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7 de octubre de 2008

AMOR, ESPERANZA Y FE.

Iba a dar toda mi explicación y fundamentos de porqué es que si vamos a ser salvados esta vez y me topé con el final del libro de don Rudolf Steiner, del Evangelio según San Lucas, así es que les iba a copiar las páginas finales, pero había siempre un párrafo anterior interesante para todos, en definitiva va su conferencia completa.

Aparte de que es todo altamente instructivo y esclarecedor, les pido pongan atención especial a sus menciones de las influencias luciféricas que son o están relacionadas directamente con nuestro lado oscuro y me interesa porque después voy a tratar de explicar en las próximas entradas el origen del principal libro de Tolkien "El Señor de los Anillos".

Y esto es debido a que allí se encuentra oculta la otra parte de las explicaciones a la mantención de la oscuridad en estos planos tridimensionales.

Por ahora dejo al Maestro Steiner hablar:

LOS REINOS CELESTES EN EL NACIMIENTO VIRGÍNEO.

EL EVANGELIO DEL AMOR, LA FE Y LA ESPERANZA

En esta conferencia, como resultado de lo expuesto en las anteriores sobre el Evangelio de Lucas, llegaremos a la cumbre de nuestras contemplaciones, a ocuparnos del "Misterio del Gólgota". ­ En las conferencias anteriores hemos tratado de explicar lo que realmente aconteció en aquel momento de la evolución de la humanidad en que el Cristo, durante tres años, vivió sobre la Tierra; además, hemos caracterizado cómo ese acontecimiento pudo tener lugar gracias a la confluencia de las corrientes espirituales a que nos hemos referido. La misión del Cristo sobre la Tierra, la llegaremos a comprender mejor si somos capaces de apreciar el contenido del Evangelio de Lucas bajo la luz de los conocimientos adquiridos a través de la Crónica del Akasha. Ahora, alguien podría preguntar: Basándonos en el hecho de que la corriente espiritual del budismo se entreteje orgánica­mente con el cristianismo, ¿cómo se explica entonces que dentro de la doctrina del cristianismo no se haga referencia alguna a la gran Ley del "karma" la que rige la compensación del destino en el curso de las distintas encarnaciones del ser humano? Empe­ro, seria un malentendido creer que ese Evangelio no contuviera las verdades que la ley del karma nos enseña. Ciertamente, las contiene; no obstante, si queremos comprenderlo correctamente, hemos de ver con claridad que en distintas épocas, el alma humana también tiene necesidades distintas. Los grandes misionarios de la evolución del mundo no siempre pueden dar a la humanidad la verdad absoluta en forma abstracta; puesto que los hombres, en sus distintos grados de madurez, no serían capaces de com­prenderla, sino que esos misionarios tienen que hablar de tal manera que los hombres reciban lo adecuado de cada época. Lo que el Buda ha dado a la humanidad, contiene toda la sabidu­ría que, en relación con la doctrina de la piedad y del amor y su aplicación por el sendero de ocho etapas, conduce a la profunda comprensión de la idea del karma; y sólo es preciso admitir que el alma humana contiene todo cuanto pueda conducirla a la idea del karma y la reencarnación. En la conferencia anterior hemos dicho que dentro de tres mil años (quiero ser enfático en que Steiner pudo dar esta fecha en relación a lo que se estaba viviendo hace un siglo, -desde hace 100 años hasta ahora las cosas han cambiado mucho- o se refería a realizar el crecimiento en otros planos dimensionales, puesto que el fin de nuestro ciclo de tiempo será dentro del presente siglo, aquí en la tridimensionalidad) a contar de ahora, gran parte de la humanidad ha de llegar al grado de desarrollo en que, por las fuerzas de su propia interioridad, será capaz de alcanzar la doctrina del sendero de ocho etapas y - hoy podemos agregar - también la del karma y la reencarnación. Pero este desarrollo ha de producirse lenta­mente, paso a paso, pues, así como la planta no produce flores, una vez colocada la semilla en la tierra, sino que primero tiene que desarrollar las hojas, según leyes inherentes, así también es necesario que la evolución espiritual de la humanidad vaya de grado en grado y que, a su debido tiempo, aparezcan los resul­tados correspondientes. Quien, dotado de las facultades que la ciencia espiritual le puede dar, profundice la contemplación aní­mica, necesariamente encontrará la idea del karma y la reencar­nación. Sin embargo, hay que tener presente que la evolución va por etapas, y que realmente es así que sólo en nuestros tiempos las almas llegaron a la madurez para encontrar en si mismas la idea del karma y la reencarnación. No hubiera sido conveniente que, exotericamente, esta doctrina se hubiese dado a conocer algunos siglos antes de nuestra era; tampoco hubiera sido conveniente que, un par de siglos antes de nuestra era, el contenido de nuestra ciencia espiritual, tan hondamente anhela­da por las almas humanas y vinculada con la investigación del fundamento de los Evangelios, abiertamente hubiese sido dado a la humanidad. Para ello, ha sido necesario que las almas tuvie­sen sed de recibir ese contenido y que desenvolviesen las facul­tades para acoger la idea del karma y la reencarnación; también ha sido necesario que esas almas hayan pasado por encarnaciones anteriores, incluso dentro de la era cristiana, con el fin de adqui­rir la madurez de comprender dicha idea. Sólo en nuestros tiem­pos, la humanidad alcanzó la madurez para acoger el contenido espiritual del karma y de la reencarnación. Por esta razón, no es de extrañar que en lo que, desde hace siglos, ha sido transmi­tido a la humanidad como contenido de los Evangelios, figure mucho que en realidad da una imagen enteramente tergiversada del cristianismo. En cierto modo, el Evangelio fue dado a los hombres prematuramente, puesto que sólo ahora están llegando a la madurez para desarrollar en el alma las facultades que pue­den conducirlos a la comprensión del verdadero contenido de los Evangelios. Ha sido absolutamente necesario que la forma de hablar de Cristo tuviera en cuenta el estado del alma humana de aquella época, de modo que no correspondía dar una doctrina abstracta de reencarnación y karma, sino hacer fluir en el alma humana los sentimientos que paulatinamente la hiciesen madu­rar para acoger aquella doctrina. Dicho de otro modo: en aquella época hubo que transmitir lo que paso a paso condujese a la comprensión del karma y de la reencarnación; en cambio, no correspondía dar la doctrina misma. Si queremos saber si el Cristo y los que le rodeaban habla­ron así, hemos de examinar el Evangelio de la correcta manera; y si lo hacemos con la debida comprensión, veremos en qué forma se pudo entonces hablar de la ley del karma. Lucas 6,20-23: Bienaventurados vosotros los pobres; por­que vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre; porque seréis saciados. Bienaventura­dos los que ahora lloráis, porque reiréis. Bienaventurados seréis, cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apar­taren de sí, y os denostaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por el Hijo del hombre. Gozaos en aquel día, y alegraos; porque vuestra recompensa es grande en los cielos. Aquí tenemos la doctrina de la recompensa o "compensa­ción", sin que se mencione, en forma abstracta, la idea de karma y reencarnación, sino haciendo fluir en las almas el sentimiento de certidumbre de que el hombre que en algún sentido sufra hambre o privación, experimentará la compensación. Sentimientos de esta índole tuvieron que verterse en las almas humanas que entonces vivieron en la Tierra; y las que acogieron la doctrina en esa forma, alcanzaron, en su nueva encarnación, la madurez para recibir la sabiduría de la idea de karma y reencarnación. Al reencarnarse estas almas, había llegado una era totalmente nueva; una época en que el hombre empezó a desarrollar su Yo, su auto­conciencia, con plena madurez. En tiempos pasados, el hombre recibía las revelaciones cuyos efectos obraban en su cuerpo astral, su cuerpo etéreo y cuerpo físico; ahora, en cambio debió alcanzar la plena conciencia de su Yo, pero sólo paso a paso, este Yo se llenará de las fuerzas que ha de recibir. Únicamente aquel Yo que vino a la Tierra con la corporalidad adecuada, la del Jesús natánico en que previamente se había incorporado la individualidad de