CONTACTO

Mostrando entradas con la etiqueta liberacion. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta liberacion. Mostrar todas las entradas

7 de octubre de 2008

AMOR, ESPERANZA Y FE.

Iba a dar toda mi explicación y fundamentos de porqué es que si vamos a ser salvados esta vez y me topé con el final del libro de don Rudolf Steiner, del Evangelio según San Lucas, así es que les iba a copiar las páginas finales, pero había siempre un párrafo anterior interesante para todos, en definitiva va su conferencia completa.

Aparte de que es todo altamente instructivo y esclarecedor, les pido pongan atención especial a sus menciones de las influencias luciféricas que son o están relacionadas directamente con nuestro lado oscuro y me interesa porque después voy a tratar de explicar en las próximas entradas el origen del principal libro de Tolkien "El Señor de los Anillos".

Y esto es debido a que allí se encuentra oculta la otra parte de las explicaciones a la mantención de la oscuridad en estos planos tridimensionales.

Por ahora dejo al Maestro Steiner hablar:

LOS REINOS CELESTES EN EL NACIMIENTO VIRGÍNEO.

EL EVANGELIO DEL AMOR, LA FE Y LA ESPERANZA

En esta conferencia, como resultado de lo expuesto en las anteriores sobre el Evangelio de Lucas, llegaremos a la cumbre de nuestras contemplaciones, a ocuparnos del "Misterio del Gólgota". ­ En las conferencias anteriores hemos tratado de explicar lo que realmente aconteció en aquel momento de la evolución de la humanidad en que el Cristo, durante tres años, vivió sobre la Tierra; además, hemos caracterizado cómo ese acontecimiento pudo tener lugar gracias a la confluencia de las corrientes espirituales a que nos hemos referido. La misión del Cristo sobre la Tierra, la llegaremos a comprender mejor si somos capaces de apreciar el contenido del Evangelio de Lucas bajo la luz de los conocimientos adquiridos a través de la Crónica del Akasha. Ahora, alguien podría preguntar: Basándonos en el hecho de que la corriente espiritual del budismo se entreteje orgánica­mente con el cristianismo, ¿cómo se explica entonces que dentro de la doctrina del cristianismo no se haga referencia alguna a la gran Ley del "karma" la que rige la compensación del destino en el curso de las distintas encarnaciones del ser humano? Empe­ro, seria un malentendido creer que ese Evangelio no contuviera las verdades que la ley del karma nos enseña. Ciertamente, las contiene; no obstante, si queremos comprenderlo correctamente, hemos de ver con claridad que en distintas épocas, el alma humana también tiene necesidades distintas. Los grandes misionarios de la evolución del mundo no siempre pueden dar a la humanidad la verdad absoluta en forma abstracta; puesto que los hombres, en sus distintos grados de madurez, no serían capaces de com­prenderla, sino que esos misionarios tienen que hablar de tal manera que los hombres reciban lo adecuado de cada época. Lo que el Buda ha dado a la humanidad, contiene toda la sabidu­ría que, en relación con la doctrina de la piedad y del amor y su aplicación por el sendero de ocho etapas, conduce a la profunda comprensión de la idea del karma; y sólo es preciso admitir que el alma humana contiene todo cuanto pueda conducirla a la idea del karma y la reencarnación. En la conferencia anterior hemos dicho que dentro de tres mil años (quiero ser enfático en que Steiner pudo dar esta fecha en relación a lo que se estaba viviendo hace un siglo, -desde hace 100 años hasta ahora las cosas han cambiado mucho- o se refería a realizar el crecimiento en otros planos dimensionales, puesto que el fin de nuestro ciclo de tiempo será dentro del presente siglo, aquí en la tridimensionalidad) a contar de ahora, gran parte de la humanidad ha de llegar al grado de desarrollo en que, por las fuerzas de su propia interioridad, será capaz de alcanzar la doctrina del sendero de ocho etapas y - hoy podemos agregar - también la del karma y la reencarnación. Pero este desarrollo ha de producirse lenta­mente, paso a paso, pues, así como la planta no produce flores, una vez colocada la semilla en la tierra, sino que primero tiene que desarrollar las hojas, según leyes inherentes, así también es necesario que la evolución espiritual de la humanidad vaya de grado en grado y que, a su debido tiempo, aparezcan los resul­tados correspondientes. Quien, dotado de las facultades que la ciencia espiritual le puede dar, profundice la contemplación aní­mica, necesariamente encontrará la idea del karma y la reencar­nación. Sin embargo, hay que tener presente que la evolución va por etapas, y que realmente es así que sólo en nuestros tiempos las almas llegaron a la madurez para encontrar en si mismas la idea del karma y la reencarnación. No hubiera sido conveniente que, exotericamente, esta doctrina se hubiese dado a conocer algunos siglos antes de nuestra era; tampoco hubiera sido conveniente que, un par de siglos antes de nuestra era, el contenido de nuestra ciencia espiritual, tan hondamente anhela­da por las almas humanas y vinculada con la investigación del fundamento de los Evangelios, abiertamente hubiese sido dado a la humanidad. Para ello, ha sido necesario que las almas tuvie­sen sed de recibir ese contenido y que desenvolviesen las facul­tades para acoger la idea del karma y la reencarnación; también ha sido necesario que esas almas hayan pasado por encarnaciones anteriores, incluso dentro de la era cristiana, con el fin de adqui­rir la madurez de comprender dicha idea. Sólo en nuestros tiem­pos, la humanidad alcanzó la madurez para acoger el contenido espiritual del karma y de la reencarnación. Por esta razón, no es de extrañar que en lo que, desde hace siglos, ha sido transmi­tido a la humanidad como contenido de los Evangelios, figure mucho que en realidad da una imagen enteramente tergiversada del cristianismo. En cierto modo, el Evangelio fue dado a los hombres prematuramente, puesto que sólo ahora están llegando a la madurez para desarrollar en el alma las facultades que pue­den conducirlos a la comprensión del verdadero contenido de los Evangelios. Ha sido absolutamente necesario que la forma de hablar de Cristo tuviera en cuenta el estado del alma humana de aquella época, de modo que no correspondía dar una doctrina abstracta de reencarnación y karma, sino hacer fluir en el alma humana los sentimientos que paulatinamente la hiciesen madu­rar para acoger aquella doctrina. Dicho de otro modo: en aquella época hubo que transmitir lo que paso a paso condujese a la comprensión del karma y de la reencarnación; en cambio, no correspondía dar la doctrina misma. Si queremos saber si el Cristo y los que le rodeaban habla­ron así, hemos de examinar el Evangelio de la correcta manera; y si lo hacemos con la debida comprensión, veremos en qué forma se pudo entonces hablar de la ley del karma. Lucas 6,20-23: Bienaventurados vosotros los pobres; por­que vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre; porque seréis saciados. Bienaventura­dos los que ahora lloráis, porque reiréis. Bienaventurados seréis, cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apar­taren de sí, y os denostaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por el Hijo del hombre. Gozaos en aquel día, y alegraos; porque vuestra recompensa es grande en los cielos. Aquí tenemos la doctrina de la recompensa o "compensa­ción", sin que se mencione, en forma abstracta, la idea de karma y reencarnación, sino haciendo fluir en las almas el sentimiento de certidumbre de que el hombre que en algún sentido sufra hambre o privación, experimentará la compensación. Sentimientos de esta índole tuvieron que verterse en las almas humanas que entonces vivieron en la Tierra; y las que acogieron la doctrina en esa forma, alcanzaron, en su nueva encarnación, la madurez para recibir la sabiduría de la idea de karma y reencarnación. Al reencarnarse estas almas, había llegado una era totalmente nueva; una época en que el hombre empezó a desarrollar su Yo, su auto­conciencia, con plena madurez. En tiempos pasados, el hombre recibía las revelaciones cuyos efectos obraban en su cuerpo astral, su cuerpo etéreo y cuerpo físico; ahora, en cambio debió alcanzar la plena conciencia de su Yo, pero sólo paso a paso, este Yo se llenará de las fuerzas que ha de recibir. Únicamente aquel Yo que vino a la Tierra con la corporalidad adecuada, la del Jesús natánico en que previamente se había incorporado la individualidad de Zoroastro, sólo este Yo pudo realizar en sí mis­mo el principio universal del Cristo. Los demás seres humanos, paso a paso y mediante la imitación del Cristo, deberán desarro­llar en sí mismos lo que en aquel tiempo, durante años, existió sobre la Tierra en aquella única personalidad. El Cristo no pudo dar a la humanidad sino el estímulo, el germen; y, en el curso de los tiempos, este germen tiene que desenvolverse y crecer. Igualmente, se predispuso lo necesario para que en el curso de la evolución terrestre y en los momentos correspondientes, apa­recieran los hombres que trajeran a la humanidad lo que en los tiempos posteriores contribuyese a su mayor madurez. El Cristo dio 'la anunciación" en la forma en que la humanidad de su época lo pudo comprender y, además, predispuso lo pertinente para que más tarde aparecieran las individualidades que en lo espiritual contribuyesen al desarrollo de las almas, según la mayor madurez de éstas. El autor del Evangelio de Juan nos describe de qué manera el Cristo preparó lo que debió suceder en los tiempos posterio­res al acontecimiento del Gólgota. Nos relata cómo, en la figura de Lázaro, el Cristo resucitó a la individualidad que más tarde actuó como Juan en la forma descripta en las conferencias sobre el "Evangelio de Juan". Además, el Cristo debió disponer lo necesario para que en tiempos aun posteriores pudiera aparecer otra individualidad la que, en sentido de la ulterior evolución, hiciera fluir en la humanidad lo que entonces correspondiese a la madurez más avanzada del ser humano. Con este fin, el Cristo debió resucitar a otra individualidad más. La descripción de este hecho, nos la da fielmente el autor del Evangelio de Lucas. Al decirnos que él describe lo que en aquel tiempo el clarividente imaginativo e inspirado pudo transmitir acerca del acontecimiento de Palestina, nos señala a la vez lo que, en tiempos por venir, otra individualidad dará como su enseñanza. Con relación a este proceso misterioso, el autor del Evangelio de Lucas