tanto podemos así hablar de un mundo de más elevadas jerarquías. Y esos seres, cuyos pensamientos se manifiestan a la percepción física como fuerzas de la Naturaleza podemos denominarlos los Espíritus de la Forma.




La experiencia en ese mundo presupone que sentimos nuestro ser físico como algo fuera de nosotros, en la misma forma que en la existencia física contemplamos una planta como algo fuera de nosotros, y esta sensación de estar fuera de lo que en la vida ordinaria sentimos como nuestro propio ser, es muy penosa si no va acompañada por otra experiencia determinada. Si el trabajo interno del alma ha sido enérgicamente llevado a cabo y ha conducido a la debida profundización y fortalecimiento de la vida anímica, esta pena no será muy pronunciada. Porque una entrada lenta y gradual en esta segunda experiencia puede ser lograda simultáneamente con nuestra entrada en el cuerpo astral como vehículo natural.
Esta segunda experiencia consiste en obtener la capacidad de considerar todo lo que antes llenaba y estaba relacionado con nuestra alma, como una especie de recuerdo, de manera que quedemos en la misma relación con nuestro ego primitivo, como lo estamos con nuestros recuerdos en la vida física. Y sólo mediante esta experiencia llegamos a la plena conciencia de nosotros mismos como entidades que viven en su propio ser en un mundo completamente diferente del de los sentidos. Entonces poseemos el conocimiento de que lo que arrastramos tras de nosotros y que antes considerábamos como nuestro ego, es algo completamente diferente de lo que realmente somos. Ahora podemos situarnos frente a nosotros mismos y podemos formarnos una idea concerniente a eso que ahora confronta nuestra propia alma y que antes decía "Esto soy yo".
Ahora el alma ya no dice más "Esto soy yo", sino "Yo llevo esto conmigo". Y así como el ego en la vida ordinaria se siente independiente de sus propios recuerdos, así también nuestro ego recién descubierto se siente independiente de su ego anterior. Ahora siente que pertenece a un mundo de seres puramente espirituales. Y conforme esta experiencia, (que es una experiencia real y no una teoría) viene a nosotros, comprendemos lo qué es realmente aquello que habíamos considerado como nuestro ego. Se presenta como un tejido de recuerdos producido por los cuerpos físico, elemental y astral, en la misma forma que una imagen se reproduce en un espejo. y de la misma manera que un hombre no se identifica con su imagen reflejada en el espejo, tampoco el alma que se siente en el mundo espiritual se identifica con aquello que experimenta en el mundo de los sentidos. La comparación con la imagen reflejada, debe tomarse, por supuesto, solamente como una comparación. Porque la imagen reflejada desaparece cuando nosotros cambiamos de posición respecto al espejo, mientras que el tejido de recuerdos que representa lo que somos en el mundo físico y que consideramos como nuestro propio ser, tiene un grado de independencia mayor que la imagen en el espejo. En cierto sentido es un ser por sí mismo. Y, sin embargo, para el ser anímico real, es solamente como una imagen de sí mismo. El ser real del alma siente que esta imagen es necesaria para la manifestación de su yo real. Este ser real sabe que es algo diferente, pero también sabe que jamás habría llegado a obtener ningún conocimiento real de sí mismo, si al principio no se hubiera identificado con su propia imagen en ese mundo que, después de su ascensión al mundo espiritual, se convierte en un mundo externo.
El tejido de recuerdos o memorias que ahora consideramos como nuestro ego anterior, puede ser llamado "Cuerpo del Ego" o "Cuerpo Mental". La palabra cuerpo debe ser tomada en un sentido más amplio que el que usualmente se adjudica a ese término. Por "cuerpo" aquí queremos indicar todo lo que experimentamos como perteneciente a nosotros mismos, y respecto a lo cual no decimos "Somos eso", sino “Poseemos eso".