Zoroastro, sólo este Yo pudo realizar en sí mis­mo el principio universal del Cristo. Los demás seres humanos, paso a paso y mediante la imitación del Cristo, deberán desarro­llar en sí mismos lo que en aquel tiempo, durante años, existió sobre la Tierra en aquella única personalidad. El Cristo no pudo dar a la humanidad sino el estímulo, el germen; y, en el curso de los tiempos, este germen tiene que desenvolverse y crecer. Igualmente, se predispuso lo necesario para que en el curso de la evolución terrestre y en los momentos correspondientes, apa­recieran los hombres que trajeran a la humanidad lo que en los tiempos posteriores contribuyese a su mayor madurez. El Cristo dio 'la anunciación" en la forma en que la humanidad de su época lo pudo comprender y, además, predispuso lo pertinente para que más tarde aparecieran las individualidades que en lo espiritual contribuyesen al desarrollo de las almas, según la mayor madurez de éstas. El autor del Evangelio de Juan nos describe de qué manera el Cristo preparó lo que debió suceder en los tiempos posterio­res al acontecimiento del Gólgota. Nos relata cómo, en la figura de Lázaro, el Cristo resucitó a la individualidad que más tarde actuó como Juan en la forma descripta en las conferencias sobre el "Evangelio de Juan". Además, el Cristo debió disponer lo necesario para que en tiempos aun posteriores pudiera aparecer otra individualidad la que, en sentido de la ulterior evolución, hiciera fluir en la humanidad lo que entonces correspondiese a la madurez más avanzada del ser humano. Con este fin, el Cristo debió resucitar a otra individualidad más. La descripción de este hecho, nos la da fielmente el autor del Evangelio de Lucas. Al decirnos que él describe lo que en aquel tiempo el clarividente imaginativo e inspirado pudo transmitir acerca del acontecimiento de Palestina, nos señala a la vez lo que, en tiempos por venir, otra individualidad dará como su enseñanza. Con relación a este proceso misterioso, el autor del Evangelio de Lucas nos habla en este documento de otra “resurrección". Lo que allí encontra­mos sobre la resurrección del jovencito de Naín, contiene el misterio del eterno obrar del cristianismo. Mientras que la cura­ción de la hija de Jairo, de la que les hablé en la penúltima con­ferencia, se relaciona con tan profundos misterios que el Cristo sólo permitió la presencia de muy pocas personas a las que des­pués impone que no lo contasen a nadie; vemos, en cambio, que otra "resurrección" se realiza así que inmediatamente se difunde. En el primer caso se trató de una curación que presuponía el profundo conocimiento de los procesos del cuerpo físico; el otro caso representa una resurrección, una iniciación. La individua­lidad que estuvo incorporada en el adolescente de Nain, debió experimentar una iniciación de singular característica. Existen diversas formas de iniciación. Una de ellas consiste en que, inmediatamente después del proceso que conduce a la iniciación, el ya iniciado percibe la luz del conocimiento de los mundos superiores y tiene la visión de los fenómenos y leyes de los mundos espirituales. Otra forma de la iniciación puede tener lugar de tal manera que, como primer paso, el alma del iniciando tan sólo recibe el germen y que deberá esperar hasta que, en una nueva encarnación, se desenvuelva este germen con el resul­tado de que en esa encarnación posterior llegará a la iniciación en su verdadero sentido. Semejante iniciación se hizo efectiva en la individualidad del adolescente de Nain. En los tiempos del acontecimiento de Palestina, su alma resultó transformada; aún no tenia la conciencia de haberse elevado a los mundos superio­res. En la encarnación posterior se desenvolvieron las fuerzas que en aquel momento quedaron introducidas en esta alma. Aquí, en una conferencia exotérica no pueden darse los nombres históricos; solamente podemos señalar que esa misma individualidad apareció a su tiempo en un poderoso maestro reli­gioso; de manera que, en una época posterior, surgió un nuevo representante del cristianismo, con las fuerzas que fueron vertidas en el alma del adolescente de Nain. En los tiempos venideros, esta misma individualidad estará llamada a introducir en el cristianismo, cada vez más, la doctrina de reencarnación y karma; o sea, unir con el cristianismo las enseñanzas que en los tiempos en que el Cristo vivió en la Tierra, no pudieron darse como sabiduría concreta, pues debieron ver­terse en las almas como fuerzas del sentimiento. El Cristo dio a comprender que la plena conciencia del Yo entró como algo totalmente nuevo en la evolución de la humanidad, y señaló - esto lo verá quien sepa leer con la debida atención - que en tiempos pasados el hombre no vivenciaba el mundo espiritual con plena conciencia de su Yo, sino que lo espiritual le penetra­ba por medio de los cuerpos físico, etéreo y astral, y que ello siempre estaba acompañado de un cierto grado de inconsciencia. Anteriormente, el hombre debió recibir la Ley del Sinaí que solo hablaba a su cuerpo astral. Esta ley obraba en él, pero no direc­tamente por las fuerzas de su Yo las que solo pudieron obrar en los tiempos del Cristo Jesús, porque solo entonces el hombre alcanzo la conciencia de su Yo. El Cristo lo da a entender, según el Evangelio, cuando dice que, para acoger un principio total­mente nuevo, era necesario que el alma humana llegase a su plena madurez; lo da a entender al hablar de su precursor, Juan el Bautista. ¿Como vio el Cristo a la individualidad de Juan? Dijo que Juan, antes de la aparición del Cristo, era llamado a caracterizar, en la forma más pura y más noble, el contenido de la antigua doctrina de los Profetas. Para el Cristo, Juan fue la figura que, como por última vez, represento, en la forma más pura y más noble, lo que pertenecía a los tiempos antiguos. Hasta el tiempo de Juan prevalecían la "Ley y los Profetas", y él debió, por última vez, exponer al hombre lo que la antigua doctrina y el antiguo contenido del alma podían darle. Pues, ¿como obraba este antiguo contenido del alma en los tiempos antes de entrar el principio del Cristo en la evolución? He aquí algo que a su debido tiempo se convertirá en conocimiento de la ciencia natural, cuando ella se dejará inspirar por la ciencia espiritual, por más extraño que actualmente se le parez­ca. Al respecto, tengo que tocar algo, aunque solo de paso, para demostrar hasta qué profundidades de la ciencia natural, la ciencia espiritual es capaz de proyectar luz. Actualmente, mediante las limitadas capacidades del pensamiento humano, la ciencia natu­ral trata de penetrar en los misterios de la existencia humana. Ella expone que por la acción conjunta de los gérmenes masculino y femenino se logra la formación de todo el organismo humano. Mediante el microscopio, cuidadosamente trata de establecer lo que en la substancia se halla de origen masculino y lo que pro­viene del germen femenino. Sin embargo, llegará el día en que esta ciencia natural, por su propia investigación, se verá impul­sada a reconocer que solo una parte del organismo humano se determina por la acción de los gérmenes masculino y femenino, y que en el actual ciclo evolutivo es, efectivamente así que – por más exactamente que se llegue a definir lo que proviene de los distintos gérmenes - por regla resultará que esto no da la explica­ción toda. En todo organismo humano existe algo que no se origina en el germen, sino que, en cierto modo, es de "nacimiento virgíneo"; algo que desde otras esferas se vierte en el proceso germinativo. Con el germen humano se reúne algo que no pro­viene del padre ni de la madre, pero que no obstante le perte­nece y que, como destinado a él mismo, penetra en su Yo, dentro del cual podrá ennoblecerse si llega a unirse con el Cristo. Lo que en el curso de la evolución de la humanidad se unirá con el Cristo, es la parte que representa el nacimiento virgíneo. Con sus propios medios, la ciencia natural descubrirá que esto se halla en relación con la importante transición que en los tiempos del Cristo tuvo lugar. Antes de esa transición, nada pudo haber en lo interno del ser humano sino lo que provenía del germen; y esto nos hace ver que en el curso de los tiempos realmente se producen cambios con respecto a la evolución del Yo. Acogiendo el principio del Cristo, la humanidad tiene que desarrollar y enno­blecer