El siguiente tema lo escribí hace 13 años y lo tuve guardado porque es una de las cosas mas amargas para la existencia de la creación y entristece mi alma, ha llegado el momento de sacarlo a la Luz debidamente. Está escrito de manera suave casi como algo ficticio siendo que es nuestra peor realidad. Está señalado que vinimos a participar de la expansión, lo cual no es verdad, estamos aquí por haber sido expulsados, porque caímos por desobediencia.
Santiago, 30 de abril de 2004
LOS
PACTOS CON LA OSCURIDAD Y EL LENGUAJE INVOLUCRADO
Para
desarrollar este tema es necesario, que te sientes y acomodes en tu
mejor lugar, no debes realizar la misma lectura acostumbrada, ahora,
por esta vez,
vas a dar un recreo a tu alma y vas a sentir el texto con tu corazón,
allí podrás escuchar las verdades que te sean señaladas y
discernirlas, te deseo un buen viaje a través del espacio y de los
tiempos y del que daremos comienzo ahora con una breve explicación.
Desde
los universos inmateriales distantes, hemos tenido un andar hacia los
mundos materiales. Son numerosos los hermanos y hermanas que se
ofrecieron para participar en la expansión del “Reino del Padre de
la Luz viviente”. Para traer la Luz a los mundos de polvo y por eso
ha sido el largo caminar y experimentar en la carne, para que una vez
así realizada nuestra experiencia personal pudiésemos volver a esa
Luz. Cuando éramos Luz, -mejor dicho,
Luz Integra, porque seguimos siendo Luz, atrapada, pero Luz al fin y
al cabo- sabíamos todo y queríamos experimentar todo y en todos los
planos de creación.
Y nos propusimos en forma
voluntaria venir a estos mundos de polvo. Para llevar a cabo esta
tarea, nos vinimos tal cual éramos, con muchas facultades especiales
o dones, como lo entenderíamos ahora en nuestro mundo, imagínense
venir dotados de esta manera, significaba estar muy capacitados, el
equivalente a un superdotado aquí en la tierra, con todos los dones
del Espíritu Santo y con todo aquello que nos concede el derecho de
nacimiento, o filiación divina.
Un
viaje imaginario.
Iniciamos el viaje por los muchos mundos, teníamos claridad absoluta
de cual era nuestra procedencia, si así
lo pudiésemos
decir “cual era mi familia directa, mis hermanos y hermanas, mis
primos”, etc. Todos teníamos lo mismo, solo podría variar la
función a desarrollar.
Al
partir, todo iba bien, comenzamos por ejemplo a ver muchas
geometrías, de distintos, múltiples colores y matices, son millones
en realidad, no necesito aparato alguno para hacer un “close up”
o acercamiento de imagen, mi visión me lo permite, puedo ver cosas a
millones de kilómetros, pero aquí no hay tiempo ni espacio, la
distancia está en mi
mente, sin embargo de alguna manera puedo conectarme con el espacio
creado y hasta con el tiempo, puedo conectarme con mi Padre y con mi
Madre, Divinos, en cualquier momento, además vamos todos juntos, lo
cual me permite un gran regocijo, vamos a estar todos juntos abajo
también, pienso, nunca vamos a estar solos y quizás hasta
recuperemos algunos de nuestros hermanos que desafiaron al Padre,
-¡que triste momento!, su molestia les hizo caerse-, lógico, aquí
todos sabemos de las leyes de vibración, ellos bajaron su vibración,
ya no pudieron mantenerse de pie ante el Trono Supremo, así es que
vamos con mucho amor y ellos no podrán resistir esta energía y los
ayudaremos a subir y limpiaremos las regiones del espacio que han
sido ensuciadas. ¿Cómo será estar de nuevo con mis hermanos
adámicos? Ellos, en la dualidad, deben sentirse muy sólos, pero ya
los rescataremos y recordarán de dónde salieron y cómo cayeron.
Si, me acuerdo claramente como nos lo relataba, un gran príncipe, a
poco de ser creados, -aunque creo que nunca he podido aceptar que nos
aborrecieran desde antes de nuestro nacimiento- como un tercio de las
jerarquías, se confabularon en contra nuestra, para sacarnos de
nuestras regiones cósmicas y esclavizarnos y les hubiese resultado
totalmente su rebelión, al menos en contra nuestra, pero olvidaron
algunos detalles... muy importantes. Gracias a eso no nos caímos
todos y podremos rescatar a nuestros hermanos. ¡Hey! Me dice uno de
mis hermanos que viaja conmigo, que está leyendo mis pensamientos,
¡no te olvides que nuestros hermanos cayeron porque pactaron con
ellos!. Es cierto, fue el primer pacto funesto para nosotros como
familia adámica, creo que en algunos planetas de la
tridimensionalidad, lo enseñan en la tierra como la historia de Adán
y Eva y que a ella, una de mis hermanas (y eso que fueron millones)
le dieron una manzana (El primer pacto) que les iba a otorgar poder
supremo y resultó ser una mentira, Hum, cuando llegue abajo podría
escribir un cuento que enseñe esto similar al de Blanca Nieves, que
explica lo mismo.