nos habla en este documento de otra “resurrección". Lo que allí encontra­mos sobre la resurrección del jovencito de Naín, contiene el misterio del eterno obrar del cristianismo. Mientras que la cura­ción de la hija de Jairo, de la que les hablé en la penúltima con­ferencia, se relaciona con tan profundos misterios que el Cristo sólo permitió la presencia de muy pocas personas a las que des­pués impone que no lo contasen a nadie; vemos, en cambio, que otra "resurrección" se realiza así que inmediatamente se difunde. En el primer caso se trató de una curación que presuponía el profundo conocimiento de los procesos del cuerpo físico; el otro caso representa una resurrección, una iniciación. La individua­lidad que estuvo incorporada en el adolescente de Nain, debió experimentar una iniciación de singular característica. Existen diversas formas de iniciación. Una de ellas consiste en que, inmediatamente después del proceso que conduce a la iniciación, el ya iniciado percibe la luz del conocimiento de los mundos superiores y tiene la visión de los fenómenos y leyes de los mundos espirituales. Otra forma de la iniciación puede tener lugar de tal manera que, como primer paso, el alma del iniciando tan sólo recibe el germen y que deberá esperar hasta que, en una nueva encarnación, se desenvuelva este germen con el resul­tado de que en esa encarnación posterior llegará a la iniciación en su verdadero sentido. Semejante iniciación se hizo efectiva en la individualidad del adolescente de Nain. En los tiempos del acontecimiento de Palestina, su alma resultó transformada; aún no tenia la conciencia de haberse elevado a los mundos superio­res. En la encarnación posterior se desenvolvieron las fuerzas que en aquel momento quedaron introducidas en esta alma. Aquí, en una conferencia exotérica no pueden darse los nombres históricos; solamente podemos señalar que esa misma individualidad apareció a su tiempo en un poderoso maestro reli­gioso; de manera que, en una época posterior, surgió un nuevo representante del cristianismo, con las fuerzas que fueron vertidas en el alma del adolescente de Nain. En los tiempos venideros, esta misma individualidad estará llamada a introducir en el cristianismo, cada vez más, la doctrina de reencarnación y karma; o sea, unir con el cristianismo las enseñanzas que en los tiempos en que el Cristo vivió en la Tierra, no pudieron darse como sabiduría concreta, pues debieron ver­terse en las almas como fuerzas del sentimiento. El Cristo dio a comprender que la plena conciencia del Yo entró como algo totalmente nuevo en la evolución de la humanidad, y señaló - esto lo verá quien sepa leer con la debida atención - que en tiempos pasados el hombre no vivenciaba el mundo espiritual con plena conciencia de su Yo, sino que lo espiritual le penetra­ba por medio de los cuerpos físico, etéreo y astral, y que ello siempre estaba acompañado de un cierto grado de inconsciencia. Anteriormente, el hombre debió recibir la Ley del Sinaí que solo hablaba a su cuerpo astral. Esta ley obraba en él, pero no direc­tamente por las fuerzas de su Yo las que solo pudieron obrar en los tiempos del Cristo Jesús, porque solo entonces el hombre alcanzo la conciencia de su Yo. El Cristo lo da a entender, según el Evangelio, cuando dice que, para acoger un principio total­mente nuevo, era necesario que el alma humana llegase a su plena madurez; lo da a entender al hablar de su precursor, Juan el Bautista. ¿Como vio el Cristo a la individualidad de Juan? Dijo que Juan, antes de la aparición del Cristo, era llamado a caracterizar, en la forma más pura y más noble, el contenido de la antigua doctrina de los Profetas. Para el Cristo, Juan fue la figura que, como por última vez, represento, en la forma más pura y más noble, lo que pertenecía a los tiempos antiguos. Hasta el tiempo de Juan prevalecían la "Ley y los Profetas", y él debió, por última vez, exponer al hombre lo que la antigua doctrina y el antiguo contenido del alma podían darle. Pues, ¿como obraba este antiguo contenido del alma en los tiempos antes de entrar el principio del Cristo en la evolución? He aquí algo que a su debido tiempo se convertirá en conocimiento de la ciencia natural, cuando ella se dejará inspirar por la ciencia espiritual, por más extraño que actualmente se le parez­ca. Al respecto, tengo que tocar algo, aunque solo de paso, para demostrar hasta qué profundidades de la ciencia natural, la ciencia espiritual es capaz de proyectar luz. Actualmente, mediante las limitadas capacidades del pensamiento humano, la ciencia natu­ral trata de penetrar en los misterios de la existencia humana. Ella expone que por la acción conjunta de los gérmenes masculino y femenino se logra la formación de todo el organismo humano. Mediante el microscopio, cuidadosamente trata de establecer lo que en la substancia se halla de origen masculino y lo que pro­viene del germen femenino. Sin embargo, llegará el día en que esta ciencia natural, por su propia investigación, se verá impul­sada a reconocer que solo una parte del organismo humano se determina por la acción de los gérmenes masculino y femenino, y que en el actual ciclo evolutivo es, efectivamente así que – por más exactamente que se llegue a definir lo que proviene de los distintos gérmenes - por regla resultará que esto no da la explica­ción toda. En todo organismo humano existe algo que no se origina en el germen, sino que, en cierto modo, es de "nacimiento virgíneo"; algo que desde otras esferas se vierte en el proceso germinativo. Con el germen humano se reúne algo que no pro­viene del padre ni de la madre, pero que no obstante le perte­nece y que, como destinado a él mismo, penetra en su Yo, dentro del cual podrá ennoblecerse si llega a unirse con el Cristo. Lo que en el curso de la evolución de la humanidad se unirá con el Cristo, es la parte que representa el nacimiento virgíneo. Con sus propios medios, la ciencia natural descubrirá que esto se halla en relación con la importante transición que en los tiempos del Cristo tuvo lugar. Antes de esa transición, nada pudo haber en lo interno del ser humano sino lo que provenía del germen; y esto nos hace ver que en el curso de los tiempos realmente se producen cambios con respecto a la evolución del Yo. Acogiendo el principio del Cristo, la humanidad tiene que desarrollar y enno­blecer lo que, desde aquel tiempo, se le va agregando a los com­ponentes del mero germen. Esta contemplación nos acerca a una sutil verdad. Para el conocedor de la ciencia natural moderna es interesante ver que al investigador de ciertos fenómenos resulta casi palpable que en el ser humano hay algo que no se origina en el germen. Sería fácil descubrirlo, puesto que las condiciones previas ya existen, sólo que el intelecto del investigador aún no se ha desarrollado lo suficiente como para reconocer correctamente lo que sus expe­rimentos y observaciones le ofrecen. La ciencia natural no llegaría muy lejos si únicamente dependiera de la habilidad de los investigadores. Mientras éstos trabajan en el laboratorio, en la clínica o en otros campos de actividades, las potencias que dirigen al mundo se hallan detrás de ellos y hacen aflorar a la superficie lo que el mismo investigador no comprende y para lo cual él es tan sólo instrumento. Es absolutamente correcto decir que incluso la investigación objetiva es dirigida por los "maestros", las individualidades superiores; sólo que de esto comúnmente el hombre no se da cuenta. No obstante, estas cosas entrarán en observación tan pronto las facultades conscientes de los investi­gadores se compenetren de los conocimientos espirituales de la Antroposofia. Gracias a la evolución que desde la venida del Cristo a la Tierra ha tenido lugar, se ha operado una gran transformación de las facultades del hombre, el que anteriormente sólo pudo valer­se de las facultades que surgían de los gérmenes paterno y ma­terno. Durante la vida entre el nacimiento y la muerte, el hombre desenvuelve las facultades inherentes a los cuerpos físico, etéreo y astral. Antes de la época del Cristo Jesús, esas facultades única­mente fueron preparadas de cuanto el mismo germen daba; des­pués se agregó lo que proviene del nacimiento virgíneo y que no se debe al germen. Naturalmente, estas nuevas facultades pueden echarse a perder sí el hombre se abandona a la mera concepción material; en cambio, sí él acoge el calor que emana del principio del Cristo, las ennoblecerá y las llevará consigo, en forma cada vez más elevada, a las nuevas encarnaciones. Lo que antecede, presupone que en todas las enseñanzas anteriores al advenimiento del Cristo hubo un elemento determinante que dependía de las facultades provenientes de la descendencia y que el hombre recibía con el germen. Presupone, además, que el Cristo tuvo que dirigirse a las facultades que nada tienen que ver con el germen terrestre sino a las que se unen con el germen que proviene de los mundos divinos. Para hablar a los hombres, todas las grandes individualidades aparecidas antes de la venida del Cristo Jesús no pudieron valerse sino de las facultades adqui­ridas en su naturaleza terrena a través del germen; todos los profetas, los grandes fundadores e incluso los Bodisatvas tuvie­ron que servirse de estas facultades. No así el Cristo Jesús; Él habló a aquello en el hombre que no se origina en el germen sino a lo que proviene del reino de lo divino; y así habló a sus discípulos sobre la naturaleza de Juan el Bautista: "Os digo que no hay mayor profeta que Juan el Bautista, entre los nacidos de mujeres." Esto quiere decir, entre los cuya naturaleza tiene su origen en el germen masculino y femenino. Pero sigue diciendo: La más mínima parte de lo que no nació de mujer y que se une con el hombre desde el reino de Dios, es mayor que Juan". ¡Tan profunda verdad se oculta tras estas palabras! Cuando los hom­bres estudien la Biblia bajo la luz de la ciencia espiritual, descu­brirán que ella contiene verdades fisiológicas más grandes que todo cuanto el moderno pensar fisiológico y superficial pueda producir. Las palabras citadas nos inducen a buscar una de las más grandes verdades fisiológicas. El Cristo lo explica de la más variada manera. Quiere des­tacar que lo que Él trae al mundo es algo totalmente nuevo, distinto de todo lo anteriormente dado, porque se enuncia con las facultades provenientes de los reinos de los cielos, facultades no recibidas por herencia. Señala también que no será fácil com­prender