lo que, desde aquel tiempo, se le va agregando a los com­ponentes del mero germen. Esta contemplación nos acerca a una sutil verdad. Para el conocedor de la ciencia natural moderna es interesante ver que al investigador de ciertos fenómenos resulta casi palpable que en el ser humano hay algo que no se origina en el germen. Sería fácil descubrirlo, puesto que las condiciones previas ya existen, sólo que el intelecto del investigador aún no se ha desarrollado lo suficiente como para reconocer correctamente lo que sus expe­rimentos y observaciones le ofrecen. La ciencia natural no llegaría muy lejos si únicamente dependiera de la habilidad de los investigadores. Mientras éstos trabajan en el laboratorio, en la clínica o en otros campos de actividades, las potencias que dirigen al mundo se hallan detrás de ellos y hacen aflorar a la superficie lo que el mismo investigador no comprende y para lo cual él es tan sólo instrumento. Es absolutamente correcto decir que incluso la investigación objetiva es dirigida por los "maestros", las individualidades superiores; sólo que de esto comúnmente el hombre no se da cuenta. No obstante, estas cosas entrarán en observación tan pronto las facultades conscientes de los investi­gadores se compenetren de los conocimientos espirituales de la Antroposofia. Gracias a la evolución que desde la venida del Cristo a la Tierra ha tenido lugar, se ha operado una gran transformación de las facultades del hombre, el que anteriormente sólo pudo valer­se de las facultades que surgían de los gérmenes paterno y ma­terno. Durante la vida entre el nacimiento y la muerte, el hombre desenvuelve las facultades inherentes a los cuerpos físico, etéreo y astral. Antes de la época del Cristo Jesús, esas facultades única­mente fueron preparadas de cuanto el mismo germen daba; des­pués se agregó lo que proviene del nacimiento virgíneo y que no se debe al germen. Naturalmente, estas nuevas facultades pueden echarse a perder sí el hombre se abandona a la mera concepción material; en cambio, sí él acoge el calor que emana del principio del Cristo, las ennoblecerá y las llevará consigo, en forma cada vez más elevada, a las nuevas encarnaciones. Lo que antecede, presupone que en todas las enseñanzas anteriores al advenimiento del Cristo hubo un elemento determinante que dependía de las facultades provenientes de la descendencia y que el hombre recibía con el germen. Presupone, además, que el Cristo tuvo que dirigirse a las facultades que nada tienen que ver con el germen terrestre sino a las que se unen con el germen que proviene de los mundos divinos. Para hablar a los hombres, todas las grandes individualidades aparecidas antes de la venida del Cristo Jesús no pudieron valerse sino de las facultades adqui­ridas en su naturaleza terrena a través del germen; todos los profetas, los grandes fundadores e incluso los Bodisatvas tuvie­ron que servirse de estas facultades. No así el Cristo Jesús; Él habló a aquello en el hombre que no se origina en el germen sino a lo que proviene del reino de lo divino; y así habló a sus discípulos sobre la naturaleza de Juan el Bautista: "Os digo que no hay mayor profeta que Juan el Bautista, entre los nacidos de mujeres." Esto quiere decir, entre los cuya naturaleza tiene su origen en el germen masculino y femenino. Pero sigue diciendo: La más mínima parte de lo que no nació de mujer y que se une con el hombre desde el reino de Dios, es mayor que Juan". ¡Tan profunda verdad se oculta tras estas palabras! Cuando los hom­bres estudien la Biblia bajo la luz de la ciencia espiritual, descu­brirán que ella contiene verdades fisiológicas más grandes que todo cuanto el moderno pensar fisiológico y superficial pueda producir. Las palabras citadas nos inducen a buscar una de las más grandes verdades fisiológicas. El Cristo lo explica de la más variada manera. Quiere des­tacar que lo que Él trae al mundo es algo totalmente nuevo, distinto de todo lo anteriormente dado, porque se enuncia con las facultades provenientes de los reinos de los cielos, facultades no recibidas por herencia. Señala también que no será fácil com­prender semejante verdad, semejante Evangelio, porque los hom­bres quieren llegar a la convicción de la misma manera como antes pudieron comprenderlo. Pero el Cristo dice que de la nueva verdad no es posible convencerse de esa misma manera, puesto que el testimonio de la forma antigua no es propio para comprender la nueva. Las formas en sentido de la antigua ver­dad se comprenden cabalmente si se simbolizan mediante la "señal de Jonás". Esta señal simboliza la manera antigua de cómo el hombre se eleva al conocimiento de los mundos espi­rituales, o - con palabras de la Biblia - se convierte en profeta. La antigua manera de llegar a la iniciación ha sido como sigue: a los iniciandos se los preparaba cuidadosamente para que su alma adquiriese la debida madurez de conocer la vida espiritual; después, durante tres días y medio, se los mantenía sustraídos al mundo exterior en un lugar donde sus sentidos exteriores nada podían percibir, y donde su cuerpo se encontraba en un estado parecido a la muerte. A los tres días y medio volvíase a despertarlos, haciendo volver el alma a su cuerpo. Estos hombres poseían entonces la capacidad de recordar la visión de los mun­dos superiores, obtenida en ese estado, y de hablar ellos mismos de esos mundos. Esto fue el gran secreto de la antigua iniciación, que al alma, después de su intensa preparación, se le mantenía fuera del cuerpo, durante tres días y medio, en un mundo totalmente distinto. Así quedaba aislada del mundo exterior y penetraba en el mundo espiritual. Dentro de los pueblos antiguos, siempre había semejantes hombres que sabían hablar del mundo espiritual, porque habían pasado por lo que en la Biblia es llamado el "estar Jonás en el vientre del pez". Cuando estos iniciados aparecían ante el pueblo, ostentaban la "señal de Jonás", como indicio de que eran capaces de penetrar en el mundo espi­ritual. En sentido antiguo no hay, dijo el Cristo, otra señal que la de Jonás, y en el Evangelio lo explica aún más claramente: Existe, por cierto, como herencia de tiempos antiguos, la posibilidad de convertirse en clarividente - en forma opaca, indecisa - sin aquel método de iniciación, sino por revelación directa desde el mundo espiritual. Y el Cristo agregó: Mirad al rey Salo­món que fue de la índole de aquellos que, sin preparación previa, por revelación desde las alturas, obtuvieron la visión del mundo espiritual. En este mismo sentido, la "reina de Saba" que vino a encontrarse con el rey Salomón, fue la portadora de la sabiduría revelada desde las alturas y representante de los predestinados a heredar la clarividencia opaca, que había sido el don de todos los hombres de la época atlante. Existieron estas dos categorías de iniciados, la representada por Salomón, según la imagen de su encuentro con la reina de Saba, la reina del Austro; y la otra que se realizaba bajo la señal de Jonás, o sea, la antigua iniciación obtenida por el aislamiento del mundo exterior, durante tres días y medio. Nuevamente, el Cristo agregó: "Aquí hay más que Salomón y más que Jonás", con lo cual indicó que hay algo nuevo que entró en el mundo, y que ahora no sólo se habla al cuerpo etéreo por la revelación desde afuera, como en el caso del rey Salomón, ni tampoco por revelación desde dentro, por medio del cuerpo astral el que, en virtud de su preparación, transmite esa revelación al cuerpo etéreo, tal como lo representa el símbolo de la señal de Jonás. El Cristo dijo: "Aquí hay algo en que el hombre, con la madurez de su Yo, se une con lo que pertenece a los reinos del cielo, y las fuerzas de estos reinos se unen con la parte virginea del alma humana; esta parte se echa a perder si el hombre se aparta del principio del Cristo, pero se cultivará si el hombre se compenetra de lo que fluye del principio del Cristo. Además, el Cristo quiso mostrar que también puede haber hombres los que, antes de morir, serán capaces de ver los reinos del cielo, por medio del nuevo elemento en el mundo. Sus discípulos no captaron de qué se trataba, pero El quiso mostrarles que se refería a ellos mismos quienes, antes de morir, o antes de expe­rimentar la muerte de la iniciación antigua, experimentarían los misterios de los reinos del cielo. He aquí el maravilloso