Sólo cuando la clarividencia consciente ha llegado al punto en que experimenta como suma de recuerdos aquello que antes consideraba ser uno mismo, sólo entonces es cuando es posible lograr una experiencia real de lo que se oculta tras el fenómeno de la muerte. Porque entonces hemos llegado a un mundo verdaderamente real, en el que nos sentimos como seres que pueden retener, como recuerdo, lo que ha sido experimentado en el mundo de los sentidos. Esta suma total de experiencias en el mundo físico, requiere para que pueda continuar su existencia un ser que pueda retenerla en la misma forma en que el ego ordinario conserva sus memorias. El conocimiento suprasensible revela el hecho de que el hombre tiene una existencia dentro del mundo de seres espirituales, y que es él mismo quien conserva dentro de sí su vida física como recuerdo. La pregunta acerca de qué es lo que sucederá después de la muerte, con todo lo que yo ahora soy, recibe la siguiente contestación del clarividente. "Continuarás siendo lo que eres en la misma proporción en que te consideres un ser espiritual entre otros seres espirituales".
Comprendemos la naturaleza de estos seres espirituales y entre ellos nuestra propia naturaleza. Y este conocimiento es experiencia directa. Por él sabemos que los seres espirituales, y con ellos nuestra propia alma, tienen una existencia de la que la vida física es sólo una manifestación pasajera.
Si a la conciencia ordinaria según se ve en la Primera Meditación, le parece que el cuerpo pertenece a un mundo cuya parte real queda probada por su disolución en él después de la muerte; la observación clarividente enseña que el ego humano real pertenece a un mundo al que es atraído por lazos completamente diferentes de los que relacionan al cuerpo físico con las leyes de la Naturaleza. Los lazos que unen al ego con los seres espirituales del mundo suprasensible no son afectados en su naturaleza íntima ni por el nacimiento ni por la muerte. En la existencia física estos lazos sólo se muestran en una forma especial. Lo que aparece en este mundo es la expresión de realidades de naturaleza suprasensible. Ahora bien. como el hombre es un ser suprasensible, y así aparece efectivamente ante la observación suprasensible, los lazos que unen las almas en el mundo suprasensible no son afectados por la muerte y esa pregunta ansiosa que surge ante la conciencia ordinaria del alma en esta forma primitiva: "¿Encontraré después de la muerte a aquellos con quienes he estado unido durante la vida física?" debe ser contestada enfáticamente por la afirmativa por todo investigador real, que pueda juzgar de acuerdo con la experiencia. Todo cuanto se ha dicho sobre el ser del alma. experimentándose a si misma como una realidad espiritual en el mundo de otros seres espirituales, puede ser visto y confirmado mediante el fortalecimiento de la vida de nuestra alma, en la forma ya mencionada, siendo posible facilitar la tarea mediante el desenvolvimiento de ciertos sentimientos. En la vida ordinaria del mundo físico adoptamos tal actitud respecto a todo nuestro destino, que generalmente sentimos simpatía o antipatía por los diferentes sucesos. Un observador imparcial tendrá que admitir que estas simpatías o antipatías son de las más fuertes que el hombre sea capaz de sentir. La reflexión antedicha nos prestará un gran servicio en la vida de nuestra alma. Sin embargo, podemos encontrar con frecuencia que las simpatías y antipatías de la clase mencionada, que somos capaces de descartar, sólo han desaparecido de nuestra conciencia inmediata. Se han retirado a los más profundos estratos de la humana naturaleza y se manifiestan como ciertas modalidades del alma, o como sentimiento de laxitud u otra sensación en el cuerpo. La imperturbabilidad real con respecto al destino sólo se adquiere cuando nos comportamos en este asunto en la misma forma que cuando nos abandonamos en la concentración a pensamientos o sensaciones, con el objeto de fortalecer la vida de nuestra alma en general. Reflexiones que sólo conduzcan a una comprensión intelectual no son suficientes.