semejante verdad, semejante Evangelio, porque los hom­bres quieren llegar a la convicción de la misma manera como antes pudieron comprenderlo. Pero el Cristo dice que de la nueva verdad no es posible convencerse de esa misma manera, puesto que el testimonio de la forma antigua no es propio para comprender la nueva. Las formas en sentido de la antigua ver­dad se comprenden cabalmente si se simbolizan mediante la "señal de Jonás". Esta señal simboliza la manera antigua de cómo el hombre se eleva al conocimiento de los mundos espi­rituales, o - con palabras de la Biblia - se convierte en profeta. La antigua manera de llegar a la iniciación ha sido como sigue: a los iniciandos se los preparaba cuidadosamente para que su alma adquiriese la debida madurez de conocer la vida espiritual; después, durante tres días y medio, se los mantenía sustraídos al mundo exterior en un lugar donde sus sentidos exteriores nada podían percibir, y donde su cuerpo se encontraba en un estado parecido a la muerte. A los tres días y medio volvíase a despertarlos, haciendo volver el alma a su cuerpo. Estos hombres poseían entonces la capacidad de recordar la visión de los mun­dos superiores, obtenida en ese estado, y de hablar ellos mismos de esos mundos. Esto fue el gran secreto de la antigua iniciación, que al alma, después de su intensa preparación, se le mantenía fuera del cuerpo, durante tres días y medio, en un mundo totalmente distinto. Así quedaba aislada del mundo exterior y penetraba en el mundo espiritual. Dentro de los pueblos antiguos, siempre había semejantes hombres que sabían hablar del mundo espiritual, porque habían pasado por lo que en la Biblia es llamado el "estar Jonás en el vientre del pez". Cuando estos iniciados aparecían ante el pueblo, ostentaban la "señal de Jonás", como indicio de que eran capaces de penetrar en el mundo espi­ritual. En sentido antiguo no hay, dijo el Cristo, otra señal que la de Jonás, y en el Evangelio lo explica aún más claramente: Existe, por cierto, como herencia de tiempos antiguos, la posibilidad de convertirse en clarividente - en forma opaca, indecisa - sin aquel método de iniciación, sino por revelación directa desde el mundo espiritual. Y el Cristo agregó: Mirad al rey Salo­món que fue de la índole de aquellos que, sin preparación previa, por revelación desde las alturas, obtuvieron la visión del mundo espiritual. En este mismo sentido, la "reina de Saba" que vino a encontrarse con el rey Salomón, fue la portadora de la sabiduría revelada desde las alturas y representante de los predestinados a heredar la clarividencia opaca, que había sido el don de todos los hombres de la época atlante. Existieron estas dos categorías de iniciados, la representada por Salomón, según la imagen de su encuentro con la reina de Saba, la reina del Austro; y la otra que se realizaba bajo la señal de Jonás, o sea, la antigua iniciación obtenida por el aislamiento del mundo exterior, durante tres días y medio. Nuevamente, el Cristo agregó: "Aquí hay más que Salomón y más que Jonás", con lo cual indicó que hay algo nuevo que entró en el mundo, y que ahora no sólo se habla al cuerpo etéreo por la revelación desde afuera, como en el caso del rey Salomón, ni tampoco por revelación desde dentro, por medio del cuerpo astral el que, en virtud de su preparación, transmite esa revelación al cuerpo etéreo, tal como lo representa el símbolo de la señal de Jonás. El Cristo dijo: "Aquí hay algo en que el hombre, con la madurez de su Yo, se une con lo que pertenece a los reinos del cielo, y las fuerzas de estos reinos se unen con la parte virginea del alma humana; esta parte se echa a perder si el hombre se aparta del principio del Cristo, pero se cultivará si el hombre se compenetra de lo que fluye del principio del Cristo. Además, el Cristo quiso mostrar que también puede haber hombres los que, antes de morir, serán capaces de ver los reinos del cielo, por medio del nuevo elemento en el mundo. Sus discípulos no captaron de qué se trataba, pero El quiso mostrarles que se refería a ellos mismos quienes, antes de morir, o antes de expe­rimentar la muerte de la iniciación antigua, experimentarían los misterios de los reinos del cielo. He aquí el maravilloso pasaje en el Evangelio donde el Cristo habla de la revelación superior, diciendo (cap. 9,27): "Os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que vean los reinos del cielo." Mas ellos no comprendieron que eran lla­mados a experimentar el poderoso efecto del Yo, del principio del Cristo, es decir, elevarse directamente al mundo espiritual, sin la señal de Salomón, sin la señal de Jonás. Preguntémonos ahora si esto se ha realizado. A continuación de las precitadas palabras del Cristo se des­cribe la escena de la transfiguración, donde los tres discípulos: Pedro, Jacobo y Juan se elevan al mundo espiritual, y allí se encuentran con las individualidades - en su existencia espiri­tual - de Moisés y Elías, percibiendo, asimismo, la esfera espiritual en que vive el Cristo. Por un instante, tienen la visión del mundo espiritual para convencerse de que es posible alcanzar la visión sin la señal de Salomón y sin la señal de Jonás. Mas también se evidencia que los tres son principiantes, pues en segui­da se adormecen, después de ser arrancados de los cuerpos físico y etéreo, por la potencia del acontecer. Así, el Cristo los encuentra dormidos. Con todo esto se mostró cuál es la tercera manera de pe­netrar en el mundo espiritual, aparte de las de la señal de Salomón y de la señal de Jonás. El Cristo sabía que el Yo del hombre debió desarrollarse, que había llegado el momento en que este Yo debió ser inspirado, y que las fuerzas divinas debie­ron impulsarlo directamente. Sin embargo, también quedó demos­trado que el hombre de aquel tiempo, incluso los más avanzados, no fueron capaces de acoger el principio del Cristo. Un primer paso hubo que darse con la transfiguración la que, no obstante, evidenció que los discípulos no poseían suficiente capacidad como para acoger el principio del Cristo. Por esta razón, al querer valerse, momentos más tarde, de este principio, tratando de curar a un enfermo poseído de un demonio, no logran hacerlo; y el Cristo les hace ver que no se hallan sino en el principio del camino, diciéndoles: "Por mucho tiempo aún he de estar con vosotros hasta que vuestras fuerzas puedan fluir en los demás." El mismo cura entonces al enfermo al que ellos no habían logrado curar. Luego les dice: "Ha de acontecer que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres"; esto quiere decir: está por llegar el tiempo en que paulatinamente ha de fluir en los hombres lo que ellos, por su misión terrestre, deberán desarrollar. Dicho con otras palabras: el tiempo en que el Yo que en su suprema conformación se presentó en el Cristo, será entregado al hombre. "Poned en vuestros oídos estas palabras; porque ha de acontecer que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres. Mas ellos no entendían esta palabra, y les era encu­bierta para que no la entendiesen." (Lucas 9, 44-45). Podemos preguntar: ¿Cuántos hombres la han comprendido hasta hoy? Ciertamente, serán cada vez más los que compren­derán que en aquel momento el Yo, el Hijo del Hombre, debió entregarse a la humanidad. Además, el Cristo dio la explicación apropiada para aquel tiempo, diciendo: El hombre actual es, por una parte, resultado de las fuerzas antiguas las que habían obrado antes de la influencia de las entidades luciféricas y, por otra parte, de estas fuerzas luciféricas que arrastraron al hombre a un nivel más bajo de su estado anímico-espiritual. Las conse­cuencias se manifiestan en las facultades del hombre actual. En lo que surgió del germen originario se entremezcló, en la con­ciencia del hombre, lo que le hizo descender a una esfera más baja; él es un ser binario: como resultado de la evolución, su conciencia actual se halla compenetrada de las fuerzas luciféri­cas. Sólo la parte en que reina lo inconsciente, o sea, lo que en cierto modo proviene, como un remanente, de la evolución a través de Saturno, Sol y Luna, cuando aún no existieron las fuer­zas luciféricas; únicamente esto fluye en el hombre como su parte virgínea. Sin embargo, esto no puede aunarse con él si no des­arrolla en sí mismo el principio del Cristo. El ser humano, como hoy se nos presenta, es, ante todo, el resultado de lo heredado, de lo que proviene del germen; y sólo su elemento de "infancia" contiene aún un remanente de su existencia de antes de la influen­cia luciférica; el elemento de "edad madura", en cambio, se halla compenetrado de las fuerzas luciféricas, las cuales hacen valer su influencia desde el primitivo estado embrionario, y ya al niño lo compenetran. En la vida común no se hace visible lo que antes de la influencia luciférica se ha vertido en el ser humano; pero la fuerza del Cristo volverá a despertarlo, al unirse con el elemento que constituye las mejores fuerzas de la naturaleza infantil del hombre. La fuerza del Cristo no ha de vincularse con las facultades que el hombre echó a perder, las que tienen su origen en el mero intelecto, sino con lo que ha quedado de la antigua naturaleza infantil, pues ésta es lo mejor del ser humano. "Entonces entraron en disputa, cuál de ellos sería el mayor", lo que significa: quién sería el más apropiado para acoger en sí mismo el principio del Cristo. "Mas Jesús, viendo los pensamientos del corazón de ellos, tomó un niño, y púsole junto a ellos, diciendo cualquiera que recibiere este niño en mi nombre" - quiere decir, quien en el nombre del Cristo se uniera con lo que ha quedado de los tiempos preluciféricos - "a mí recibe; y quien me recibiere a mí, recibe al que me envió"; lo que equivale a decir: al que envió a la Tierra esta parte del ser humano. Esto es el gran significado del elemento que en la naturaleza humana debe cuidarse y cultivarse: su elemento "infantil". Podemos esfor­zarnos en desarrollar las promisorias predisposiciones de una per­sona la que, probablemente, hará buenos progresos. Sin embargo, hoy en día no se toma en consideración lo que existe en lo más profundo del ser humano, que es el elemento en que se han conservado las fuerzas infantiles al que ante todo habría que tomar en cuenta, puesto que las nuevas facultades han de des­pertarse a través de ese elemento, por medio del principio del Cristo. Todo hombre lleva en si mismo dicha naturaleza infantil la que, si es activa, posee también la