pasaje en el Evangelio donde el Cristo habla de la revelación superior, diciendo (cap. 9,27): "Os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que vean los reinos del cielo." Mas ellos no comprendieron que eran lla­mados a experimentar el poderoso efecto del Yo, del principio del Cristo, es decir, elevarse directamente al mundo espiritual, sin la señal de Salomón, sin la señal de Jonás. Preguntémonos ahora si esto se ha realizado. A continuación de las precitadas palabras del Cristo se des­cribe la escena de la transfiguración, donde los tres discípulos: Pedro, Jacobo y Juan se elevan al mundo espiritual, y allí se encuentran con las individualidades - en su existencia espiri­tual - de Moisés y Elías, percibiendo, asimismo, la esfera espiritual en que vive el Cristo. Por un instante, tienen la visión del mundo espiritual para convencerse de que es posible alcanzar la visión sin la señal de Salomón y sin la señal de Jonás. Mas también se evidencia que los tres son principiantes, pues en segui­da se adormecen, después de ser arrancados de los cuerpos físico y etéreo, por la potencia del acontecer. Así, el Cristo los encuentra dormidos. Con todo esto se mostró cuál es la tercera manera de pe­netrar en el mundo espiritual, aparte de las de la señal de Salomón y de la señal de Jonás. El Cristo sabía que el Yo del hombre debió desarrollarse, que había llegado el momento en que este Yo debió ser inspirado, y que las fuerzas divinas debie­ron impulsarlo directamente. Sin embargo, también quedó demos­trado que el hombre de aquel tiempo, incluso los más avanzados, no fueron capaces de acoger el principio del Cristo. Un primer paso hubo que darse con la transfiguración la que, no obstante, evidenció que los discípulos no poseían suficiente capacidad como para acoger el principio del Cristo. Por esta razón, al querer valerse, momentos más tarde, de este principio, tratando de curar a un enfermo poseído de un demonio, no logran hacerlo; y el Cristo les hace ver que no se hallan sino en el principio del camino, diciéndoles: "Por mucho tiempo aún he de estar con vosotros hasta que vuestras fuerzas puedan fluir en los demás." El mismo cura entonces al enfermo al que ellos no habían logrado curar. Luego les dice: "Ha de acontecer que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres"; esto quiere decir: está por llegar el tiempo en que paulatinamente ha de fluir en los hombres lo que ellos, por su misión terrestre, deberán desarrollar. Dicho con otras palabras: el tiempo en que el Yo que en su suprema conformación se presentó en el Cristo, será entregado al hombre. "Poned en vuestros oídos estas palabras; porque ha de acontecer que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres. Mas ellos no entendían esta palabra, y les era encu­bierta para que no la entendiesen." (Lucas 9, 44-45). Podemos preguntar: ¿Cuántos hombres la han comprendido hasta hoy? Ciertamente, serán cada vez más los que compren­derán que en aquel momento el Yo, el Hijo del Hombre, debió entregarse a la humanidad. Además, el Cristo dio la explicación apropiada para aquel tiempo, diciendo: El hombre actual es, por una parte, resultado de las fuerzas antiguas las que habían obrado antes de la influencia de las entidades luciféricas y, por otra parte, de estas fuerzas luciféricas que arrastraron al hombre a un nivel más bajo de su estado anímico-espiritual. Las conse­cuencias se manifiestan en las facultades del hombre actual. En lo que surgió del germen originario se entremezcló, en la con­ciencia del hombre, lo que le hizo descender a una esfera más baja; él es un ser binario: como resultado de la evolución, su conciencia actual se halla compenetrada de las fuerzas luciféri­cas. Sólo la parte en que reina lo inconsciente, o sea, lo que en cierto modo proviene, como un remanente, de la evolución a través de Saturno, Sol y Luna, cuando aún no existieron las fuer­zas luciféricas; únicamente esto fluye en el hombre como su parte virgínea. Sin embargo, esto no puede aunarse con él si no des­arrolla en sí mismo el principio del Cristo. El ser humano, como hoy se nos presenta, es, ante todo, el resultado de lo heredado, de lo que proviene del germen; y sólo su elemento de "infancia" contiene aún un remanente de su existencia de antes de la influen­cia luciférica; el elemento de "edad madura", en cambio, se halla compenetrado de las fuerzas luciféricas, las cuales hacen valer su influencia desde el primitivo estado embrionario, y ya al niño lo compenetran. En la vida común no se hace visible lo que antes de la influencia luciférica se ha vertido en el ser humano; pero la fuerza del Cristo volverá a despertarlo, al unirse con el elemento que constituye las mejores fuerzas de la naturaleza infantil del hombre. La fuerza del Cristo no ha de vincularse con las facultades que el hombre echó a perder, las que tienen su origen en el mero intelecto, sino con lo que ha quedado de la antigua naturaleza infantil, pues ésta es lo mejor del ser humano. "Entonces entraron en disputa, cuál de ellos sería el mayor", lo que significa: quién sería el más apropiado para acoger en sí mismo el principio del Cristo. "Mas Jesús, viendo los pensamientos del corazón de ellos, tomó un niño, y púsole junto a ellos, diciendo cualquiera que recibiere este niño en mi nombre" - quiere decir, quien en el nombre del Cristo se uniera con lo que ha quedado de los tiempos preluciféricos - "a mí recibe; y quien me recibiere a mí, recibe al que me envió"; lo que equivale a decir: al que envió a la Tierra esta parte del ser humano. Esto es el gran significado del elemento que en la naturaleza humana debe cuidarse y cultivarse: su elemento "infantil". Podemos esfor­zarnos en desarrollar las promisorias predisposiciones de una per­sona la que, probablemente, hará buenos progresos. Sin embargo, hoy en día no se toma en consideración lo que existe en lo más profundo del ser humano, que es el elemento en que se han conservado las fuerzas infantiles al que ante todo habría que tomar en cuenta, puesto que las nuevas facultades han de des­pertarse a través de ese elemento, por medio del principio del Cristo. Todo hombre lleva en si mismo dicha naturaleza infantil la que, si es activa, posee también la sensibilidad para unirse con el principio del Cristo. En cambio, si las fuerzas sometidas a la influencia luciférica, por más elevadas que sean, actúan solas, rechazan y se burlan de lo que como fuerzas del Cristo pueda vivir en la Tierra, tal como el Cristo mismo lo ha vaticinado. El Evangelio de Lucas nos enseña cuál es el sentido del nuevo mensaje. Cuando el antiguo iniciado, con la señal de Jonás en la frente, aparecía ante los hombres, fue reconocido como capacitado de hablar de los mundos espirituales; mas sólo lo conocieron por su aspecto exterior los que habían recibido la instrucción correspondiente, pues se requiere cierta preparación para comprender la característica de la señal de Jonás. Empero, se necesitaba una nueva preparación - más allá de la señal de Sa­lomón y la de Jonás - para abrir camino a un nuevo modo de comprender y de madurar al alma humana. Los contemporáneos de Cristo Jesús, normalmente, sólo eran capaces de comprender el modo antiguo; la mayoría de ellos pudieron comprender a Juan el Bautista, pero les causó extrañeza que, para dar algo totalmente nuevo, el Cristo se dirigiera a hombres de apariencia absolutamente distinta de la acostumbrada. Habíanse imaginado que El se sentara al lado de los que hacían los ejercicios anti­guos, a fin de proporcionarles su enseñanza. No pudieron com­prender que El se dirigiera a hombres por ellos considerados como "pecadores". Mas El les decía: "Si mi mensaje totalmente nuevo lo transmitiera a la humanidad de la manera antigua, en lugar de elegir una forma enteramente nueva, sería lo mismo que remendar de paño nuevo un vestido viejo; o echar vino nuevo en odres viejos. Mas lo que ahora debe darse a la humanidad como algo superior a la señal de Salomón o la de Jonás, habrá que verterlo en odres nuevos, es decir en formas nuevas. Debéis hacer un esfuerzo para comprender de un modo nuevo el mensaje que también es nuevo". Debieron comprenderlo, no en base a los conocimientos adquiridos intelectualmente, sino por la potente influencia del Yo, por lo que de la naturaleza espiritual del Cristo se había derramado en ellos. Para