CONTACTO

11 de junio de 2008

El LADO OSCURO, 1ª parte.

 



Este suele ser un escabroso tema del que feliz sería de rehuir, es casi como hablar del ego, muy desagradable, pero absolutamente necesario si es que uno en verdad desea evolucionar. Tiene que ver con reconocer nuestro origen y saber quienes somos en verdad, no quienes soñamos ser, porque para sueños... llevamos tanto tiempo, es el momento de enfrentarnos a nuestra dura y cruda realidad, somos y hemos sido parte de la oscuridad, hay una gran parte de ella que se ha mantenido escondida de todos porque, está en el inconsciente, la que vemos es aquella que se materializa a través del consciente de las personas. En definitiva siempre hemos visto lo que hemos querido ver y que nos ha permitido nuestro ego, no la verdad, ni la realidad. La mejor manera que he encontrado para explicar esto en palabras simples y claras, es que somos como un jardín y este jardín se divide en tres partes distintas, una es el consciente, la menor -cerca del 5%- otra parte es el subconsciente que representa cerca del 10 al 15% y la última que es entre el 80 al 85% de la conciencia que es el inconsciente. El ego nos dice que el jardín tiene una única planta que está en el antejardín y que todos ven, este es el consciente, este es un rosal o tulipán o loto o la flor que ustedes quieran ser, total es su ego, y este dice que no hay nada más. Pero si miramos hacia atrás veremos que el jardín es grande y que atrás camufladas hay grandes enredaderas, plantas carnívoras, maleza. etc. De allí, de nuestra oscuridad interna que está en contacto y conexión con la oscuridad externa es de donde salen todos los males de todas las civilizaciones humanas o no humanas, en este y otros planetas en los que hayamos habitado.

¿Tenemos que saber esto? si, absolutamente porque es labor personal el reconocer todas y cada una de las plantas, pues se presenta la opción de desmalezar y arrancar de raíz, valga la redundancia, la raíz de todos los males en nosotros mismos.


El que lo investiguen y lo corroboren en forma personal, los hará crecer y a la larga será gratificante, a la corta puede ser muy triste, pues la oscuridad a uno se le va encima por haberse rebelado y lo suele pasar mal, pero es el precio a pagar por la libertad. En fin depende de cada uno de ustedes cuando empezará el proceso si es que así lo desea.
A mi en lo personal me ha tocado sufrir mucho por ello, pero no me arrepiento de esto, se que es lo correcto.
He podido comprobar la molestia que le produce a la gente que gusta del esoterismo pero que no saben nada sobre este tema, la negación y bloqueo que provoca el que se les insinue siquiera la existencia de su lado oscuro, lo cual queda demostrada por la sola molestia y rabia que produce. Es entendible en todo caso, esta situación, ya que vivir pensando en que somos seres de Luz durante toda una vida -casi iluminados- y de pronto que alguien venga a cambiar su forma de vida y terminar con ese sueño, produce molestia, una evidente molestia ya que a nadie le gusta ser despertado y encontrarse con algo que ni siquiera saben como abordar, en esos momentos el ego revienta a más no poder, y se expresa, negando con toda su fuerza, la angustia y rabia al sentirse descubierto ya que siempre había actuado en la impunidad del inconsciente de cada persona que creía en una pureza de conciencia. Lo primero que hace la mente es un bloqueo irracional diciendo que esta idea es irracional, lo cual no tiene nada de efectivo, esto es completamente racional, el descubrir por uno mismo lo que otros iluminados han señalado no hace que sea irracional, que la mente intelectual no tenga la información no hace que sea irracional o descabellado, muy por el contrario, permite entender tantas cosas que ocurren en el mundo y en nosotros mismos, da luz a todo esto un sin fin de situaciones continuas que han tenido malas explicaciones porque han partido de falsas premisas y por ende se han abordado mal.
El mal no es algo que hay fuera y que circunstancialmente le llega a uno y lo vuelve malo, o que se tiene una conciencia consciente que es mala, oscura o una lumínica como sostiene el ego de los detractores de esta verdad. Esto para mi si que es absurdo. Es ridículo en términos reales, si hay conciencia esta es como lo dice su nombre conciencia y esta en si no cambia porque si a momentos del día. La conciencia suele transformarse producto de trabajo y este ocurre generalmente de manera positiva, entonces ¿qué es lo que hace que personas sufran transtornos y maten, a otras personas o agredan a sus semejantes de las mas diversas maneras?Mi respuesta es simple se manifiesta el lado oscuro en nosotros, desde el inconsciente domina al consciente en pro de su manifestación, aquella que le es natural y que ha acompañado a esta alma por mucho tiempo.

Un acercamiento al tema está en este video: tengamos presente que Jung escribió sobre esto hace 1 siglo, aproximadamente, así es que está suavizado y por supuesto incompleto.

3 comentarios:

Ximenita dijo...

Juan Miguel: gracias por el artículo, resulta muy difícil de asumir el verdadero origen al que pertenecemos, para mi constituye un trabajo permanente, pero estoy convencida que es importante avanzar en el camino de la verdad, abrir los ojos, ampliar la conciencia y crecer de corazón.
Un abrazo,
Ximena

Gerardo González García - triplege - dijo...

La pregunta que me hago al respecto entonces es ¿Qué sucede con los santos? ¿Ellos se han liberado de la oscuridad? o de algún modo a través de los Karmas siguen atado al lado oscuro.

Juan Miguel dijo...

Hay una clasificación respecto de aquellos que hacen un trabajo lumínico que es de rectos, justos y santos.

Nosotros aquellos que estamos haciendo esfuerzos profundos y reales, somos considerados rectos. Hay una hermandad de Luz que trabaja en el Centro Enoquiano, ellos son llamados justos y los Santos, están junto al Padre, pero no los conocemos, o sea, tal vez si conozcamos a algunos, señalados en textos sagrados, aparte de ellos no sabemos de ningún santo, ¿o sí?. Y es necesario hacer una consideración muy importante, el Padre Yahveh puede ejecutar una liberación kármica del alma que se le ocurra, con la cual se terminan todos los karmas de una, supongo que hay que tener un estado de santidad para llegar a ello.