Es necesario vivir intensamente con tal reflexión y continuar en ella durante un período de tiempo, mientras se mantienen apartadas todas las experiencias relativas a los sentidos u otros recuerdos de la vida ordinaria. Mediante estos ejercicios llegamos a una actitud fundamental de la mente hacia el destino. Es posible deshacerse radicalmente de toda simpatía o antipatía a este respecto, hasta considerar finalmente todo cuanto nos suceda con la misma indiferencia con que un observador contemplaría como cae el agua de una montaña sobre el valle al pie. No queremos decir que en esta forma lleguemos a contemplar nuestro destino sin sentimiento de ninguna clase. El que se vuelve indiferente a cuanto le suceda no se encuentra en buen camino. Uno ciertamente no permanece indiferente ante el mundo externo con respecto a aquellas cosas que no nos atañen como parte de nuestro destino. Contemplamos las cosas que suceden ante nosotros con placer o pena. No hay que buscar indiferencia hacia la vida cuando andamos tras el conocimiento suprasensible, sino la transformación del interés directo que el ego se toma en su propio destino. Es muy posible que mediante esa transformación, la vividez de la vida del sentimiento sea aumentada y no debilitada. En la vida ordinaria derramamos lágrimas por muchas cosas que suceden como destino a nuestra alma. Sin embargo, podemos llegar a un punto de vista tal en que el destino de los demás despierte en nuestra alma el mismo interés y sentimiento profundos que pudieran producirnos nuestras propias experiencias. Es más fácil llegar a esa actitud con respecto a nuestras propias capacidades mentales. No es tal fácil, después de todo, experimentar una gran alegría cuando descubrimos en otro una cierta capacidad o talento, como cuando la descubrimos en nosotros mismos. Cuando mediante la observación de nosotros mismos tratamos de penetrar en las profundidades de nuestra alma, podemos descubrir mucha satisfacción egoísta por las cosas que somos capaces de hacer nosotros mismos. Una unión meditativa intensa y repetida con el pensamiento de que en muchos casos es completamente indiferente al curso de la vida humana el que, seamos nosotros o cualquier otro, capaces de hacer ciertas cosas, nos puede hacer adelantar un largo camino hacia la verdadera imperturbabilidad con respecto a que lo que sentimos, es la obra más íntima del destino en nuestra vida. Este fortalecimiento de la vida interna del alma, por el pensamiento, cuando se hace en debida forma, nunca puede llevar a aniquilar nuestros sentimientos por lo que toca a nuestras propias capacidades. En cambio, son transformados y comprendemos entonces la necesidad de comportarnos de acuerdo con estas capacidades.
Ya hemos, pues, indicado la dirección que toma este fortalecimiento de la vida del alma mediante el pensamiento. Aprendemos a conocer algo en nosotros que aparece al alma como un segundo ser dentro de sí. y esto se nota especialmente, cuando relacionamos con ello pensamientos que muestran cómo en la vida ordinaria producimos tal o cual suceso en nuestro destino. Podemos ver que tal o cual suceso no habría ocurrido, si no nos hubiéramos portado de cierta manera en algún período anterior de nuestra vida. Lo que nos ocurre hoy, es, ciertamente, en muchos sentidos, el resultado de lo que hicimos ayer. Ahora podremos, con la intención de llevar la experiencia de nuestra alma más allá del punto al que hayamos llegado, contemplar retrospectivamente nuestra existencia pasada, podemos descubrir cómo nosotros mismos nos hemos preparado nuestro destino futuro. Al hacer esta tentativa podemos retroceder hasta el punto cuando la conciencia se despierta en el niño, que le permite luego en la vida recordar lo que ha experimentado.