esto estaban predestinados, no los instruidos en sentido de las doctrinas antiguas, sino los que, a pesar de haber pasado por muchas encarnaciones anteriores, eran gentes sencillas quienes comprendieron al Cristo, gracias a la fuerza de fe, derramada en ellas. Consecuentemente, ante los ojos del mundo, también hubo que presentarles una "señal". En el gran escenario de la historia universal debió realizarse lo que, en el curso de siglos y milenios, se había realizado, como el pasar por la "muerte mística", en los Templos de los Misterios. Apare­ció ante el mundo y se evidenció en el Gólgota como aconteci­miento absoluto, todo lo misteriosamente realizado en los grandes templos de la iniciación. Con gran intensidad se presentó ante la humanidad lo que antes, en los tres días y medio de la antigua iniciación, sólo se había presentado a los iniciados. Así se explica que el conocedor de los hechos debió describir lo sucedido en Gólgota como la iniciación antigua transformada en hecho histó­rico y trasladada al escenario exterior de la historia universal. Lo que anteriormente los pocos iniciados habían experimentado en los templos de los Misterios: el hallarse durante tres días y medio en estado parecido a la muerte - proporcionándoles la convicción de que lo espiritual siempre superará a lo corpóreo y que lo anímico-espiritual pertenece a un mundo superior - eso debió realizarse una vez ante los ojos de todo el mundo. El acon­tecimiento de Gólgota fue una iniciación trasladada al plano externo de la historia del mundo, realizada no sólo para los que lo presenciaron, sino para toda la humanidad. Lo que irradió de la muerte en la Cruz, se extendió de allí hacia toda la humani­dad: con cada gota de sangre de las heridas de Cristo Jesús, una corriente de vida espiritual fluyó hacia toda la humanidad. Pues, como fuerza debió entonces fluir hacia la humanidad lo que antes, como sabiduría, había emanado de otras grandes indivi­dualidades. Esta es la gran diferencia entre el acontecimiento del Gólgota y la enseñanza de los demás fundadores de una religión. Las facultades del hombre actual no alcanzan para compren­der correctamente lo que en el Gólgota sucedió. Al principio de la evolución terrestre, el Yo humano se unió con la sangre como su expresión exterior. De no haber venido el Cristo, los hombres hubieran fortalecido su Yo a tal grado que hubieran desarrollado un egoísmo destructivo, pero el acontecimiento del Gólgota los preservó de tal peligro. Al verterse la sangre de las heridas del Cristo Jesús, se derramó el exceso de la substancia del Yo, como "señal" de que se estaba sacrificando el excedente de egoísmo de la naturaleza humana. Para comprenderlo, hemos de penetrar más profundamente en el significado espiritual del sacrificio del Gólgota. Esto no es asequible al intelecto y la mirada superfi­cial del químico, pues en un análisis químico de la sangre que se derramó en el Gólgota, se hubieran encontrado las mismas substancias que la sangre humana generalmente contiene. No obstante, quien examinara esa sangre con los medios de la investigación oculta, encontraría que efectivamente se trataba de una sangre distinta. Sin el inmenso amor que hizo fluir la sangre del Gólgota, la humanidad, debido al exceso de sangre, se hubiera perdido en el egoísmo; y el investigador oculto descubre ese inmenso amor que penetra la sangre del Gólgota. Particular­mente, ha sido la intención del autor del Evangelio de Lucas, describir que por el Cristo llegó al mundo ese inmenso amor que paso a paso ha de expulsar el egoísmo. Cada evangelista describe lo que resulta de su particular intención y tarea; y si examináramos más profundamente todos los hechos, encontraría­mos que todos los aspectos contradictorios desaparecen, contra­dicciones que la investigación materialista pueda encontrar, como por ejemplo las diferencias en cuanto a los acontecimientos pre­vios al nacimiento de Jesús de Nazareth, las que dejan de existir al explicarse lo realmente sucedido. Lucas describe lo que los ministros del verbo, los que lo han visto por sus ojos, pudieron percibir; y también nos habla del amor que se derrama y que perdona, incluso en los casos en que en el mundo físico se le hace sufrir lo más espantoso; de modo que desde la cruz, con toda razón, suenan las palabras: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen." Por su inmenso amor, el crucificado pide perdón para los que le crucificaron. Aparte, ¡vuelvo a afirmar que este es el Evangelio que nos habla de la fuerza de la fe! Debióse corroborar que en la natu­raleza humana hay algo que, por el solo hecho de verterse al mundo, es capaz de liberar al hombre del mundo sensorio, por más estrechamente que se halle ligado a él. Imaginémonos a un hombre tan atado al mundo sensorio, por toda clase de críme­nes, que la justicia del mundo ejecuta la condena; pero que él, no obstante, háyase guardado lo que en su ser pueda hacer ger­minar la fuerza de la fe. Tal hombre, comparado con otro que no sea capaz de hacer germinar esa fuerza, se diferenciará de éste al igual que uno de los malhechores del Gólgota se diferenciaba del otro. El primero poseía la fe cual una débil luz que irradia al mundo espiritual; es por ello que no ha de perder el vínculo con lo espiritual y que el Cristo le dice: "De cierto te digo que hoy, puesto que tú sabes que estás vinculado al mundo espi­ritual, estarás conmigo en aquello que se halla en el paraíso." De esta manera, en el Evangelio de Lucas, aparte de la verdad sobre el amor, resuenan también, desde la cruz, las verdades de la fe y la esperanza. Además, desde el ámbito anímico que el autor de este Evan­gelio nos describe, ha de cumplirse algo más. El hombre, compenetrado del amor que fluyó de la cruz del Gólgota, dirá: La evolución sobre la Tierra ha de realizarse de tal manera que el espíritu que en mí tiene vida, en el curso del tiempo transformará toda la existencia física terrestre. El prin­cipio del Dios Padre, que existió antes de la influencia lucifé­rica, será restituido a ese mismo principio, pero el principio del Cristo penetrará todo nuestro espíritu, y por nuestras manos se manifestará lo que en nuestras almas vive como una clara ima­gen. En nuestras manos, creadas por el principio del Dios Padre, fluirá el principio del Cristo. En lo que los hombres, a través de sus encarnaciones, hacen por medio de sus cuerpos, fluirá lo espiritual que proviene del Misterio del Gólgota; de modo que el mundo externo será transformado por el principio del Cristo. La calma que emanó de la cruz del Gólgota conducirá a la suprema esperanza por el porvenir, al ideal: En mi ser germi­nará la fe, en mi ser germinará el amor; la fe y el amor, al acrecentarse, penetrarán toda la existencia exterior. "La esperanza por el porvenir de la humanidad acompañará a la “fe” y el amor, y el hombre comprenderá que en el futuro deberá adqui­rir la calma y la certeza: Si tengo fe y amor, también puedo tener la esperanza de que lo recibido del Cristo fluirá, cada vez más, hacia fuera. Así, el hombre comprenderá las palabras que como alto ideal resonaron desde la cruz: 'Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Así, desde la cruz, suenan las palabras de la fe y de la esperanza en el Evangelio que nos describe la confluencia en Jesús de Nazareth de las anteriormente separadas corrientes espi­rituales. Lo que otrora la humanidad había recibido como "sabi­duría", fluyó en ella como fuerza del alma, como el elevado ideal del Cristo. Con las verdades espirituales que la ciencia espiritual nos transmite, se desarrollará en nosotros la facultad para compren­der que son palabras vivientes las que contiene un documento religioso como el que Lucas ha dado a la humanidad; además la ciencia espiritual nos revela el significado de su contenido oculto. De esta manera podemos comprender las palabras que resue­nan en el momento en que el Nirmanakaya del Buda hace fluir su fuerza en el niño Jesús natánico. Desde los mundos espirituales, la revelación fluye hacia la Tierra y, como amor y paz, esa misma revelación encuentra su reflejo en los corazones humanos, en la medida en que los hombres desarrollan en si mismos lo que, como buena voluntad, el principio del Cristo hace surgir del centro humano, su Yo. Esto resuena, con claridad y calor, en las palabras del Evangelio de Lucas:

La revelación desde las alturas de los mundos espiritua­les, y su imagen reflejo en los corazones humanos, trae la paz a aquellos hombres que en sí mismos, en el curso de la evolución terrestre, desarrollan la verdadera buena voluntad.



29 de junio de 2008

El LADO OSCURO, 2ª parte.



Continuamos con el oculto lado oscuro. Oculto por lo escondido, también es tiempo de señalar que es el momento de empezar a cuestionar todas las verdades oficiales, de todo aquello que hemos aprendido, partiendo por las falsas verdades de la ciencia y la religión, hasta de las verdades esotéricas, entregadas a través de escuelas esotéricas o de iluminados entre otros, porque ya es tiempo. Es el tiempo del replanteo para una gran mayoría, ahora que tenemos mayor Luz, mayor cantidad de Luz en el planeta, que permite poder explorar otras realidades e ir en busca de las verdades absolutas, las cuales antes estaban totalmente vedadas, de tal modo que grandes iluminados hicieron muchos e importantes esfuerzos, pero hubo verdades a las que no pudieron llegar, quiero recalcar que los tiempos son otros, es altamente posible que si estos seres, hubiesen hecho lo que hicieron en el pasado en estos momentos, llegasen necesariamente a otras conclusiones, distintas de aquellas que existen y se enseñan al día de hoy en las escuelas de la nueva era, son pocos los autores que se salvan de esto. Las verdades eternas, son las enseñadas por Jesús, por Buda y otros grandes iniciados, pero ellos no escribieron libros de tal modo que lo que hemos estado estudiando son interpretaciones de otros iluminados, en eso yo rescato a Rudolf Steiner que hizo averiguaciones por si mismo en condiciones especiales hace solo un siglo. El pudo hacer estos descubrimientos porque investigó y experimentó por su cuenta; además también investigó a algunos personajes del lado oscuro que mencionaremos próximamente.
¿Porqué tenemos lado oscuro? principalmente, por nuestro origen. Todos -la mayoría- concordamos que existe la dualidad en estos planos pero no hay coherencia entre el saber y el actuar, en otras palabras ha sido una intelectualización y punto, una mera entelequia, nunca vivimos las cosas realmente en conciencia. Si existe la dualidad en nuestro universo existe en nosotros también, somos parte del mismo universo por si no lo sabían, entonces lo que hay fuera hay dentro, y nuestra conciencia se halla dividida en esta dualidad, hay una cuota de sombra y otra cuota de Luz, esto es lo que significa el Yin y el yang aparte de lo femenino y masculino, pero ese símbolo refleja equilibrio y la pregunta obligada ahora es ¿tenemos o reflejamos nosotros ese equilibrio? ¿qué les parece a ustedes? en realidad no hay que pensarlo mucho, baste con mirar un poco las noticias o subirse al metro para ver el tremendo desequilibrio existente y volvemos a la misma pregunta ¿porqué? la respuesta es la misma, la existencia del lado oscuro, pero un lado oscuro que nos lleva ventaja, amplia ventaja, la proporción está dada por los tamaños entre el consciente y el inconsciente, o dicho de otra manera donde se manifiesta el alma consciente y el lugar desde donde se manifiesta la oscuridad eso está en la 1ª parte de esta exposición.
En vista de que algunos, bueno, la mayoría son ver para creer, ¿existe alguna documentación en la que crean que pueda demostrar lo que digo? si, si existe y mucha, pero para comenzar voy a citar el rollo de Juan de la Biblia interpretada por mi, ¡afirmense los pantalones! (o la falda), voy a aprovechar de explicar dos cosas de una, -nuestro orígen y nuestro lado oscuro- dice en el capítulo 8, -que os sugiero leer completo- debemos entender que los judíos de la época, en la actualidad somos nosotros, somos el equivalente a ellos. Versículo 21 Entonces les dijo otra vez: ¡Yo me voy y ustedes me buscarán, y sin embargo morirán en su pecado. A donde yo voy ustedes no pueden venir. ¿porqué no podríamos ir, si todos saben que al final del tunel oscuro está la Luz? Jesús responde a esto Cap. 3 vers. 12 Si les he dicho cosas terrenales y sin embargo no creen, ¿cómo creerán si les digo cosas celestiales? 13 Además ningún hombre ha ascendido al cielo sino el que descendió del cielo el Hijo del Hombre. Valga decir para el que no lo sepa, que el hijo del hombre es un apelativo referido en forma exclusiva a Cristo, aquí nos señala de manera específica que nadie ha subido, es chistoso pensar entonces en la cantidad de gente que se muere y sus deudos sufrientes señalan que el difunto está en el cielo mirándolos, ¿¿en cual??. Volvamos al cap. 8 vers. 13..."Tu das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero". 14 En respuesta, Jesús les dijo: Aunque doy testimonio acerca de mi mismo, mi testimonio es verdadero porqué se de donde vine y a donde voy. Pero ustedes no saben de donde vine ni a donde voy. Aprovecho de preguntarte a ti que estás leyendo, ¿tú, si sabes de donde vienes y a donde vas?. Vers. 22....El no va a matarse ¿verdad? porque dice: ""A "donde yo voy ustedes no pueden venir". 23 Así que pasó a decirles ""Ustedes son de las regiones de abajo; yo soy de las regiones de arriba. Ustedes son de este mundo yo no soy de este mundo. El sentido y el lenguaje es claro no hay dos interpretaciones distintas posibles. Sigamos Vers. 38 Cuantas cosas he visto con mi Padre las hablo, y ustedes, por tanto, hacen las cosas que han oído de su Padre. Esta es una primera vez en que hay un reconocimiento explícito de que no tenemos el mismo origen lumínico divino de Jesús. Vamos a lo profundo ahora, ¡a ver Jesús! ¡dinos entonces quienes somos nosotros! Vers. 44 Ustedes proceden de su padre el diablo, y quieren hacer los deseos de su padre. Ese era homicida cuando principió, y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en el. Cuando habla la mentira, habla según su propia disposición, porque es mentiroso y el padre de la mentira.
FIN DE LA SEGUNDA PARTE. Continuará......

27 de abril de 2008

EL GOBIERNO DEL FUTURO EL QUE SEÑALA APOCALIPSIS.