sensibilidad para unirse con el principio del Cristo. En cambio, si las fuerzas sometidas a la influencia luciférica, por más elevadas que sean, actúan solas, rechazan y se burlan de lo que como fuerzas del Cristo pueda vivir en la Tierra, tal como el Cristo mismo lo ha vaticinado. El Evangelio de Lucas nos enseña cuál es el sentido del nuevo mensaje. Cuando el antiguo iniciado, con la señal de Jonás en la frente, aparecía ante los hombres, fue reconocido como capacitado de hablar de los mundos espirituales; mas sólo lo conocieron por su aspecto exterior los que habían recibido la instrucción correspondiente, pues se requiere cierta preparación para comprender la característica de la señal de Jonás. Empero, se necesitaba una nueva preparación - más allá de la señal de Sa­lomón y la de Jonás - para abrir camino a un nuevo modo de comprender y de madurar al alma humana. Los contemporáneos de Cristo Jesús, normalmente, sólo eran capaces de comprender el modo antiguo; la mayoría de ellos pudieron comprender a Juan el Bautista, pero les causó extrañeza que, para dar algo totalmente nuevo, el Cristo se dirigiera a hombres de apariencia absolutamente distinta de la acostumbrada. Habíanse imaginado que El se sentara al lado de los que hacían los ejercicios anti­guos, a fin de proporcionarles su enseñanza. No pudieron com­prender que El se dirigiera a hombres por ellos considerados como "pecadores". Mas El les decía: "Si mi mensaje totalmente nuevo lo transmitiera a la humanidad de la manera antigua, en lugar de elegir una forma enteramente nueva, sería lo mismo que remendar de paño nuevo un vestido viejo; o echar vino nuevo en odres viejos. Mas lo que ahora debe darse a la humanidad como algo superior a la señal de Salomón o la de Jonás, habrá que verterlo en odres nuevos, es decir en formas nuevas. Debéis hacer un esfuerzo para comprender de un modo nuevo el mensaje que también es nuevo". Debieron comprenderlo, no en base a los conocimientos adquiridos intelectualmente, sino por la potente influencia del Yo, por lo que de la naturaleza espiritual del Cristo se había derramado en ellos. Para esto estaban predestinados, no los instruidos en sentido de las doctrinas antiguas, sino los que, a pesar de haber pasado por muchas encarnaciones anteriores, eran gentes sencillas quienes comprendieron al Cristo, gracias a la fuerza de fe, derramada en ellas. Consecuentemente, ante los ojos del mundo, también hubo que presentarles una "señal". En el gran escenario de la historia universal debió realizarse lo que, en el curso de siglos y milenios, se había realizado, como el pasar por la "muerte mística", en los Templos de los Misterios. Apare­ció ante el mundo y se evidenció en el Gólgota como aconteci­miento absoluto, todo lo misteriosamente realizado en los grandes templos de la iniciación. Con gran intensidad se presentó ante la humanidad lo que antes, en los tres días y medio de la antigua iniciación, sólo se había presentado a los iniciados. Así se explica que el conocedor de los hechos debió describir lo sucedido en Gólgota como la iniciación antigua transformada en hecho histó­rico y trasladada al escenario exterior de la historia universal. Lo que anteriormente los pocos iniciados habían experimentado en los templos de los Misterios: el hallarse durante tres días y medio en estado parecido a la muerte - proporcionándoles la convicción de que lo espiritual siempre superará a lo corpóreo y que lo anímico-espiritual pertenece a un mundo superior - eso debió realizarse una vez ante los ojos de todo el mundo. El acon­tecimiento de Gólgota fue una iniciación trasladada al plano externo de la historia del mundo, realizada no sólo para los que lo presenciaron, sino para toda la humanidad. Lo que irradió de la muerte en la Cruz, se extendió de allí hacia toda la humani­dad: con cada gota de sangre de las heridas de Cristo Jesús, una corriente de vida espiritual fluyó hacia toda la humanidad. Pues, como fuerza debió entonces fluir hacia la humanidad lo que antes, como sabiduría, había emanado de otras grandes indivi­dualidades. Esta es la gran diferencia entre el acontecimiento del Gólgota y la enseñanza de los demás fundadores de una religión. Las facultades del hombre actual no alcanzan para compren­der correctamente lo que en el Gólgota sucedió. Al principio de la evolución terrestre, el Yo humano se unió con la sangre como su expresión exterior. De no haber venido el Cristo, los hombres hubieran fortalecido su Yo a tal grado que hubieran desarrollado un egoísmo destructivo, pero el acontecimiento del Gólgota los preservó de tal peligro. Al verterse la sangre de las heridas del Cristo Jesús, se derramó el exceso de la substancia del Yo, como "señal" de que se estaba sacrificando el excedente de egoísmo de la naturaleza humana. Para comprenderlo, hemos de penetrar más profundamente en el significado espiritual del sacrificio del Gólgota. Esto no es asequible al intelecto y la mirada superfi­cial del químico, pues en un análisis químico de la sangre que se derramó en el Gólgota, se hubieran encontrado las mismas substancias que la sangre humana generalmente contiene. No obstante, quien examinara esa sangre con los medios de la investigación oculta, encontraría que efectivamente se trataba de una sangre distinta. Sin el inmenso amor que hizo fluir la sangre del Gólgota, la humanidad, debido al exceso de sangre, se hubiera perdido en el egoísmo; y el investigador oculto descubre ese inmenso amor que penetra la sangre del Gólgota. Particular­mente, ha sido la intención del autor del Evangelio de Lucas, describir que por el Cristo llegó al mundo ese inmenso amor que paso a paso ha de expulsar el egoísmo. Cada evangelista describe lo que resulta de su particular intención y tarea; y si examináramos más profundamente todos los hechos, encontraría­mos que todos los aspectos contradictorios desaparecen, contra­dicciones que la investigación materialista pueda encontrar, como por ejemplo las diferencias en cuanto a los acontecimientos pre­vios al nacimiento de Jesús de Nazareth, las que dejan de existir al explicarse lo realmente sucedido. Lucas describe lo que los ministros del verbo, los que lo han visto por sus ojos, pudieron percibir; y también nos habla del amor que se derrama y que perdona, incluso en los casos en que en el mundo físico se le hace sufrir lo más espantoso; de modo que desde la cruz, con toda razón, suenan las palabras: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen." Por su inmenso amor, el crucificado pide perdón para los que le crucificaron. Aparte, ¡vuelvo a afirmar que este es el Evangelio que nos habla de la fuerza de la fe! Debióse corroborar que en la natu­raleza humana hay algo que, por el solo hecho de verterse al mundo, es capaz de liberar al hombre del mundo sensorio, por más estrechamente que se halle ligado a él. Imaginémonos a un hombre tan atado al mundo sensorio, por toda clase de críme­nes, que la justicia del mundo ejecuta la condena; pero que él, no obstante, háyase guardado lo que en su ser pueda hacer ger­minar la fuerza de la fe. Tal hombre, comparado con otro que no sea capaz de hacer germinar esa fuerza, se diferenciará de éste al igual que uno de los malhechores del Gólgota se diferenciaba del otro. El primero poseía la fe cual una débil luz que irradia al mundo espiritual; es por ello que no ha de perder el vínculo con lo espiritual y que el Cristo le dice: "De cierto te digo que hoy, puesto que tú sabes que estás vinculado al mundo espi­ritual, estarás conmigo en aquello que se halla en el paraíso." De esta manera, en el Evangelio de Lucas, aparte de la verdad sobre el amor, resuenan también, desde la cruz, las verdades de la fe y la esperanza. Además, desde el ámbito anímico que el autor de este Evan­gelio nos describe, ha de cumplirse algo más. El hombre, compenetrado del amor que fluyó de la cruz del Gólgota, dirá: La evolución sobre la Tierra ha de realizarse de tal manera que el espíritu que en mí tiene vida, en el curso del tiempo transformará toda la existencia física terrestre. El prin­cipio del Dios Padre, que existió antes de la influencia lucifé­rica, será restituido a ese mismo principio, pero el principio del Cristo penetrará todo nuestro espíritu, y por nuestras manos se manifestará lo que en nuestras almas vive como una clara ima­gen. En nuestras manos, creadas por el principio del Dios Padre, fluirá el principio del Cristo. En lo que los hombres, a través de sus encarnaciones, hacen por medio de sus cuerpos, fluirá lo espiritual que proviene del Misterio del Gólgota; de modo que el mundo externo será transformado por el principio del Cristo. La calma que emanó de la cruz del Gólgota conducirá a la suprema esperanza por el porvenir, al ideal: En mi ser germi­nará la fe, en mi ser germinará el amor; la fe y el amor, al acrecentarse, penetrarán toda la existencia exterior. "La esperanza por el porvenir de la humanidad acompañará a la “fe” y el amor, y el hombre comprenderá que en el futuro deberá adqui­rir la calma y la certeza: Si tengo fe y amor, también puedo tener la esperanza de que lo recibido del Cristo fluirá, cada vez más, hacia fuera. Así, el hombre comprenderá las palabras que como alto ideal resonaron desde la cruz: 'Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Así, desde la cruz, suenan las palabras de la fe y de la esperanza en el Evangelio que nos describe la confluencia en Jesús de Nazareth de las anteriormente separadas corrientes espi­rituales. Lo que otrora la humanidad había recibido como "sabi­duría", fluyó en ella como fuerza del alma, como el elevado ideal del Cristo. Con las verdades espirituales que la ciencia espiritual nos transmite, se desarrollará en nosotros la facultad para compren­der que son palabras vivientes las que contiene un documento religioso como el que Lucas ha dado a la humanidad; además la ciencia espiritual nos revela el significado de su contenido oculto. De esta manera podemos comprender las palabras que resue­nan en el momento en que el Nirmanakaya del Buda hace fluir su fuerza en el niño Jesús natánico. Desde los mundos espirituales, la revelación fluye hacia la Tierra y, como amor y paz, esa misma revelación encuentra su reflejo en los corazones humanos, en la medida en que los hombres desarrollan en si mismos lo que, como buena voluntad, el principio del Cristo hace surgir del centro humano, su Yo. Esto resuena, con claridad y calor, en las palabras del Evangelio de Lucas:

La revelación desde las alturas de los mundos espiritua­les, y su imagen reflejo en los corazones humanos, trae la paz a aquellos hombres que en sí mismos, en el curso de la evolución terrestre, desarrollan la verdadera buena voluntad.



30 de septiembre de 2008

Conclusiones sobre el lado oscuro.

Se ve muy necesario que podamos sacar conclusiones de toda esta enseñanza, sin prejuicios, sin estructuras ni pautas, permitiéndonos sacar de nosotros aquello que fue aprendido y que solemos mantener por egos.

Una de las cosas que más me han ayudado en este camino, fue mi actitud que  catalogo de coherente desde el inicio, de ateo pasé a ser creyente en el transcurso de una noche y después me cuestioné mi vida, curiosamente pese a tener tantos egos entonces, pude a pesar de ellos darme cuenta que no servía de mucho lo que había estudiado, me refiero a mis estudios formales, pude comprender o avizorar que había mucha basura aprehendida, la que comencé a soltar. Esto es porque algunas cosas me resultan más fáciles que a otros, comencé de poco a poco a desapegarme de mis creencias (de todo orden) algunas con mayor otras con menor resistencia, pero lento o rápido fui avanzando. Que quiero decir con esto, que tenemos tanta mala información aprendida, cargamos con tanta cosa que no sirve para nada, que no damos espacio para que entre algo distinto, supongo que por miedo o desidia, o sea, egos.

 

Es tanto el tiempo que la oscuridad ha reinado sobre estos mundos, que todo ha pasado por sus manos y eso incluye el conocimiento místico, de tal manera que es el momento como dije en su oportunidad de cuestionarlo todo, absolutamente todo, si tenemos la oficialidad espiritual metida en la cabeza, no nos sirve de nada lo que hagamos, hay que cuestionárselo todo partiendo por lo que estoy escribiendo y ahí dejar actuar al corazón, no a la mente, no a la razón porque en ese momento entra el lado oscuro y esto ocurre por algo muy simple, bueno ahora digo que es simple, aprender cada cosa que pueda escribir o enseñar me ha llevado mucho trabajo; nadie puede dar aquello que no tiene, solo damos lo que poseemos en nosotros, la oscuridad en términos generales es antiamor, es anticristo, es desamor, odio, esto es lo que hay en los corazones del lado oscuro de tal modo que no se puede conmover ni reaccionar de una manera correcta porque es algo que el L.o. no sabe porque no lo tiene, sin embargo, nuestro corazón o nuestra alma que está compuesta –aunque ya no tenga mucho- de amor puede sentirse y vibrar con una verdad hasta te puedes emocionar y te caen hasta lágrimas cuando topas con ella.

El L.o. pesa en nosotros y mucho, siempre lo ha hecho, para mi el libre albedrío es casi un chiste, en ocasiones lo expliqué como un recurso de la oscuridad para sostener este sistema de cosas del cual todos participábamos y/o participamos, si vemos la ilustración de la anterior entrada de manera objetiva, no tenemos por donde manifestar nuestra voluntad, porque sería una imposición de la pequeña conciencia despierta en contra de esa gran inconsciencia, lo cual no me parece que ocurra para nada, si me parece a mi que el alma despierta, pesa mucho en este plano y eso hace que el L.o. actúe con dificultades, pero siempre nos ha terminado imponiendo su voluntad, el que pueda haber una sola persona que lo haya logrado lo estaríamos llamando un 2º Buda, ya que nosotros podemos dar cuenta o decir aquello que vemos en el plano de la tridimensionalidad, pero no sabemos lo que pasa en otras dimensiones en las que también participamos y que también cuentan, ni sabemos lo de los planos astrales, ni del plano elemental, ni el etérico, entonces ¿con qué responsabilidad puedo decir que manejo mi voluntad y que tengo libre albedrío? Ya que decir eso para mi es casi como decir que somos libres, libre albedrío supone una conciencia libre y lo que yo sostengo es justamente lo contrario.

 

Vivimos en mundos de la dualidad, todo se creó con un anti (por la oscuridad), no es creación divina que esto sea así, lo que pasa es que el intelecto es menos que limitado para entender que podría haber mundos sin dualidad, como vivimos en medio de ella no somos capaces de entender siquiera otra forma de existir, pero la hay. Y en medio de esta dualidad, todo está sin contrapeso, uno tiende a pensar en una balanza cuando se menciona la dualidad y ponemos 50% en un lado y 50% en el otro, pero quiero ser enfático en esto, ¡no es así! Hay bien y mal, pero no 50/50, hay mal a raudales y gotas de bien y esto ha sido para nosotros al menos siempre así, es como la conciencia, una tremenda desigualdad y esta es la causa de porque nunca haya resultado ningún plan divino. La pregunta de Pedro en su comentario a la entrada anterior es certera y profunda, acaso denota en su simpleza una conciencia más desarrollada que otros al darse cuenta que no tenemos por donde.

Veamos: no hay equilibrio, no puede buscarse equilibrio en términos reales cuando todo está desequilibrado, es como querer hacer equilibrio en medio de las olas de Waikiki; ahora suponiendo que eres una persona muy iluminada y que ha cultivado su espíritu y que piensas que puedes estar en equilibrio que puedes centrarte, de acuerdo si se puede hacer, pero solo por momentos y eso es absurdo, el efecto debería ser permanente y no transitorio, técnicamente sería como lograr el equilibrio como el equilibrista de circo, que lo ponen en una cuerda y lo logra, pero es solo un instante.

Otro detalle que no es tal, es olvidar la ley de causa y efecto, que nos ha penado desde siempre, por ejemplo, querer lograr equilibrio supone que no tienes karmas en sentido contrario o querer iluminarse o querer ser liberado o redimido, etc., etc., y si tenemos estos karmas y ¡si, los tenemos! entonces es iluso y cándido pensar en equilibrio, iluminación, redención, etc.

 

No es correcto tampoco que siguiendo el principio de cómo es arriba es abajo, nos de para presuponer que todo arriba es exactamente igual al infierno, porque la realidad me indica que eso es otro principio espiritual enseñado pero incorrecto, nuestro techo son los cielos medios, ese es nuestro arriba, allí nos pusimos como dioses, allí si hay dualidad, pero en los cielos superiores, ¡no!. No existe el mal, este es creación no origen, el que haya existido una falla cuando se hicieron los dioses, no significó que eso era una manifestación del funcionamiento superior sino mas bien como se desarrollaron las cosas en el proceso de creación.

 

Normalmente se enseña el deber ser en casi la totalidad de las escuelas de metafísica o esotéricas o a través de místicos también. Lo que yo enseño es el SER no el deber ser, eso es lo que me pone en aparente contradicción con muchos, a mi juicio allí estriban las grandes diferencias, el deber ser lo están poniendo como una realidad y eso no es así; es como sería si…, al tratar de llevar este deber ser a la realidad es el momento donde se producen los choques y la gente dice que le cuesta tanto hacer tal o cual cosa espiritual, el problema no es de la gente es de las enseñanzas incorrectas porque se trata de aplicar una formula que nunca va a resultar en nuestra realidad.

 

Ante toda la aplastante realidad ¿Tenemos alguna opción de cambio a nuestra oscura realidad? Esa es la gran pregunta y sin rodeos, respondo derechamente, ¡SI! Categórico. Esa es la promesa. Todo lo que ha ocurrido en nuestro universo local, es por amor del Padre, amor  al dragón y la serpiente, como hijos suyos que son independiente de la transformación, por eso dejó seguir adelante con la caída por Amor a nosotros, para que nos diéramos el gusto de vivirla a nuestra manera con nuestro propio gobierno, pero todo tiene que terminar incluso nuestra ilusión y ahora se va a manifestar el poder del Padre, cosa que antes no había ocurrido, -salvo que el lo hubiese querido respecto de alguien en particular-, ahora vamos a sentir por fin al Amor de las huestes celestiales las Adonai Sabayoth, que están prestos a nuestra liberación, esperando que demos los pasos correctos aquellos que podamos estar despertando para provocar el rescate y liberación y una vez que esté listo el número suficiente de almas, viviremos este proceso. Recomendaciones…4, 1º amar a Yahveh tu dios con toda tu fuerza, con toda tu alma y todo tu espiritu, 2º Amarse los unos a los otros, 3º cultivarse espiritualmente como las vírgenes discretas de los evangelios y 4º el sendero octuple de Buda.

El que no haya ocurrido antes en otros ciclos de espacio tiempo, como va a ocurrir ahora es porque “el horno no estaba para bollos” y ahora si, ahora que hay un arrepentimiento de parte de muchos a lo que era el sistema de la oscuridad. Lamento mucho haber sido como fui, pero ya me estoy perdonando y vosotros os debéis perdonar también.

 

Que el amor de Yahveh que hay en mí llegue a tod@s vosotr@s. 

23 de septiembre de 2008

El Lado Oscuro 10ª parte. Epílogo.

No apto para personas con enfermedades cardíacas o emocionales serias.

Acercándonos al final de esta serie.

 

Aunque no lo crean me da lata tener que escribir sobre este tema de tal modo que podría ser momento para ponerle término y ¡ya!, se acabó…

Las consideraciones finales están dadas por el actuar de los personajes y las reflexiones finales en si mismas. El dragón es lo que más se puede mencionar como aquella peste que nos ha tocado vivir en forma interna, aunque haya una minoría que concientemente lo soporte, inconscientemente es la más grande mayoría. Solo una minoría no resiste la presencia del dragón me incluyo en esta minoría.

 

En mi labor de sanación y de enseñanza he podido aplicar en mis pacientes y discípulos un trabajo para su sanación  y para su liberación en relación con el lado oscuro, lo cual ha producido buenos efectos, concretos que redundan en la disminución del lado oscuro, pero no hay un mecanismo determinado para los lectores o para el mundo en relación a poder compartir con todos la misma receta, es simplemente imposible, esto es como las iniciaciones entre el maestro y el discípulo, no participa nadie más. Pero, si  puedo contar algunas cosas, es importante la toma de conciencia, hay cosas que no puedo efectuar, por ejemplo, con mis pacientes a distancia, hay cosas que deben ser personales en razón de la “toma de conciencia”, o sea, no les puedo dar las herramientas pero si los elementos a trabajar y es lo que he estado haciendo en este tiempo en forma indiscriminada con todo aquel que llega a este blog. La toma de conciencia, no el leer o darse por informado, sino que el asumir en conciencia lo que está siendo entregado desde aquí, la posibilidad de experimentar  lo que les comunico en uno mismo, eso es lo que hace que crezca la conciencia. Importante ha sido la “Guía para el conocimiento de uno mismo” de Steiner que acompañó todo este proceso y permitió que fuese más fácil el proceso, -me refiero a la experimentación no a la lectura-.

