20 de abril de 2015

El Reino de Dios


Esta es una materia importantísima, vital en cuanto al conocimiento adecuado para entender a cabalidad a lo que se refiere cuando se le menciona tanto en los aspectos mas importantes de los rollos bíblicos. Yo se que a la mayoría de las personas les da lo mismo, pero a aquellos que pretenden ser parte del Pueblo de Israel, les debiese importar y mucho.



Y está relacionado con la apertura del sexto sello y por supuesto el séptimo sello.

Un reino es un territorio o Estado con habitantes sujetos a un rey. Ahora un territorio es un espacio y ese espacio es gobernado. Cuando de seres humanos se trata, solemos hablar de una monarquía, pero que rige solo a los seres humanos sin perjuicio de que otros seres vivos estén sujetos a estas normas aunque no las obedezcan. Sin embargo cuando hablamos de un reino divino o celestial o del reino de este mundo, estamos hablando de todo un gobierno sobre todo ser vivo y sobre la materia incluso, las llamadas leyes de la física o química conocidas, son regidas por el rey que controle o gobierne este reino.



De lo anterior subyace la importancia que debe tener para nosotros y mi intención es arrojar Luz sobre esta materia.



Dice Mateo 3:2 “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado” Es una clara alusión al Reino que gobierna los cielos superiores.



El Malkuth Schamayim o reino de los cielos, es antetodo un atributo de la personalidad divina del Padre Yahveh, o sea, se nos dice que aquello que gobierna en los otros cielos, es un Rey, o mejor dicho los cielos son parte de un reino, ese es el espacio territorial y los cielos los podemos entender como muchas dimensiones y conforme lo señala el libro Las Claves de Enoc, nuestro universo está compuesto de 24 dimensiones.



Juan en su evangelio, señala “se ha acercado” ¿porqué dijo eso? porque el reconoce también que nuestro cielo, donde está inserto nuestro planeta materno, este mundo material, no forma parte del reino superior.



Eso lo confirma Cristo Jesús cuando le dijo el diablo, en Mateo 4:8 “De nuevo el diablo lo llevó consigo a una montaña excepcionalmente alta y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria, 9 y le dijo: Todas estas cosas te las daré....” El ofreció lo que le pertenecía o aquello sobre lo que tenía poder.



Los reinos de este mundo son del diablo. Lo cual da a entender a todas luces que este mundo está repartido en reinos y estos sin excepción le pertenecen.



Por lo tanto, entre que el Reino de los cielos se acerca -pero no llega aún- y el diablo gobernando este mundo a su antojo a través de los 4 pilares bases y fundamentos del ejercicio de sus poderes, como lo son las religiones organizadas (fundadas por el anticristo), la política, la economía y la ciencia (terrestre) y a través de estos pilares y el manejo de la mente, se controla a este mundo completo.



¿Qué pasa con el Reino de Dios entonces?



Y aquí cabe entrar a definir qué es el reino de dios, sin cuyo entendimiento solo estaremos dibujando rayas en el agua, y de acuerdo al autor del libro Las Claves de Enoc, “este es el anteproyecto de los mundos superiores siendo revelados a través de la conciencia crística de lo cual somos invitados a compartirlos, al punto que podemos ser transfigurados, de esta dimensión y entrar momentáneamente en la siguiente, para tener una probada de miel y entender que coparticipamos aquí en esta dimensión como hijo del hombre o hijo de dios bajo la carne, así como en las dimensiones superiores, como hijos de Luz, bajo las vibraciones espirituales.”



Ahora que tenemos esta definición nos da un alcance acotado y entendimiento necesario de lo que estamos persiguiendo, algunos al menos.



Lucas 17:20 dice”..... el reino de Dios no viene de modo que sea llamativamente observable, 21 ni dirán miren acá o allá. Porque miren el Reino de Dios está en medio de ustedes.

Esto es fundamental el religioso mundo católico y cristiano, ha enseñado siempre que está en el corazón, pero la verdad sea dicha, el medio es el ombligo y yo me rehuso a pensar que en mi ombligo está el reino. Ahora si hubiese dicho está al centro de ustedes.... estaríamos en las mismas. Llegamos de nuevo al ombligo, pero porqué... ¿porqué esto? ¿es que yo soy muy obtuso y era solo una metáfora un poco desviada pero muy simbólica?