EL GOBIERNO
Primeramente debemos entrar a conceptuar lo que entendemos por gobierno y este se define como la acción o efecto de gobernar o gobernarse, o sea, mandar con autoridad o regir una cosa.
Para nuestros efectos gobierno es lo mismo pero, lo que vamos a cambiar es la cosa gobernada, esto es, definir quienes o que son los gobernados, habitualmente acostumbramos a entender por gobernados a los seres humanos dentro de un estado y que cada país tenga su propia forma de gobierno, y los gobernantes, dentro de ese esquema también son los que dirigen el gobierno, están en forma mayoritaria en las llamadas democracias, algunas monarquías, otras dictaduras, etc. Pero esto es derecho político y lo que aquí vamos a tratar de dar a conocer es el gobierno total o completo en lo que se refiere a todos, o sea, quienes son los gobernantes y gobernados en nuestro universo local.
Dentro de ello debemos decir que hemos sido parte de un reino, este es nuestro universo local, compuesto por todo tipo de seres vivientes, no solo de lo que en nuestra humanidad se considera vida, sino de aquello que es considerado como vida en forma absoluta desde los creadores de la vida.
Es imperativo entender que este reino ha sido un “reino de oscuridad”, hasta ahora, el reino es amplio en términos territoriales ya que implica el espacio y las estrellas, planetas y cuerpos celestes contenidos en el, además como gobernados formamos parte del reino de la oscuridad, todos los reinos vivos conocidos o desconocidos, tales como el reino humano, el reino animal, el reino de los elementales, el reino vegetal, el reino de los elfos, etc.
Nada mejor para entender y esclarecer esto último que los textos bíblicos en relación a la autoridad con que es señalado por sus autores, señaladas en Lucas 4:5-7 “5 De modo que lo llevó hacia arriba y le mostró todos los reinos de la tierra habitada en un instante de tiempo; 6 y el Diablo le dijo: “Te daré toda esta autoridad y la gloria de ellos, porque a mi me ha sido entregada y a quien yo quiera se la doy. 7 Por eso si tu haces un acto de adoración delante de mi todo será tuyo”.
Entendamos que esta es una verdad y no era un engaño que se le hace a un niño, dejemos que esto lo explique Jesús mismo en otro texto bíblico; Lucas 17:20-21 “Pero cuando los fariseos le preguntaron cuando vendría el reino de dios, les contestó y dijo: “El reino de Dios no viene de modo que sea llamativamente observable, ni dirán ¡Miren acá!, o ¡allá!. Porque ¡miren! el reino de Dios está en medio de ustedes”; en Mateo 3: 2 Juan el bautista predicando señala “y decía: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado”.” en el mismo Mateo 4:17 “Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado”.”
¿Qué es lo que demuestra de manera palmaria lo anterior? En primer lugar que hay un Reino de los Cielos, 2º que la tierra no era parte de ese reino, ya que comenzó a acercarse con la venida de Jesús, recién en ese momento, 3º Que nuestro reino, -el terrestre- y su autoridad y gloria fueron entregados al Diablo, es importante comprender que cuando el texto se refiere a la tierra no se está refiriendo a nuestro planeta solamente, sino que a toda la materia contenida en el espacio tridimensional, todos hemos sido regidos por un mismo gobierno a nivel universal, esto es duro, no tanto de entender sino más bien de aceptar ya que no podemos creer que esto sea así, sin embargo como prueba de lo anterior, para quienes no crean en las palabras del bautista o de Jesús, todos somos testigos de lo que está pasando en todo el mundo, no sólo en nuestra localidad personal, ya sea, un pueblo o una ciudad, ahora podemos enterarnos de lo que está ocurriendo en todo el mundo las guerras, las invasiones, el genocidio, el exterminio, la muerte por hambre, etc., ya que la lista es muy larga, ahora por favor acepten que este mundo es así, por ser un “reino de la oscuridad” y que ha contado con nuestra aprobación por miles y miles de años, por lo tanto, el “gobierno” es de la oscuridad y que a nivel del inconsciente colectivo e individual todas sus órdenes y mandatos han sido acatados por nosotros; toda su visión de cómo debe ser un mundo, sus ciencias, su religiosidad, su espiritualidad y en general todo tipo de manifestaciones de la humanidad es dirigida y administrada, desde los lugares de poder de la oscuridad, por eso es que cuando alguien trata de ir contra el sistema, en ocasiones solamente realizando una acción personal que no involucra directamente a terceros, lo pasa muy mal y le cuesta su salud y a algunos hasta la vida, por supuesto casi todos aquellos que nos hemos rebelado de corazón, vivimos angustias económicas al menos.
¿Cuál es la novedad entonces? Porque algunos de vosotros ya sabíais de esto hace tiempo, pues bien la novedad está en el cambio de mando, hubo un intento en junio de 2006 comenzó a regir la Ley de Yahveh, (pero duró como 2 días y estamos a la espera de su entrada en vigencia definitiva) para todos, sin perjuicio de que todavía quedan exclusiones a la Ley y parte del antiguo sistema de gobierno de la oscuridad, pero ya están comenzando a cambiar las cosas y es en estos momentos en que están siendo removidas las jerarquías oscuras de los lugares de poder, aunque esto ya había sido anunciado hace algunas décadas, solo ahora están siendo llevados a cabo los cambios y esto corresponde al Regreso del Rey, a Cristo Jesús y la Jerarquía superior del Padre Yahveh, de quienes decidimos estar alejados hace millones de años, pero ellos nunca, -repito- nunca nos olvidaron, por eso de a poco nos vinieron a rescatar. ¡Prepárense porque el tiempo de la cosecha está próximo! Están llegando las huestes celestiales de una manera que no se había visto desde la caída.
El Consejo de los doce, la Corte Celestial superior de nuestro Universo, parte importantísima de nuestro nuevo gobierno, está tomando todas las medidas para la transición más armónica posible, abramos nuestros corazones a la luz superior, dejemos que la semilla especial del Padre, o sea, los Indigo y los Cristal, sigan desarrollándose y creciendo, démosles las herramientas porque a través de ellos viene la renovación de la sangre y el renacimiento de la humanidad ya que como dijo Cristo“El reino de Dios no viene de modo que sea llamativamente observable, ni dirán ¡Miren acá!, o ¡allá!. Porque ¡miren! el reino de Dios está en medio de ustedes” y los que primeramente en forma colectiva lo expondrán son esta semilla especial del Padre.
Otro aspecto importante a tener en cuenta, en relación al nuevo gobierno, es otro importantísimo Consejo o Corte, el de Arturo, que es inferior jerárquico de los Doce, pero que se comenzará a hacer cargo de nosotros con la vigencia de la Ley de Yahveh o Ley Cósmica y que funcionará especialmente en contacto con nosotros a través de tribunales colegiados lumínicos conocidos como Comandos Umbrálicos, a ellos podremos recurrir en busca de justicia divina a causas humanas, los hambrientos de Justicia serán saciados, lo importante es que nosotros estemos dispuestos con la fe que ello requiere a abrir nuestra mente y en forma especial nuestro corazón. Así es que no se olviden de ponerse la coraza de la fe y el amor y como yelmo la esperanza de la salvación a través de nuestro señor Jesucristo.
Y para terminar, cabe decir que no puede haber un Reino, sin su legítimo rey y este es Cristo, ya no me refiero a Jesús como una encarnación histórica, sino que a Cristo Rey, el Cristo Universal, como Señor, Rey y Redentor de nuestro Universo caído, el nos guiará en conjunto con todas las fuerzas de Luz a renacer, a reprogramarnos, a regenerarnos, a resucitarnos. A través del Amor, la Gracia y la Misericordia divina, ayudándonos a dar los primeros pasos en la Luz verdadera, la Luz ilimitada del Padre Yahveh, ahora no ya como una sugestión, sino como una realidad y esto comenzará a experimentarse al mediano plazo, dispongámonos mental y emocionalmente a que esto sea nuestra realidad, que no solo el espíritu esté dispuesto sino que también la carne, aunque sea difícil, hagamos ingentes esfuerzos en no resistirnos a los cambios, así habrá menos dolor y mayor goce, esto que se nos viene rápidamente encima es el Gobierno de la Luz.

24 de abril de 2008

Daños en el Trabajo Espiritual






Aprovecho de hacer unas reflexiones ahora que leí un texto llamado Cuerpos Superiores atribuido a Kwan Yin y que reproduzco a continuación.