Siento
malestar en mis centros inferiores de energía al recordar esto, como
fueron embaucados mis hermanos, que
difícil
manejar la codicia y otros apetitos personales, pensar que creímos
que nos daban uno por uno y en realidad pagamos mil por uno, ¡vayan
ustedes a saber cuantos millones de años significarán dichos
pactos!. A poco andar, siento un cambio de vibración, me siento
extraño es un campo de fuerza desconocido, pero, ¿dónde están mis
hermanos? no los veo, se están acercando... otros hermanos, parece,
son grandes, tienen gran majestuosidad y mucha luz, pero no se, no
son como en el Consejo, me saludan y me ofrecen ayuda, son los
guardianes de esta región espacial, se portan muy bien conmigo, me
han ofrecido toda su cooperación para continuar mi viaje y me han
dado unos anillos que me permitirán enfrentar de mejor manera mi
viaje en el planeta al que voy, me piden una colaboración mía y les
regalo una parte de lenguaje de luz, que no me va a servir a donde
voy, en cambio a ellos si les podrá servir para ayudar a muchos de
mis hermanos en esa región, además me han obsequiado algo parecido
a unas cartas de presentación, que me permitirán llegar al planeta
donde voy sin despedazar el ambiente y sin ser destruido por los
seres que lo habitan, ya que me permitirá entregarles armonía y
tranquilizarlos con mis pensamientos. Me acompañan en este viaje,
son muy amables, me explican también que estamos llegando al límite
de su región y que estoy próximo a entrar al planeta, que puedo
sufrir un poco de pérdida de memoria y que será producto del cambio
electromagnético. En fin, ha sido todo hermoso, llego a una
civilización pero es diferente a como la veía antes, me presento
ante los gobernantes, me dan la bienvenida y me mostrarán todos los
lugares del planeta en sus veloces naves. Estoy bien, aunque siento
mareos, ellos me llevan a un hospital, me recupero rápido, no se que
hicieron en mi, pues estuve dormido, pero se me han terminado los
mareos, iré a dormir a mi casa, ¿mi casa? Estoy confundido, yo no
tenía casa, creo... pero, de cualquier modo ya estoy en ella, debo
dormir, pero tengo la sensación de que no dormía antes.
Entonces
sucedió un día
que
un Maestro de Luz me despertó
y me comenzó
a contar muchas cosas, señalándome que el viaje había
terminado. Le pregunté
por mis hermanos y hermanas, ¿donde están?; y por los Maestros,
¿desde cuando han venido? y este mostrador del camino me dijo: Hubo
un momento en que saliste para venir a estos mundos planetarios eso
fue hace un millón de años aproximadamente, de acuerdo a tu manera
de contar el tiempo, pero al momento de tu partida, durante tu
trayecto, te desviaste y entraste en campos gravitacionales caídos,
en una vibración no deseada, con señores de la oscuridad, allí
celebraste pactos, pero ya era tarde puesto que desarrollaste un
curso de acontecimientos totalmente distinto a lo que originalmente
se había preparado para ti, ese pacto tomó parte de tu lenguaje de
luz, con lo cual perdiste comunicación hacia los mundos superiores,
ya no tenías el alcance previo. De acuerdo a tu nueva vibración,
llegaste a otros planetas y encarnaste en medio de civilizaciones que
tu llamas extraterrestres, seguiste celebrando pactos con ellos, para
dominar a especies raíces de los planetas donde estabas, y eso lo
seguiste haciendo durante mucho tiempo y en muchos planetas, pero eso
no solo te paso a ti, también le ocurrió a la mayoría de tus
hermanos y hermanas. Y donde no pactaste con los extraterrestres, tus
hermanos lo hicieron. Entonces algunos de vosotros han sido
involucrados en sus propios karmas
o acciones negativas,
y otros han sido afectados como consecuencia de lo que hicieron sus
hermanos, debido a que la mayoría fueron
pactos colectivos y por eso han estado sufriendo por milenios el
acoso de dichos seres, sus “antiguos socios” los que ahora al ver
que muchos de ustedes retomaron el camino de la búsqueda de la Luz
Superior, se molestaron por estimar que estaban quebrantando dichos
pactos. -¿Puedo preguntar algo? –Si, me contestó. -Para ver si
entiendo, lo que tuve ¿fue una regresión? - Sí, te la hicimos como
consecuencia de tu incesante escudriñar las escrituras sagradas y
desear encontrar la verdad, pero ahora me debo ir. -¿Quién eres? Le
alcance a preguntar. – Un siervo del único señor. Y la visión
desapareció. Me desvelé, era media noche, fluían en mi cabeza
muchas preguntas, las mismas preguntas en realidad que ya me había
hecho, sólo que ahora me estaba dando respuestas y lo gracioso era
que me reía solo. Nunca nos abandonaron, nunca estuvimos solos,
aunque se permitían tantas abducciones, no estabamos desprotegidos,
era nuestro karma y ahora lo entiendo, nuestra obligación
contractual. Existen leyes, como también existe el principio del