La imagen que presento aquí está sacada de un libro y es como seguramente se enseña en los lugares correspondientes, esta permite dimensionar el tamaño del inconciente que alguna vez señalé en el L.O. 1ª parte:







Ahora para poder reflejar de manera correcta la situación, lo que hice fue editar la imagen a como corresponde a la realidad que es al revés de cómo se muestra o se nos informa una realidad falsa o distorsionada, en la 1ª imagen el consciente aparece oscuro y el inconsciente blanco, información que queda grabada también de manera inconsciente en forma incorrecta. En esta 2ª imagen el cambio es grande ¿cierto?


Yo saco conclusiones, lo importante, es que todos saquemos conclusiones, porque nos guste o no estamos todos en el mismo bote, de tal manera que o llegamos a puerto o nos hundimos en forma colectiva, yo estoy empeñado en llegar a puerto, alguno querrá esperar y dirá que hace la voluntad de dios; si es la voluntad de Yahveh lo que persigue, entonces debería ponerse las pilas porque lo que he podido saber es que El nos quiere a todos despiertos y, si se trata de esperar acontecimientos por inercia, ya pasó la Atlántida, Lemuria y así… y seguimos pegados aquí, esta es nuestra oportunidad y ojo que esto del L.O. es una parte muy importante porque es la clave a muchas cosas, pero es solo una parte del recorrido, aparte hay mucho más que caminar. Yo se que hay muchos remolones, pero es mucho lo que está en juego, es nuestra existencia, no es solo una encarnación más.

Ahora viendo la imagen 2, es más claro a nuestro intelecto, el saber a que corresponde la oscuridad y les pregunto ¿Quién manda a quien?, ¿quién maneja la voluntad? Se habla de la dualidad, pero hay dualidad mas no equiparidad, la moneda de 2 caras no es tal, porque una moneda implica 50 y 50, aquí vemos que esto es absolutamente irregular, lo cual indica que nosotros somos el resultante de un experimento genético hecho por la oscuridad. Mas de alguno podría escandalizarse por esta aseveración y me diría talvez, si tengo pruebas de esto yo haría la pregunta al revés, ¿porqué no me dan a mi las pruebas de que nosotros somos la creación divina en si misma? Porque es obvio que el que sostenga esto dirá que la oveja Dolly fue creación divina y no una clonación de laboratorio, pero se trata de que hablemos con la verdad, no llevados en brazos de los egos ciegos. Y la resultante es lo que somos una copia mal hecha de la oscuridad con todos los elementos que a ella convenían en términos físicos y no físicos. En Tiahuanaco, Bolivia hay en piedra los rostros de todas las experimentaciones efectuadas en este planeta, en el libro sagrado Popol Vuh, también se refieren a las experimentaciones en la creación hasta dar con el experimento que resultó más o menos bien y de ahí hasta ahora, ha transcurrido mucho tiempo y mucho agua ha cruzado por el río de la vida, y en términos de la conciencia debe haber sido semejante. Y repitamos unas preguntas ¿para qué vino Cristo?, ¿a salvar a quién?, ¿de qué nos habría tenido que salvar si todos somos buenos? y aún más el decía que nos venía a redimir al igual que los profetas afirmaban y esto implica necesariamente “prisión”, dicho de otro modo si no hay prisión no hay redención; -la libertad es de los primeros temas del blog y me remito a el-, la prisión es de nuestra conciencia y nuestra carcelera es nuestra conciencia misma, porque es oscura y llena de personajes que hacen que aquello se mantenga, esa es la gran liberación y con ello nos liberamos de todo.

Volvamos a echar un vistazo al dragón: la Biblia, Apocalipsis capítulo 12 verso 7 “Y estalló guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron con el dragón, y el dragón y sus ángeles combatieron, 8 pero este no prevaleció, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9 De modo que hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás que está extraviando a toda la tierra habitada; fue arrojado abajo a la tierra.”

Verso 13 “Ahora bien, cuando el dragón vio que había sido arrojado abajo a la tierra,”

Verso 15 “Y la serpiente lanzó de su boca agua como un río tras la mujer..”

Verso 16 “…, y la tierra abrió su boca y se tragó el río que el dragón había lanzado de su boca. 17 Y el dragón se airó contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los restantes de la descendencia de ella, los cuales observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar testimonio de Jesús”.

Comentemos el verso 7 en lo más importante del L.O. guerra en el “cielo”, se refiere a aquí mismo a nuestra atmósfera por así decirlo, sino se hubiese empleado el vocablo plural cielos, como se emplea en Génesis 1 verso 1, de tal modo que hay una confrontación aquí mismo de la cual el dragón sale mal parado y como podrán apreciar se usa indistintamente dragón o serpiente porque es lo mismo, son equivalentes en un momento se usa una careta en otro momento otra, pero detrás es lo mismo, la oscuridad, si recuerdan el post anterior se habla de la descendencia de la mujer y de la descendencia de la serpiente, de tal modo que la guerra es en este plano, con seres encarnados, o sea, en carne y hueso y con “los restantes de la descendencia de ella”, en definitiva están diciendo a las claras, que solo una parte de la humanidad es descendencia de la mujer (EVA la madre de todos los vivientes) esto no lo digo yo, lo dice la Biblia, yo solo  interpreto lo obvio, pero que antes no se veía.

El dragón es aquella parte que trata de tomar control del cuerpo físico en casi cada instante, en especial en los momentos de rabia, ahí asume con su fuerza, toma el control de la situación entera y pasan muchas tragedias como asesinatos de hijos, violaciones de niños, matanzas, masacres, apretar botones que liberan bombas que destruyen a miles, etc., etc., para que más si todos lo hemos vivido, todos hemos tenido situaciones que después de un tiempo decimos ¡no se que me pasó!, “¡perdí el control!” esta confesión es exacta perdió el control porque empezó a dominar esa otra parte de la conciencia que es el dragón y así dependiendo de la situación es que va a actuar ya sea  un personaje u otro de la oscuridad o varios en conjunto, todo lo anterior en connivencia con la oscuridad externa, esta es nuestra verdadera historia no apta para personas con problemas al corazón.

Se que hay muchos que son especialmente sensibles y que les duelen estas palabras, pero esta es la cruda realidad, que al menos yo, quiero cambiar y que la experiencia nos dice que recurriendo al truco del avestruz, no sirve para nada, seamos valientes y con coraje enfrentemos nuestra dolorosa y sufriente realidad, para que con el Amor que nos enseñó Jesús y la Luz que estamos recibiendo podamos efectuar las grandes transformaciones; dar testimonio de Jesús es obrar con amor, con misericordia, con clemencia, sin juzgar porque no nos corresponde y con todas las virtudes enseñadas por Jesús, Buda, los profetas y tod@s los anónim@s que hay en el mundo de recto actuar en estos momentos.

Me dio remordimientos de conciencia no haber mencionado un personaje del L.O. también importante, al que descubrí, a través de Tolkien en el señor de los anillos y que corresponde a la criatura Gollum, es bastante parecido a los otros, el que quiera saber más sobre el que lea el Hobbit capítulo 5 completo y referencias en el Señor de los Anillos, ya saben que las cavernas y los túneles son el inconsciente, ya tienen las claves para entender de manera correcta estos libros, por último, por si no lo sabían, el Señor Oscuroo señor de los Anillos, llamado Sauron o Gorthaur el cruel, es nuestro conocido y cercano Lucifur o Lucifer cuyo nombre significa el portador de Luz, porque al principio eso es lo que portaba: para estos planos Luz y que después cayó.

Eso es to, eso es to, eso es todo amig@s.

FIN

P.D. Esta noche por fin podré dormir tranquilo, como la canción..

1 de septiembre de 2008

LADO OSCURO. (L.O.) PARTE 8ª.



Quiero ahora referirme al otro gran personaje del lado oscuro: la Serpiente enroscada "Kundalini" (palabra sanscrita, otra de las lenguas sagradas).

Es tan famosa, que pueden buscar un montón de información a través internet. Hay una cantidad de cursos, para trabajar con ella, hay Yoga Kundalini, el Mantra Yoga, el Hatha Yoga, el Laya Yoga o el Kriya Yoga, kundalini tal, kundalini esta otra, etc., y por supuesto tiene una aura de santidad a todos ojos, que Madre mía, vaya alguien a decir algo en contra de ella. He copiado unos pequeños extractos del libro que se menciona a continuación, el que obviamente habla favorablemente de ella.
Ja, ja ,ja, soy el único que habla en contra de ella.

"El Fuego de Kundalini, por Daniel Jacob

"RESULTADOS DE ABRIR LA KUNDALINI
- Abrir sus capacidades de Clarividencia y Clariaudiencia
- Sentirse conectados con la unidad del universo
- Su mente se siente expandida en su búsqueda por una conciencia y conocimiento más elevados
- Permite que su ego de un paso al costado y los conecta con una frecuencia de pensamiento y conciencia más elevada.
- Sentimiento de amor incondicional, amor y conexión con el espíritu"

Imagínense que les ofrecen lo anterior, ¿lo aceptarían o lo rechazarían? cualquiera lo aceptaría, yo lo hice al menos en mi trabajo de sanación, cuando estaba empezando en estas cosas espirituales, como enseñanza de sanación. Abajo he copiado otras partes interesantes del libro, apreciad por vosotros mismos.

"He hablado largamente sobre los síntomas del mal-estar basado en lo espiritual en mis artículos referidos al “Síndrome de Aceleración Global”. Ahora los Guías agregan algo de información nueva que tiene que ver específicamente con las condiciones que surgen del rápido ascenso no pronosticado de la Kundalini. (2) Muchos están reportando una debilidad extrema, casi como si les estuviesen drenando la fuerza de vida del cuerpo. Algunos han considerado el suicidio, informando que sentían que ya no tenían razón alguna para vivir.