Y si nos ponemos a hacer esta retrospección en tal forma que combinemos con ella una actitud mental que elimine las simpatías y antipatías usuales egoístas con respecto a nuestro propio destino, entonces, al llegar a ese punto mencionado de la memoria, nos confrontamos y podemos decirnos: "En ese momento se nos presentó por primera vez la posibilidad de sentirnos a nosotros mismos y de trabajar conscientemente sobre la vida de nuestra alma, pero este ego nuestro estaba allí antes, y fue él quien, aunque no trabajando conscientemente en nosotros, nos trajo la capacidad de conocer, así como todo lo demás que ahora sabemos. Esta actitud respecto a nuestro propio destino, produce lo que ninguna reflexión intelectual es capaz de producir. Aprendemos a contemplar los acontecimientos de la vida con ecuanimidad, los afrontamos sin prejuicios; pero vemos en el ser que nos aporta estos acontecimientos a nuestro propio ser. Y cuando nos contemplamos en esta forma, encontramos que las condiciones de nuestro propio destino, que ya nos fueron dadas al nacer, están conectadas con nuestro propio ser. Y entonces llegamos a la convicción de que así como hemos trabajado sobre nosotros mismos, desde que despertó nuestra conciencia, así también habíamos obrado antes de que nuestra conciencia presente se despertara. Ahora bien, al llegar así a la realización de un ego superior dentro de nuestro ego ordinario, no sólo nos conduce a admitir que nuestro pensamiento nos demuestra la existencia teórica de la existencia de tal ego superior, sino que también nos hace comprender la viviente actividad de este ego, como un poder dentro de nosotros mismos, en toda su realidad, y entonces sentimos el ego ordinario como una creación del otro. Este sentimiento es, en realidad, el primer paso hacia la contemplación del ser espiritual del alma. Y si no conduce a nada, es simplemente porque nos quedamos satisfechos con sólo el principio. Este principio puede bien ser apenas una sensación vaga e indefinida y puede permanecer así durante un largo tiempo. Pero si proseguimos enérgicamente la interior actividad y ejercitamiento que nos ha llevado a este principio, llegaremos por último a contemplar el alma como un ser espiritual. Y al llegar a este estadio, comprenderemos fácilmente por qué alguno que no tenga experiencia en estas materias, puede decir que al creer en ellas vemos las cosas, y que sólo hemos creado una imagen fantástica de un ego superior, mediante la auto-sugestión. Pero el que ha pasado por la experiencia, sabe perfectamente que esa objeción deriva de la falta de esa experiencia misma, ya que todos los que se desarrollan seriamente en esta forma, adquieren al mismo tiempo la capacidad de distinguir entre las realidades y las imágenes creadas por la propia imaginación. La actividad interior y la experiencia que son necesarias durante esta jornada del alma. Sí se efectúa en la debida forma, nos hace desarrollar la mayor circunspección con respecto a la imaginación y la realidad. Cuando sistemáticamente tratamos de experimentarnos nosotros mismos en el ego superior, como seres espirituales, consideraremos como experiencia principal la descrita al principio de esta meditación, y contemplaremos el resto simplemente como un auxilio en la jornada del alma.

9 de agosto de 2008

GUIA PARA EL CONOCIMIENTO DE SI MISMO, 5ª Meditación


QUINTA MEDITACION
En la que se intenta formarse una Idea del Cuerpo Astral.
Cuando experimentamos, por medio de nuestro cuerpo elemental, un mundo suprasensible que nos rodea, nos sentimos menos separados de ese mundo, que lo que nos sentimos del mundo físico cuando estamos en nuestro cuerpo físico. y, sin embargo, guardamos una relación con este mundo suprasensible, que podemos expresar diciendo que hemos atraído hacia nosotros ciertas substancias del mundo elemental, en forma de cuerpo elemental, así como en el mundo físico llevamos parte de sus fuerzas materiales bajo la forma de nuestro cuerpo físico. Vemos que sucede así cuando tratamos de abrirnos camino en el mundo suprasensible, estando fuera del cuerpo físico.
Puede suceder que tengamos ante nosotros un hecho o un ser del mundo suprasensible. Puede estar allí, y podemos verlo, pero no sabemos lo qué es. Si somos bastante fuertes, podemos arrojarlo afuera, pero sólo retrayéndonos nosotros mismos al mundo de los sentidos, mediante enérgica concentración en las experiencias de ese mundo. Sin embargo, no podemos quedarnos en el mundo suprasensible y comparar con otros seres o hechos el ser o hecho percibido. y no obstante, sólo así es como podríamos formarnos una idea correcta de lo que vemos.
En esta forma, nuestra “vista” en el mundo suprasensible puede estar limitada a la percepción de cosas individuales, sin la facultad de moverse libremente de una cosa a la otra. Entonces nos sentimos como aprisionados por esa cosa individual.
Veamos la razón de esta limitación. Esta sólo podrá ser encontrada, cuando mediante un ulterior desenvolvimiento, la vida anímica interna se haya fortalecido aún más, y lleguemos al punto en que ya no encontramos más esta limitación, y entonces descubriremos que la razón por la que no podíamos movernos de una cosa a otra, se encontraba en nuestra propia alma.