libre albedrío, de tal modo que si yo firmo un acuerdo, este
es ley entre los contratantes, por lo que mal podrían venir las
huestes de Miguel a protegernos, en vista de que nosotros mismos los
sacamos a ellos de su función protectora, al sellar los acuerdos o
pactos. Seguí orando y meditando los días siguientes y se me fueron
dando las respuestas internamente. Al cabo de un tiempo había
logrado establecer que el descenso implicó una serie de realidades,
como lo fueron el entregar parte de nuestra identidad divina a cambio
de poderes que nos permitían manejar a otros seres y que nos fue
apartando de quienes somos realmente; estos acuerdos, pactos o votos,
con divinidades caídas o con sus creaciones (los extraterrestres
negativos), nos hizo darles una parte de nosotros mismos y perder por
ello nuestra condición lumínica original, por lo tanto, la
representación que supuestamente, íbamos a hacer del Padre, aquí
en la tierra, es escasa y deformada, teniendo en la actualidad de
manera masiva una gran cantidad de compromisos o pactos con la
oscuridad, los que nos han marginado y dejado a su merced, con gran
cantidad de dolor, daño y sufrimiento. Así por ejemplo, la visión
espiritual o tercer ojo activado es privilegio de contadas personas y
esto es producto de aquello que cedimos “ciegamente”, por eso la
mayoría no ve con su tercer ojo. Algunos pactos se realizaron
totalmente en planos superiores a este y tienen una mayor influencia
en la humanidad que otros realizados aquí que aunque muy fuertes y
dañinos tienen un alcance más limitado. Otros se realizaron tanto
en planos superiores y fueron refrendados aquí abajo. Al realizarse
un pacto en planos superiores, se usan un tipo de geometrías que
escapan del lenguaje lineal que se usa en planetas como la tierra,
donde una parte de tu energía, que emana de tus cuerpos de Luz sella
el pacto. Esta energía se usa después en contra tuya y de tu
especie, ya que ese cuerpo de luz pasa a integrar el cuerpo de carne
con esa información errónea,
pudiendo provocar por ejemplo, enfermedades que ya están programadas
en el código genético, accidentes (no accidentales) o incluso la
muerte física. Otros pactos no se celebraron por contar con más
poder, sino que por miedo, para nuestra defensa, como comprenderán,
a esas alturas ya habíamos olvidado nuestra protección inherente a
nuestra filiación divina. En
algunos
pactos
celebrados a nivel de planetas físicos,
el
lenguaje sagrado quedó contenido en templos, la mayoría bajo tierra
o en cavernas que descendían al interior de la tierra, quedaron en
las paredes, dibujados o escritos, además en instrumentos tales como
sortijas, altares, pergaminos, sellados con sangre de otros seres
humanos o a veces de tu propia sangre. Así,
cuando hacíamos una invocación a un supuesto ángel
de Luz, que no es tal y que te va a dar una serie de beneficios, en
el aspecto, financiero, amoroso, etc. etc. significó un pacto en
algún momento con ellos, que continúa vigente mientras no hay una
revocación expresa del mismo y si bien es cierto puede traer el
beneficio
pactado,
vale la pena preguntarse ¿Es beneficioso vender el alma o parte de
ella a cambio de un supuesto bienestar terrenal?; aunque hayas tenido
ese bienestar en una vida, la existencia es muy larga y seguirán
involucrados todos aquellos que estaban en conexión contigo y por
supuesto la persona misma que pactó. Para ilustrar la situación,
así como vemos en películas, ya sean ficción o no, una tribu o
clan, que se prepara para dar una batalla o que van a apoderarse de
una tierra o pueblo, el jefe encarga al sacerdote o brujo, que
practica unos rituales y hace hechizos u otro tipo de sortilegios.
Tal vez ganen esa batalla o dominen a esa gente y
su territorio,
pero, ¿a qué precio?, el pacto no es el del brujo con las fuerzas
oscuras que haya invocado sino de todo el clan involucrado en ello,
por ende el Karma, además de ser, muy horrible, es para todos y no
se paga en una vida posterior, sino que siempre, porque el pacto
sigue vigente. Hemos visto muchas películas en
las que se
busca ciertos objetos que podríamos denominar antigüedades u
objetos arqueológicos, pero, ¿qué
es lo que se busca realmente sino el poder que encierran ellos? y no
es que un objeto tenga un poder por si mismo, sino,
que es el pacto que encierra, el que tiene el poder, distinto
completamente a los pactos con el Dios vivo. Esto nos ha tenido
esclavizados y viviendo en condiciones totalmente distintas a como
alguna vez planificamos fuera del espacio y del tiempo, “que
serviríamos a nuestro Padre de la Luz viviente”.
Después
de saber estas cosas, hago trabajo ardo y continuo para terminar con
mis pactos y restablecer mi Luz original ¿y
TU?.
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