Lo que pasa es que esta ridícula explicación es dada por quienes integran y dirigen las escuelas del anticristo y del padre de la mentira, por eso era obvio que no encontraríamos la verdad allí.

Pues no, no soy cuadrado ni obtuso, solo busco la verdad. Porque lo señalado por el Cristo Jesús es 100% correcto y preciso ¡con que maravillas hablaba mi señor, maestro de místicos sin lugar a dudas!, el cuerpo -incluido el físico- está compuesto por órganos lumínicos, entre ellos el mas importante es el Arbol de la Vida, que en su conjunto se compone entre otros órganos, de 3 pilares, a un costado el pilar de la misericordia, al otro costado el pilar de la severidad y “en medio” el pilar del equilibrio, pilar donde se sitúan además los siete sellos o chakras principales del cuerpo. Por ende cuando el reino se acerca o toca a alguien, no es en el corazón, sino que todos los chakras son tocados, todo se ilumina, no una parte sino la totalidad y yo diría que incluso los pilares extremos son bañados por esta Luz que pasa a gobernar.





Mateo 18:20 "Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos."


      No es que se apareciera Cristo entre los que se reunen, el se manifiesta a través del pilar del centro, del equilibrio.


De paso creo que aprovecharé de aclarar o despejar otro misterio, respecto de la Jerusalem celestial, puesto que si ya somos capaces de comprender mínimamente que es el Reino de Dios, seremos capaces de entender que la tan famosa Jerusalem que descenderá, es parte integrante del reino de Dios, de otra manera jamás sería entendible, de hecho donde mas se la menciona es en el rollo de Apocalipsis dice el capítulo 21:2 “Vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada como una novia adornada para su esposo.” y en el capítulo final el 22 (igual que el número de senderos que tiene el árbol de la vida) dice en el verso 3 “...Pero el trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad y sus esclavos le rendirán servicio sagrado.” Un trono es un asiento con gradas y dosel que usan los monarcas. O sea, es el asiento del Rey, eso señala que el Reino pasará a conformar parte nuestra. Y el trono implica necesariamente la existencia de un rey, así como este implica la existencia de un reino y este obviamente es el reino de Dios, por ende la Jerusalén Celestial, siendo parte integrante del reino de dios tiene sus mismas cualidades, o sea, no viene de modo que sea llamativamente observable, y se posará en nuestro chakra corona y/o séfira Kether (corona) del Arbol de la Vida, desde allí nos gobernará, a sus esclavos, o sea, los elegidos del Pueblo de Israel y un tercer misterio a revelar, ¿quienes son los elegidos del pueblo de Israel? Eso se sabrá solo para la apertura del séptimo sello. Y lo sabrá cada uno, puesto que serán avisados individualmente.



Volvamos al Reino de Dios dice en Mateo 12:28 “Pero si es por medio del espíritu de Dios como yo expulso a los demonios, el Reino de Dios verdaderamente los ha alcanzado.”, ahora ya cobra sentido el concepto indicado con anterioridad y nos dice que si es efectivo que podemos experimentar el Reino de Dios.


El rollo Hechos de los apóstoles (que debiera ser en realidad Hechos del Espíritu Santo) dice que Jesús resucitó y estuvo con sus discípulos hombres y mujeres, por espacio de 40 días. Y les dijo cosas acerca del Reino de Dios. Les dió toda una enseñanza sobre el reino y eso está recogido en parte en el libro Pistis Sophia (Sabiduría de Fe). Puesto que experimentaremos el Reino de Dios.



Por último, cabe consignarse que en el rollo de Lucas, -el evangelio con la visión budista de Jesús- en el cap 16:16 ( o sea, 7-7) señala: “La Ley y los profetas eran hasta Juan. Desde entonces se declara el Reino de Dios como buenas nuevas, y toda clase de persona se adelanta hacia el.”



Con esto se señala de manera abierta que nadie está excluído de recibir al Reino de Dios.







AMEN-AMEN- AMEN- AMEN