Para poder vivir en 3D, cada uno de nosotros adoptó una frecuencia específica (una “rúbrica energética) que vibra de acuerdo con cierta “postura” o actitud energética. Esta frecuencia representa la “posición” que tomamos respecto a cómo vemos al planeta, como nos vemos a nosotros mismos y a la vida en general. Para cada configuración de la polaridad (danza de la dualidad) fijamos el “dial” de nuestra conciencia para que refleje nuestra actitud respecto a ese asunto. Es como si nuestra alma se volviese un gran ecualizador, como el que podemos encontrar en un sistema de sonido estereofónico, con tonos bajos, tonos agudos y muchos tonos intermedios.

Cuando se activa la Kundalini, comienza a ascender en espiral un vórtice a través de cada chakra del cuerpo. Esta energía –a la que a veces llamo “El Inquisidor”- desafiará y examinará exhaustivamente cada una de las “fijaciones” de ese Ecualizador de Actitudes, para ver si realmente están de acuerdo con la esencia que quién y qué es la persona. En cierto sentido, es como morir y renacer, todo enrollado en el flujo vibratorio. Y puede suceder muy, pero muy rápido.

DEPRESIÓN Y FATIGA

Cuando “El Inquisidor” se comienza a movilizar, todo cobra vida.(3) Hay una aceleración en todas las partes del cuerpo y el alma de la persona. Se iluminan las sombras y es posible que se revelen los motivos ocultos. Eso no es sólo un proceso mental. Es uno bioenergético que tiene que ver con todos los aspectos de la personalidad humana al mismo tiempo. Por eso el movimiento puede ser tan veloz.

Si la Elevación de la Kundalini trae gran percepción y abre un deseo nuevo, puede haber un cambio repentino e inesperado en la conducta y/o estilo de vida de la persona. Si, en lugar de eso, ordena algún cambio en la vida que sea totalmente inaceptable para el yo primordial de la persona, la violenta reacción adversa puede volar los circuitos de su sistema nervioso"...

Ahora yo me hago responsable como siempre de mis afirmaciones y la denuncio igual que al dragón, los acuso como los grandes responsables de nuestra oscuridad, nuestra existencia oscura y de un mundo oscuro.

Si fuese un remanente de la energía divina, como se dice de ella, porqué entonces produce tanto daño, -como se menciona en el libro-, a aquellos que no están preparados, eso es aceptado por todos, porque nos lo metieron así, nos lo inculcaron de esa manera, es una creencia, es como las religiones, te las meten por las narices, vaya uno a contradecir algo, afortunadamente en estos momentos no hay inquisición, sino ya estaría en la hoguera, vaya paradojas de la vida.

La he visto como he visto al dragón, sin su halo de santidad, operando a través mío haciendo maldad, esto es aquello en contra de lo cual debemos luchar tenazmente y se puede también lo he podido comprobar.

No debemos tener la debilidad de Eva, debemos ser fuertes, ella, o el aspecto femenino de la creación del Hombre Celestial, fue seducida por esta misma serpiente por el ofrecimiento de poderes, esto es el porqué engancha tan fácilmente en la gente, por egos, ya que se les ofrecen poderes, sin embargo no existen poderes en el universo, que puedan igualarse a los dones del Espíritu Santo, pero estos no atraen, hay muy pocos que se sacrifican por ellos, pero por kundalini, uf... un montón.

En la foto se aprecian 2 serpientes, aunque se enseña que es una, la verdad es que son dos íntimamente ligadas pero separadas una es la femenina y la otra es el masculino.
Se parece al angel de la guarda, si fuesen beneficiosas no habría tanta maldad en el mundo, con tanto poder como tiene la kundalini, no existiría el mal en el universo, salvo que lo hubiese creado ella misma, por supuesto en planos superiores.

Y ahora si nos acercamos al final de esta serie sobre el lado oscuro.

Continuará...

18 de agosto de 2008

LADO OSCURO. (L.O.) PARTE 7ª.

Bienvenidos al mundo del dragón, a pesar de su furia lo he sacado del closet, lugar desde donde le gustaba hacer de las suyas.


La imagen de arriba es la real, la de abajo como suele mostrarse en estos planos, pero ojo, no siempre. Vosotros como querais podeis veros, lo importante es reconocerse a si mismo, este es el personaje por antonomasia de nuestro inconsciente lugar desde el cual se maneja el mundo, repito lugar desde el cual se maneja el mundo.




Se que hay algunos autores que ignorantemente han señalado que las jerarquías caídas están en otras partes de la galaxia así como la estrella polar o alfa draconis, etc., pero deben disculparlos porque como siempre o leyeron las cosas de otros libros o se las entregaron otros seres, pero jamás han hecho investigación por si mismos, no tienen idea de que va la cosa en términos reales, solo saben los mensajes incompletos que recibieron. La oscuridad y sus jerarquías están en todo el universo caído y en relación a nuestro planeta, están aquí en la tierra misma, con uno de sus ejemplares en nuestro interior ni más ni menos, con eso no hace falta que desde lejos nos manejen ya tenemos en nosotros mismos el máximo representante de la oscuridad con todas las instrucciones para hacernos permanecer en la oscuridad en un constante ciclo de reencarnaciones a perpetuidad. 

Sigamos con el dragón, yo con mis ojos lo he visto muy parecido a las imágenes de las fotos, aquella que el dibujante supo plasmar muy bien. Hay algunos autores que han retratado al dragón bastante bien, aunque sea en forma de cuento como lo hizo J.R.R. Tolkien en el Hobbit, pero en ese caso específico se refiere al dragón colectivo, pero si lo leéis, os podréis hacer una muy buena idea de los intereses del dragón. China fue uno de los muchos lugares en los cuales hicimos un culto importante al dragón, que se mantiene hasta el día de hoy, pero ahora de una manera muy distinta, ahora son pocos los que están conscientes. Me ha sorprendido visitar algunos blogs medio esotéricos, en los cuales se hace un poco de poesía y alusiones directas al dragón, pero sus autores por lo leído, juran que es su imaginación, me habría gustado decirles, ¡hey no, no es tu imaginación!, pero no se puede o llegan a este blog, o tendrán que descubrirlos por si mismos, tal como hice yo hace unos años atrás, el contarlo ahora es para evitarles el trabajo ya que es doloroso en todo sentido debido a que tiene repercusiones en la carne. Las repercusiones son en todos los planos también en lo físico, de tal modo que al saber esta información sin haber hecho un trabajo de investigación al respecto los libra de las represalias, lo que podéis hacer ahora es corroborar o estar atentos a lo ya expuesto para vuestra propia confirmación, las represalias ya no serán las mismas.

Sobre el dragón y haciendo un recuerdo al post del 29 de junio, en el cual Jesús hacía mención sobre nuestro verdadero padre, para que vosotros mismos veáis cuan ciegos hemos estado, que nos han tenido que meter el mensaje de alguna manera para poder despertar, y me quiero referir ahora a la película Star Wars, El Imperio Contrataca, hay 2 momentos especialmente importantes, por su trascendencia en nuestra vida real y no por el impacto cinematográfico del mismo. Una de estas escenas ocurre cuando, el joven iniciado tratando de convertirse en un Jedi, -Luke- está con su Maestro Yoda quien le dice que debe internarse en una caverna en busca de la realización de una prueba, pero que no debía llevar armas, el discípulo desobedece se arma hasta los dientes y baja; allí se encuentra con Lord Vader comienzan a pelear en este lugar sucio y maloliente, hasta que por fin Luke le corta la cabeza y al caer el casco al suelo se desvanece la máscara y se desvela su propio rostro. Esta escena muy mística por lo demás, yo la interpreto así: el discípulo en su iniciación debe encontrarse con su lado oscuro necesariamente, es parte del recorrido obligado, entra en la caverna que es su inconsciente y como dije al principio de este tema en la parte 1ª, hay muchas cosas que no tenemos idea que existen, ese lugar es casi laberíntico y lleno oscuridad de paisaje, sucio y maloliente el discípulo se niega a entar, pero quiere convertirse en Jedi, así es que lo hace lleno de armas que no sirven de nada y es todo nuestro bagaje de aquí, nuestras creencias y nuestras intelectualidades muchos doctorados y títulos que solo alimentan egos pero cuando se trata de enfrentarse con la realidad no sirven de nada, en los inframundos o infierno el discípulo va acompañado además de sus miedos, esto es por lo cual se hace necesaria la guía del Maestro, para poder pulir esas falencias y por fin encuentra al personaje siniestro a quien le tenía tanto miedo y lucha con denuedo contra el hasta vencerlo y cuando se le cae la máscara se encuentra consigo mismo, ¿con quien? con su propio dragón ni más ni menos, -en este caso fue en la forma del señor de la foto superior- cubierto por las envolturas oscuras, por eso la gente viste de negro, es una manera de trascender a la carne lo que se vive en otros planos, aunque a alguien le moleste esta aseveración, pero no es personal, también fue mi realidad.

La otra escena importante es cuando Luke se enfrenta al verdadero Vader y este le dice la famosa frase "Yo Soy Tu Padre" -si hasta mis hijos juegan con ella- ¿porqué le desgarra tanto el alma a Luke la revelación?, porque el se creía un elegido venido desde los cielos superiores que se había criado en el desierto, cual Jesús, Moisés o el Bautista creía que estaba en evolución en estos planos creía que era un ser de Luz que había venido a aprender y servir, os suena familiar esto, pues a mi si porque partiendo por mi mismo hasta saber la verdad, lo escucho en todas partes al día de hoy. Imagínense, el "diablo en persona" que te diga en esos estados de elegido que tu eres su hijo, no olvidemos que el mismo Jesús tuvo que salir corriendo después de decir esto, ya que si no se habría adelantado su muerte.

Este post era el número 6 del lado oscuro, después lo cambié al 7º y "pienso" que no es casual, ¿porqué? he aquí otro misterio que se revela, ¡Hurra!, lean apocalipsis, capítulo 13 Nº 18 "Aquí es donde entra la sabiduría: El que tenga inteligencia, calcule el número de la bestia salvaje, porque es número de hombre, y su número es 666"

¿Cuál es la Bestia? ¿tengo que decirlo? si de eso va este post, nuestro dragón, por eso es número de hombre, tiene que ver con el 6 del tercer ojo, el sexto chakra mente individual en relación con la mente colectiva planetaria con la mente colectiva a nivel sistema solar, ahí está el 666.