Comprendemos que la vista en el mundo suprasensible difiere en esta forma de la percepción en el mundo de los sentidos. Uno puede, por ejemplo, ver en el mundo físico todas las cosas visibles si tiene ojos en buenas condiciones. Si uno ve una cosa, también puede, con los mismos ojos ver todas las demás cosas. Pero no sucede así en el mundo suprasensible.
Uno puede tener los órganos de percepción suprasensible desarrollados en tal forma que sólo puede experimentar este o aquel hecho, pero si hemos de percibir otro hecho, el órgano perceptor debe ser desarrollado especialmente con este objeto. Este desenvolvimiento le da a uno la sensación de que un órgano se ha despertado a una región particular del mundo suprasensible. Uno siente como si el cuerpo elemental estuviera como dormido con respecto al mundo suprasensible y como si tuviera que ser despertado con respecto a cada cosa en particular. En realidad es posible hablar de estar dormido o despierto en el mundo elemental, pero estos no son estados alternados como el mundo físico. Son estados que existen en el hombre simultáneamente.
Mientras no hemos logrado la facultad de percibir mediante nuestro cuerpo elemental, ese cuerpo, está dormido. Siempre llevamos este cuerpo con nosotros, pero es un cuerpo dormido. Con el fortalecimiento de nuestra vida anímica, comienza el despertar, pero al principio, de sólo una parte del cuerpo elemental. Cuanto más se despierta nuestro ser elemental, tanto más profundamente penetramos en el mundo elemental.
En el mundo elemental no hay nada que pueda ayudar al alma a producir este despertamiento. Por mucho que le sea dable contemplar, la percepción de una cosa no agrega nada a la posibilidad de percibir otra. La libertad de movimientos en el mundo suprasensible no puede lograrse con el auxilio de nada que se encuentre en el mundo elemental.
Cuando continuamos los ejercicios para fortalecer el alma, vamos adquiriendo más y más poder para movernos en regiones particulares. Y con todo esto, nuestra atención se va viendo atraída hacia algo en nosotros que no pertenece al mundo elemental, sino que descubrimos en nosotros mediante nuestra experiencia en ese mundo. Nos sentimos como seres particulares en el mundo suprasensible, que parecen ser los dueños y señores de sus cuerpos elementales; y que gradualmente están despertando estos cuerpos a la conciencia suprasensible.
Cuando hemos llegado hasta aquí un sentimiento de intensa soledad sobrecoge al alma. Nos encontramos en un mundo que es elemental en todas direcciones; nos vemos a nosotros mismos dentro de un espacio elemental infinito, como seres que no pueden encontrar en parte alguna a su semejante.
No queremos decir con esto que todo desenvolvimiento de la clarividencia deba llevar a esta tremenda soledad pero todo aquel que conscientemente y mediante sus propios esfuerzos, fortalezca así su alma, se encontrará con ella. Y si sigue a algún maestro que le va dando indicaciones, paso a paso, con objeto de facilitar su desenvolvimiento, se encontrará un día quizás tarde, con que su maestro lo ha abandonado a sí mismo. Se encontrará con que lo ha abandonado en plena soledad en el mundo elemental. Sólo después comprenderá que aquél se vio obligado a abandonarlo a sí mismo, cuando llegó la oportunidad de que sólo en sí mismo confiara.
En esta estadía de la jornada del alma, el discípulo se siente como un desterrado en el mundo elemental. Pero ahora puede seguir adelante si ha despertado en sí suficiente fortaleza, mediante su ejercitamiento interior. Puede comenzar a ver cómo emerge un nuevo mundo -no en el mundo elemental sino en sí mismo- un mundo que no está identificado ni con el mundo físico ni con el elemental. El discípulo en tal caso ve que un segundo mundo suprasensible se agrega al primero. Este segundo mundo suprasensible es al principio completamente un mundo interior.
El discípulo tiene la sensación de que lo lleva consigo y de que está sólo con él. Para comparar este estado con algo del mundo de los sentidos, tomemos el siguiente caso. Uno ha perdido todos sus seres queridos, y ahora solo tiene consigo el recuerdo de ellos en su alma.
