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12 de mayo de 2008

LA EVOLUCION DEL SER



La Evolución del Ser

Hablar de evolución no es fácil, ya que tenemos recogidos e incorporados muchos conceptos aunque la mayoría de ellos sean errados, en el último tiempo se ha continuado hablando de una evolución de orden o tipo Darwinista, lo que es contrario a la verdadera evolución. Nuestra evolución siempre será de orden lumínico, abramos nuestro corazón a entender esto, por ejemplo, aunque ya muchos sepamos que la reencarnación es un hecho no todos la asumen como tal en relación a todas las consecuencias que ello significa.
Es común pensar en la reencarnación como una creencia religiosa, más no como un suceso habitual y permanente en nuestro mundo, el mundo de la materia o de la forma.
Teniendo este hecho como base, deberíamos entender que el alma reencarna y por ende esta es la que tiene la posibilidad de evolucionar o de experimentar en estos mundos o en los mundos superiores, en todos los planos de la existencia, en todas las dimensiones, en fin, en todos los espacios en los que nos está permitido participar. Esto último es debido a nuestros karmas que nos significan no tener libertad -como está señalado en el artículo sobre la libertad- de movimiento, todo esto cambiará en breve con la manifestación de la Ley de Yahveh para todos en la humanidad.
La evolución es algo que nosotros no hemos experimentado, propiamente hablando, lo que hemos experimentado es al contrario de lo que señalan la mayoría de las escuelas esotéricas o filosóficas, allí se enseña que estamos en evolución algo con lo cual no concuerdo, salvo que allí se quiera sostener que la evolución incluye el proceso completo, que conlleva o incluye la involución, puesto que esto es lo que hemos vivido, en nuestro universo: involución, ahora estamos viviendo etapas de cambio de una fase cultural a otra, como muy bien lo señaló Rudolf Steiner, en su libro del Evangelio de Juan y esto significará que tengamos la posibilidad de nuestro reencuentro con Cristo –en su regreso- en la unión con el Yo Soy, de poder, por intermedio de gracia divina o bondad inmerecida, volver a evolucionar, ya que evolucionar significa conforme al diccionario “desenvolverse, desarrollarse los organismos o las cosas, pasando de un estado a otro”; aunque aquí no lo menciona, todos tenemos en nuestra mente incorporado el concepto evolución como el pasar de un estado a otro superior, y por lo tanto el pasar de un estado a otro inferior es involución. Ahora si lo pensamos así, desde nuestra caída ha habido un proceso inverso al evolutivo es un claro proceso involutivo que significa además de manera clara una entropía negativa o degeneración de la materia, de esta manera hemos caído no solo de la gracia del Padre hace varios millones de años (18-22 millones), sino que además hemos caído en lo más profundo de la materia, en lo más hondo, en lo más oscuro, comprenderán y compartirán conmigo que aquello no se puede llamar evolución de una manera propia. La evolución que es del alma, es pasar por un proceso que nos permita llegar a un punto más alto del que estábamos y así podemos entender que evolucionamos.
Llegar a un estado anterior, que ya habíamos poseído hace mucho tiempo es ir recuperando facultades perdidas, no el comenzar a evolucionar, salvo que comprendamos la evolución teniendo como punto de partida este, en el que nos encontramos ahora, así cualquiera evoluciona.
Debemos en humildad trabajar para recibir la posibilidad de redención y la gracia divina, para empezar a evolucionar, haríamos mal en seguir pensando con la mentalidad errada de Darwin, que por ser materia vamos a evolucionar, la evolución es un cambio de estado pero que está regulado desde las alturas, desde las Cortes Celestiales, ellos nos pueden permitir continuar hacia las alturas hasta llegar al punto de partida o más alto si hemos hecho los méritos para ello, esa es la verdadera evolución: lumínica.
Los cambios que importan o atañen a la materia implican mutaciones o transformación de la materia, no corresponden en absoluto a una evolución material, es la alma la que va trabajando en los planos astrales y etéricos realizando cambios en la materia de acuerdo con las necesidades o procesos del alma, que por lo demás suelen ser colectivos, los cuerpos ya han sido creados desde la altura y no por nosotros, no somos en absoluto los que vamos a cambiar esto, eso sería parte de nuestro repertorio de egos, todo está claramente ordenado en nuestro universo, sin perjuicio de que vivamos en un caos; es la conciencia la que modela un cuerpo determinado, en conformidad a lo que estemos viviendo, así por ejemplo en estos momentos en que hemos entrado en un cambio de época cultural de incorporación del Yo Soy o Yo espiritual, crearemos los órganos sensorios que el cuerpo astral plasmará en el etérico y que podría significar cambios aquí en la materia, por ejemplo cambio de la forma del cráneo, ya que es necesario para albergar otros órganos sensorios que tengan correlación en lo físico.
Un aspecto interesante es el hecho de saber que todos podemos de manera consciente participar en los cambios y no ser arrastrados por ellos, o sea, podemos transformar este mundo para que sea la base de nuestra futura evolución, de acuerdo al trabajo que hagamos en Luz y al servicio de los demás.

Video agregado el 13 febrero de 2009