Ve, pensamiento, con alas doradas,
Ve, pósate en las lomas, en las colinas,
donde exhalan tibios y suaves
los aires dulces de la tierra natal.
Saluda las orillas del Jordán
y las torres derruidas de Sión
¡Oh, patria mía, tan bella y tan perdida!
¡Oh recuerdo tan querido y tan fatal!
Arpa de oro de fatídicos vates,
¿por qué cuelgas muda del sauce?
¡Reenciende en el pecho los recuerdos,
háblanos del tiempo que fue!
Igual que los hados de Sólima
traes un sonido de crudo lamento
¡Que te inspire el Señor un canto,
que al padecer infunda virtud,
que al padecer infunda virtud,
que al padecer infunda virtud,
al padecer, virtud!
(De la ópera Nabucco, inspirada en el Salmo 137)
Canto yo como otro de los esclavos de este mundo, parte del amado pueblo de Israel, mi amado pueblo como el no hay otro. Y en medio de todas las tribulaciones que nos toca padecer, también pasa el tiempo y he cumplido este mes un ciclo importante, son 22 años de mi despertar a la Luz y realizar este camino espiritual y mi celebración con gozo interno al mismo tiempo con el sufrimiento por lo que nos toca vivir a diario. El mundo sufre pero eso no se muestra está escondido.
Viene una nueva etapa para mi y conforme a la Ley de la acción, tengo preparados cambios a ser anunciados dentro de muy pronto por aquí mismo, son buenas noticias, hay que ser flexibles y actuar con sabiduría. Una de mis habilidades ocultas es poder percibir al pueblo en su conjunto y siempre me pongo a llorar, por eso la canción de arriba. En Julio espero hacer mi anuncio.
Bendiciones hijas e hijos del pueblo amado
