9 de septiembre de 2008

LADO OSCURO. (L.O.) PARTE 9ª.











Usemos el presente video de dragones como una posibilidad de relajación previo al tema central. ¿Quién dijo que los dinosaurios no fueron una especie de dragones encarnados?




Pues si, Madame Blavatsky, habla de ellos en forma específica, ella se extendió de otra manera en el tema y habla sobre los dragones y serpientes en varias partes en su más grande obra a mi parecer, cual es la Doctrina Secreta, en su volumen III, páginas 202 a la 218 se refiere a ellos, dicho en 2 palabras, ella habla de las serpientes aladas y de los dragones, así sostiene que el pterodáctilo es un reptil, citando a Cuvier, en definitiva dentro de lo enredada que era para escribir, sostiene bastante bien la existencia en la materia de dragones y serpientes, llevandolos a la época de los dinosurios, ojo, que es la ciencia que los ha llamado dinosaurios, el vocablo saurio proviene del latín saurus que significa lagarto y estos dentro de la Zoología están calificados como reptiles, o sea, reptan, se arrastran por el suelo.



Veamos el libro del génesis (Biblia) cap. 3 verso 14, Y Yahveh dios procedió a decir a la serpiente: "Porque has hecho esta cosa, tú eres la maldita entre todos los animales domésticos y de entre todas las bestias salvajes del campo. Sobre tu vientre irás y polvo es lo que comerás todos los días de tu vida". Esta es una alegoría, en el paraíso o sobre el no hay tierra, no es un "lugar" tridimensional es una alta dimensión de energía, por lo tanto y en relación al mismo texto es obvio que la serpiente no se arrastraba, o sea, volaba, fue a partir de esa maldición que paso a reptar. Verso 15 " Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la de ella." Se dan cuenta ¿cierto? como que de qué, de la descendencia... de la SERPIENTE, esta se iba a reproducir y a poblar el universo, lo mismo que Eva, ven ahora, que empieza a ser más evidente, es natural tener una serpiente como la llamada Kundalini, puesto que si tuvo su descendencia, en alguna parte estará, digo yo.



Ahora haciendo el nexo con el desarrollo de Madame Blavatsky y estos versos bíblicos, en este planeta hubo serpientes y dragones encarnados y la prueba son los fósiles.



Ahora lo que a mi me importa es el desarrollo del tema el L.O., y en ese sentido es indiferente que hayan tenido o no una encarnación material en este o muchos planetas, lo que importa es lo que nosotros llevamos, adentro en nuestra conciencia y ese es el dragón y la serpiente, esa es la imagen que portamos lumínica, si hacemos un recordatorio nuevamente a la escena de Star Wars, El Imperio Contrataca donde Yoda o el Maestro y Luke o el discípulo, están trabajando en la iniciación de este último, en su preparación, Luke se cansa con los ejercicios, lo cual es propio de todo discípulo y de pronto le dice al Maestro "siento frío y muerte", Yoda le contesta "territorio del Lado Oscuro es" si vosotros recordáis Luke está con Yoda en el sistema Dagobah, escondidos de la oscuridad, es un lugar seguro, que ridículo que en medio del halla un territorio, dominio del lado oscuro, la explicación es que Luke producto de los ejercicios se conectó con su inconsciente y eso se ve como una selva, -porque así es el inconsciente- al entrar conforme a las indicaciones del Maestro, se encuentra con una cueva o caverna ya dentro de su inconsciente y esto está más profundo y recuerdan que es lo primero que se ve en escena...: un Dragón y después... una Serpiente y después de eso, el se pone a pelear con su dragón visto como Lord Vader. Interesante el mito ¿cierto?, vaya enseñanza, hecha película.


Al respecto, es interesante lo que escribió Rudolf Steiner en El Evangelio según San Lucas: Se refiere a Cristo "Además, podemos preguntarnos: ¿Por qué esta entidad se ha reunido tan tarde con la evolución de la humanidad sobre la Tierra? ¿Por qué no descendió antes para penetrar en un cuerpo etéreo humano como lo hizo en el bautismo del Jordán? Lo podemos elucidar si llegamos a comprender exactamente el acontecimiento que en el Antiguo Testamento se describe como el "pecado original" y que consiste en que ciertas entidades que habían quedado retrasadas sobre el nivel evolutivo de la antigua Luna, penetraron en el cuerpo astral humano durante el período terrestre de la Lemuria. Entidades luciféricas penetraron enton­ces en el cuerpo astral humano. La Biblia lo relata simbólica­mente en la imagen del pecado original en el Paraíso. Por el he­cho de que estas fuerzas penetraron en su cuerpo astral, el hombre ha quedado más enredado en las vicisitudes terrenales de lo que, de otro modo, hubiera sucedido. Sin este influjo luci­férico, el hombre en cierto modo hubiera realizado su evolución terrenal en esferas más elevadas, no tan atado a la materia terrestre; quiere decir que debido a ello descendió a la Tierra antes del tiempo originariamente previsto. Ahora bien, si más tarde no hubiera acontecido nada más que lo anteriormente expuesto, todo el efecto de las fuerzas luciféricas arraigadas en el cuerpo astral, igualmente se habría extendido sobre el cuerpo etéreo humano. "


De ser así, se nos aclara muchísimo más, como es posible que en nuestro interior hayan entidades oscuras tales como el dragón, la serpiente, el guardián del umbral, espíritu falsificante, y otros más que no es del caso señalar aquí, ni ahora.


Cabe señalar que si bien me he referido al lado oscuro individual, también hay un L.O. colectivo, dentro del inconsciente colectivo, a eso se refiere Pistis Sofía, en las partes citadas, en las que se habla del dragón de la oscuridad externa. Interesante el relato de Tolkien como señalé en el Hobbit, sobre el dragón Smaug, también colectivo y en la forma excepcional de Steiner en uno de sus libros en el que se refiere al dragón colectivo y a la posibilidad de ponerle término. Pero, para ello hace falta un desarrollo de la conciencia.


Para terminar este post, los invito a ver en detalle esta foto que fue la foto del día en la Nasa, pínchenla y vean la parte superior izquierda, si alguien distingue algo especial lo comenta. Gracias.




Continuará.