La bestia es la fuente de todos nuestros males; ¿cómo se combate? Sin miedos, ni temores, con reconocimiento a si mismo, con mucho amor y misericordia, quiéranse a más no poder, la clave es la clave de todo incluso de la salvación, el Amor, amense y amen profundamente, esa es la respuesta, pillarla me costó, sangre, sudor y muchas lágrimas, hagan caso a Yoda, lo otro no sirve.

Un fraternal abrazo.

Continuará...

17 de junio de 2008

EL SENDERO OCTUPLE

La segunda parte (no la final) del lado oscuro vendrá posiblemente a continuación de este post la próxima semana, debido a la importancia de nuestra liberación justamente del lado oscuro es que me veo obligado con gusto a entregar el gran proceso de la liberación.



Una de las grandes contribuciones de Buda a nuestra humanidad, es un camino, los senderos que debemos realizar todos, no es algo para leer ni entender intelectualmente es un avanzar en la conciencia; llamado por el budismo NOBLE SENDERO OCTUPLE. Es de una gran importancia su realización por cada uno de nosotros.

Dice el diccionario budista de Bhikku Saddhamanda:
“Noble se considera a quien alcanzó una de las ocho etapas tradicionales de Santidad. Los nobles abarcan 4 categorías: Quien entró en la corriente; Quien retorna una sola vez; Quien jamás retorna; y el Arhat o Santo propiamente dicho.

Las etapas de santidad se dividen en 2 grupos de 4 aspectos cada uno. En ambos se hace referencia a la realización del sendero, entendiéndose como tal al “sendero supermundano” y, al mismo tiempo, al acto o instante de ingresar en los estadios de Santidad. En cuanto a “disfrute” se significa con ello momentos de consciencia, repetibles bajo diferentes circunstancias y en incontables ocasiones durante la vida, como consecuencia de la realización del Sendero.

El primer grupo incluye:
-Realización del Sendero por parte de quien entró en la corriente;
-Realización del disfrute por parte de quien entró en la corriente;
-Realización del sendero por parte de quien retorna una sola vez;
-Realización del disfrute por parte de quien retorna una sola vez.

El segundo grupo comprende:
-Realización del sendero por parte de quien jamás retorna;
-Realización del disfrute por parte de quien jamás retorna;
-Realización del Sendero de la santidad;
-Realización del disfrute de la santidad.

La realización del Sendero por parte de quien entró en la corriente implica “pasar a liberarse” de la duda escéptica, de la creencia en la propia personalidad y del apego a normas y ritos.
La realización del disfrute por parte de quien entró en la corriente importa estar liberado de esas tres ataduras.
La realización del sendero por parte de quien retorna una sola vez significa la cuasi liberación de la malevolencia y el deseo sensual. La realización del sendero por parte de quien retorna una sola vez establece la liberación cabal de la duda escéptica, la creencia en la propia personalidad, el apego a normas y ritos, la malevolencia y el deseo sensual. La realización del sendero de santidad culmina con la liberación de las ataduras anteriores, más las siguientes: Infatuación, ignorancia, desasosiego, anhelo de existencia material sutil y anhelo de existencia inmaterial.
El sendero octuple es una vía a alcanzar de manera imperativa, quien no lo haga difícilmente verá lograda su liberación.
“El camino que permite la desaparición del dolor es la Ley (Dharma), la cual puede dividirse en lo que se llama el octuple sendero.


Son ocho reglas sustantivas:
-recto entendimiento
-recto pensamiento
-recta palabra
-recta acción
-recta vida
-recto esfuerzo
-recta atención, y
-recta concentración.

Leamos a Steiner, (Evangelio de Lucas) siempre brillante, “El buda decía: La causa del sufrimiento en el mundo proviene del hecho de que de las encarnaciones anteriores subsiste algo de que el hombre nada sabe. Lo que el retiene de sus encarnaciones anteriores es la causa de su no conocer nada del mundo, y esto es la causa del sufrimiento y del dolor, de la pesadumbre y la preocupación. Pero si el llega a ser consciente de las fuerzas que se hallan en su cuerpo astral y que el puede emplear, entonces puede, si el quiere, adquirir un conocimiento independiente de todo lo anterior, un conocimiento suyo propio.

Esto es el conocimiento que el Buda quiso dar a los hombres por medio del “Sendero de ocho etapas”, en que se indican las fuerzas que el hombre debe desarrollar a fin de adquirir en el actual ciclo de la humanidad un conocimiento no influenciado por las reencarnaciones sucesivas. Por la fuerza que el mismo Buda había alcanzado, el elevó su alma a lo que es posible adquirir por las fuerzas supremas del cuerpo astral; y en el “Sendero de ocho etapas” quiso señalar a la humanidad el camino del conocimiento no influido por Samskara*.
Lo definió de la siguiente manera:
El hombre llega a obtener semejante conocimiento del mundo, si con relación a cada cosa se forma un correcto concepto, que nada tenga que ver con simpatía o antipatía o, quizá, porque sea de su agrado, sino esforzándose en obtener el “concepto correcto” de cada cosa, puramente según los fenómenos que se le presentan en su aspecto exterior. Esto es lo primero formarse el “concepto correcto” de una cosa.
En segundo lugar es preciso volverse independiente de cuanto ha quedado de las encarnaciones anteriores y esforzarse en juzgar también de acuerdo con nuestro concepto correcto; no por cualesquiera otras influencias, sino únicamente de acuerdo al concepto correcto que nos hayamos formado al respecto. El segundo factor consiste, pues, en el “juzgar correcto”.
En tercer lugar se trata de que, cuando nos dirigimos al mundo, hemos de esforzarnos en expresar también correctamente lo que queremos comunicar, de acuerdo con nuestro concepto correcto y juicio correcto; esto requiere que a nuestras palabras no agreguemos nada, aparte de aquello que realmente es nuestra opinión; y no solamente a nuestras palabras, sino a todo lo que sea expresión de nuestro ser.
En cuarto lugar es preciso esforzamos en no actuar según nuestras simpatías y antipatías, ni tampoco según aquello que sombría­mente nos agita como Samskara, sino en tratar que se convierta en acción lo que hayamos captado como el concepto correc­to, el juicio correcto y la palabra correcta. Esto es, por consi­guiente, la acción correcta, el "modo correcto de actuar".
La quinta capacidad que el hombre necesita para liberarse de lo que vive en él, es adquirir la correcta posición, la situación correcta en el mundo. Veremos claramente a que se refería el Buda, si nos decimos: hay tantas gentes que no están contentas con su quehacer en el mundo y que piensan que en esta o aquella po­sición podrían desenvolverse mejor. Pero el hombre debiera ha­cer lo posible a fin de alcanzar lo mejor que pueda dentro de la situación en que ha nacido o en que el destino le ha colocado, quiere decir, situarse en la mejor "posición". Quien no se sienta conforme con la situación en que se encuentra, tampoco podrá ganar de ella la fuerza que le pueda conducir al correcto actuar en el mundo. A esto el Buda lo llama conquistar la "posición correcta".
El sexto paso, consiste en que hagamos todo lo posible para que lo ya alcanzado, o sea, el concepto correcto, el co­rrecto juzgar, etc., se transforme en nuestra actitud habitual. En la infancia tenemos esta o aquella inclinación o hábito. Pero el hombre debe esforzarse en no conservar los hábitos que pro­vienen del Samskara, sino en adquirir los hábitos en que se con­vierten gradualmente el correcto concepto, el correcto juzgar, la correcta palabra, etc. Estos son los "correctos hábitos" que de­bemos adquirir.
En séptimo lugar debiéramos poner orden en nuestra vida de tal manera que en nuestro actuar de hoy jamás nos olvidemos de lo realizado ayer. No alcanzaríamos nada en la vida, si cada vez tuviésemos que volver a aprender nuestras habilidades. El hombre debiera tratar de formarse- pensamien­tos y memoria de todo lo relativo a su existencia y, constante­mente debiera aprovechar lo ya aprendido, enlazando el presente con el pasado. Esta es la "memoria correcta" -en sentido bu­dista- del que el hombre debe apropiarse en el sendero de ocho etapas.
La octava facultad consiste en que el hombre, sin pre­dilección por esta o aquella opinión, sin dejarse guiar por lo que le ha quedado de encarnaciones anteriores, logre entregarse pu­ramente a las cosas, las contemple y las deje hablar a sí mismo, con exclusión de todo lo demás. Esta es la "contemplación co­rrecta".
He aquí el "Sendero de ocho etapas" del cual el Buda decía a sus discípulos que su observancia conduciría, paso a paso, a apagar la sed de existencia que es la causa del sufrimiento, y a dar al alma lo que la libera de todo aquello que proviene de las vidas pasadas y que la reduce a la esclavitud.“



Al haber hecho esto Gautama Buda, significa que todos tenemos las causas para poderlo hacer. Como casi para todas las cosas, esto es libre albedrío, o sea, el ejecutarlo o no, el recorrer estos senderos o no, pero como tal opción que se nos presenta, el que no la tome debe responsabilizarse en el sentido de su no liberación, difícilmente la divinidad va a hacer algo por aquel que no hace nada por si mismo. Tomémosle el peso a lo hecho por Buda, así como Cristo Jesús y otros, que han desarrollado una planificación divina para nuestra salvación, esta es la gran ayuda de la divinidad. Tómala o déjala, pero en forma responsable, asume tus propias decisiones y las consecuencias de ellas. Esto es el gran legado de Buda a la humanidad de nuestro planeta, como estoy viendo las cosas al día de hoy.
*saṃskāra (संस्कार): MW1153.2 (masculino) latencia; sam (junto, completo) + kāra (acto de hacer, de trabajar), deriva de √kṛ (hacer, representar); 1) impresión latente o subliminal; huella psíquica dejada por una experiencia anterior en la memoria profunda; 2) consecuencia de una acción que condiciona otra futura; I.18 - I.50 - II.15 - III.18; saṃskārayoḥ (masculino, genitivo, dual) III.9 - IV.9; saṃskārāt (masculino, ablativo, singular) III.10; saṃskārebhyaḥ (masculino, ablativo, plural) IV.27