Ellos viven para él solamente como pensamientos. El discípulo se encuentra frente a este segundo mundo suprasensible en tal forma como si lo llevara dentro de sí, pero sabe que se lo tiene separado de su realidad. No obstante, siente que esta realidad dentro de su alma, sea la que fuere, es algo mucho más real que un simple recuerdo del mundo de los sentidos. Este mundo suprasensible vive una vida independiente dentro de su propia alma.
Todo lo que se encuentra está ansiando salirse del alma y llegar a algo diferente. Así siente uno como un mundo dentro de sí mismo pero un mundo que no quiere permanecer allí. Esto da la sensación de ser partido en pedazos por cada uno de los detalles de ese mundo. Y se llega a un punto en que estos detalles se liberan, en que rompen algo así como una costra psíquica y se escapan. Y entonces uno se siente tanto más pobre por todo lo que en esta forma se ha escapado del alma.
Entonces aprende uno que esa parte de la realidad suprasensible que está en el alma, y que uno es capaz de amar por sí misma y no simplemente porque se encuentra realmente en el alma, se comporta de una manera particular. Lo que uno puede amar así profundamente no se escapa del alma, no fuerza su camino fuera del alma ciertamente, sino que se lleva al alma consigo. Y se la lleva a esa región donde vive en su verdadera realidad. Una especie de unión con la esencia real tiene lugar entonces, pues antes, uno sólo llevaba algo así como un reflejo de esa esencia real en el interior. El amor mencionado aquí, debe ser,. sin embargo, de la clase que se experimenta en el mundo suprasensible.
En el mundo de los sentidos uno sólo puede prepararse para ese amor. Y esta preparación tiene lugar cuando uno fortifica su capacidad para amar en el mundo de los sentidos. Cuanto mayor es el amor de que uno es capaz en el mundo físico, tanta mayor capacidad subsiste para el mundo suprasensible.
Con respecto a las entidades individuales del mundo suprasensible este obra como sigue. Por ejemplo, uno no puede ponerse en contacto con los seres suprasensibles reales que están en relación con las plantas del mundo físico si uno no ama las plantas en el mundo de los sentidos, y así sucesivamente. Sin embargo, puede cometerse un error con respecto a estas cosas. Puede suceder que alguien en el mundo físico mire el reino vegetal con completa indiferencia y que, no obstante, haya una afinidad inconsciente con ese reino, oculta en el alma. Y luego, cuando se entre en el mundo suprasensible, puede despertarse ese amor.
Pero la unión con seres del mundo suprasensible, no depende solamente del amor. Otros sentimientos, tales como, por ejemplo, el respeto y la reverencia que el alma pueda sentir por un ser cuando por vez primera sienta la imagen de este ser surgir en ella tiene el mismo efecto. Sin embargo, estas cualidades deben pertenecer a las cualidades íntimas del alma. Y entonces en esta forma uno aprenderá a conocer esos seres del mundo suprasensible, a quienes uno mismo les abrió el camino con dichas cualidades internas. Una manera segura de conocer el mundo suprasensible, consiste en obtener acceso a los diferentes seres por medio de nuestra relación con sus reflejos.
En el mundo de los sentidos amamos a un ser después de haber aprendido a conocerlo; en el segundo mundo suprasensible podemos amar la imagen de un ser antes de encontrarnos con el ser mismo, cuando esta imagen se presenta antes que el encuentro actual.
Lo que el alma en esta forma aprende a conocer dentro de sí misma, no es el cuerpo elemental.
Guarda una relación con ese cuerpo como su despertador. Es un ser que mora dentro del alma; se siente en la misma forma que sentiríase uno mismo durante el sueño, si no estuviera inconsciente; o sea, lo que sentiríase uno mismo si estuviera consciente fuera del cuerpo, mientras éste está dormido y fuera uno a despertarlo para sacarlo del sueño. Y de esta manera el alma aprende a conocer un ser dentro de sí misma que es un tercer algo, aparte del cuerpo físico y del elemental. Llamemos a este algo, el cuerpo astral, y esta expresión por el momento no significará nada más que aquello que, en la forma descrita, se experimenta dentro de este segundo mundo suprasensible.