"TELA O MEMBRANA ATOMICA:
Existe una relación muy estrecha entre los chakras del cuerpo etérico y el astral, entre estos dos cuerpos existe una envoltura de átomos físicos entretejidos de una variedad especial de prana.
Del cuerpo astral al etérico hay algunos átomos de prana que sí pueden penetrar pero para otros la entrada o salida es insalvable.
Esto es lo que impide la comunicación prematura entre ambos planos, o una entidad astral podría entrar o introducir fuerzas a lo cual una persona no preparada sería incapaz de hacer frente.
El resguardo atómico sirve de salvaguarda contra muchas situaciones indeseables.
También impide el recuerdo de la vida durante el sueño, el hacer el esfuerzo por recordar mas lo borra.
El daño al resguardo es un grave desastre y esto puede ser causado por una impresión emocional o una emoción fuerte de mal carácter, un gran susto o un ataque de ira, drogas, alcohol, narcóticos que tienen substancias volátiles que al desintegrarse pasando una porción de ellas del estado físico al astral, estas substancias circulan por los chakras en dirección opuesta a la que deben, dañan y destruyen este tejido.
Aún el consumo de tabaco, té y café contienen estas substancias aunque en cantidades tan pequeñas que sus efectos se manifiestan después de un abuso prolongado de ellos.
Hay 2 formas de deterioro de la membrana atómica.
1.- La materia volátil quema el tejido y se destruye, provocando delirium tremens, obsesión o locura.
2.- Los elementos endurecen el tejido atómico deteniendo y entorpeciendo las pulsaciones y ya no pasa suficiente prana.
Se nota sofocamiento de los sentimientos y cualidades superiores, haciendo al hombre materialista y pasional, la sensibilidad a los sentimientos es embotado. El único camino seguro para los estudiantes es no forzar el desenvolvimiento de los poderes psíquicos, sino esperar que estos se desenvuelvan en su curso normal de la evolución y evitar los peligros."




También es sabido por unos pocos acerca de los demonios de la tradición Budista-sanscrita, denominados Mara estos son capaces de insuflar fuerzas demoníacas en las almas que no han tenido una preparación suficiente como para enfrentarse y rechazar dichas fuerzas, estos demonios traen arrogancia, vanidad y otras cosas.



En pocas palabras, el crecimiento en la Luz es un camino y como tal nos lleva tiempo, realizarlo, la mayoría de las personas por EGO tratan de ir mucho más rápido de lo que realmente pueden avanzar porque simplemente no están capacitados para ello y se les producen estos daños, que significan un gran desequilibrio mental y que como tal no les es posible darse cuenta de que están dañados.



Sugerencia, irse con calma y con paso seguro, no acelerar más allá de lo que realmente pueden hacer, o sea, seguir el camino enseñado por Buda: "el del medio"

18 de abril de 2008

¿Debemos Juzgar?




¿DEBEMOS JUZGAR?

Antes debemos hacer el análisis sobre el uso correcto del lenguaje, debido a la gran confusión por el manejo inadecuado del mismo, una vez realizado esto, sobre la base de las palabras que producen la confusión, podemos analizar nuestra conducta en relación a las enseñanzas cristianas. Probablemente al lego en la materia, le sea fácil creer que entiende esto muy claramente, mejor que el especialista, pero usualmente es su EGO, el que le hace creer más no el entendimiento correcto, del uso del lenguaje y en especial de las palabras cuestionadas.

Las palabras son: Juzgar y Justicia, las cuales suelen mezclarse y usarse como sinónimas una de la otra, cuando en realidad son casi totalmente distintas, y en nombre de la una se hace uso y abuso de la otra, cuál es la importancia práctica de ésto o en que nos influye, se verá en el desarrollo de este pequeño trabajo, aquí abajo aparecen los significados que están en una enciclopedia, en su uso más común y en el mismo orden de sus distintas acepciones.

JUZGAR: (lat. iudicare)
1-) Deliberar y decidir sobre una cosa como juez o árbitro.
2-) Persuadirse de una cosa, creerla.
Sin. Fallar, enjuiciar, sentenciar.
JUSTICIA: 1-) Virtud que inclina a dar a cada uno lo que le pertenece.
2-) Una de las cuatro virtudes cardinales.
3-) Derecho, razón o equidad.
4-) Lo que debe hacerse según derecho o razón: pido justicia.

PLANTEAMIENTO:
Muchos acostumbran juzgar, situaciones, cosas y personas y se creen con derecho a hacerlo, ¿tienen razón para esto o están equivocados? No soy yo el que los vaya a juzgar, aunque mi posición, es que no debemos juzgar, ni es tampoco, la intención de este artículo es emitir un juicio sobre ellos, esta escritura fue inspirada en lo que a mi parecer es la sana y correcta doctrina e interpretación a la Luz del Cristianismo, reflejado básicamente en la Biblia, teniendo como exponente máximo a Yeshúa, y por ende es importante esta otra pregunta, ¿cómo deberíamos actuar para ser realmente justos, los tzaddikim de que habla la Torah Or?
Creo que la respuesta a las preguntas, está dada por la escuela que hayan tenido, entendida ésta, no cómo la escuelita del pueblo, sino que la historia de la persona, las costumbres, su entorno familiar, comunitario, social, nacional, religioso y cultural. La imposición en la persona, de un entorno fuerte, violento, dónde se vive o ha vivido a la defensiva, o dónde siempre se juzga, produce tendencia o acostumbramiento a juzgar y vamos haciendo o repitiendo esta conducta en todas partes, desde las cosas o situaciones de absoluta importancia hasta las más nimias y triviales.

Al repetir estas conductas, nos vamos cargando en forma negativa, adquirimos por lo tanto un karma, respecto de todos y cada uno de aquellos a los que hemos juzgado, por lo que si hemos juzgado a millones de personas, tenemos millones de deudas o karmas acumuladas en nuestro “debe”, encima, para aumentar esta espiral, cómo esto es parte de la programación negativa de los señores caídos, vamos enriqueciendo esta vibración, lo cual significa para quien no lo entienda así, aferrarnos a la tridimensionalidad y en vez de ayudarnos a salir de ella, nos estacionamos por mas tiempo. Respecto de la colectividad hemos enviado una mala señal o información y damos empujones para que los demás también nos juzguen, pero no sólo a nosotros, sino que a otros y estos a su vez a otros más, entonces en vez de dar o contribuir a traer LUZ, superior, otorgamos la misma que existe aquí, o sea, entrópica negativa.

Generalmente no tenemos una visión completa de lo que ocurre afuera de nosotros, con suerte podemos tener una visión sobre nosotros mismos, mal podemos entonces juzgar a alguien, ya que siempre estamos faltos de elementos de juicio, es mas aún estando conscientes de ello, caemos en los mismos errores una y otra vez, debemos entonces hacer un gran esfuerzo para cambiar esta programación negativa y superarnos y ayudar a elevar el estado de conciencia de la humanidad, aunque nos cueste, nadie dijo que estas cosas son fáciles. A veces incluso nos dejamos guiar por comentarios de terceras personas sobre otras, olvidándonos de cosas que son esenciales como de escuchar en forma personal las cosas, para tener una opinión clara al menos, lo cual significa juzgar y muy mal ya que ni siquiera existieron los mínimos elementos para un juicio.

QUE NOS DICEN LAS ESCRITURAS SAGRADAS
Nos señala Mateo a continuación del capítulo donde YESHUA en  la oración del Señor, en el Capítulo 7, versículos 1 y 2, (importante la gematria de los números), dice: 1 "Dejen de juzgar, para que no sean juzgados; 2 porque con el juicio con que ustedes juzgan, serán juzgados y con la medida con que miden se les medirá." Y en el 12 "Por lo tanto, todas las cosas que quieran que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérsela a ellos; esto, de hecho, es lo que significan la Ley y los Profetas.
Lucas 6 vers. 37 repite esta idea “Ademas, dejan de juzgar, y de ninguna manera serán juzgados; y dejen de condenar y de ninguna manera serán condenados. Sigan poniendo en libertad y se les pondrá en libertad”
En carta a los Romanos capítulo 2, versículos 1 y 2 "Por lo tanto eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas, si juzgas; porque en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo, puesto que tu que juzgas practicas las mismas cosas. 2 Ahora bien, sabemos que el juicio de Dios es, de acuerdo con la verdad, contra los que practican tales cosas. 3 Pero ¿tienes tú esta idea, oh hombre, mientras juzgas a los que practican tales cosas y, no obstante, las haces, que tu escaparás del juicio de Dios? .
Capítulo 14, vers. 10 Pero ¿Porqué juzgas a tu hermano? ¿O Por qué también menosprecias a tu hermano? Pues todos estaremos de pie ante el tribunal de Dios, 11 porque está escrito: “tan ciertamente como que vivo yo – dice Yahveh-, ante mi toda la rodilla se doblará, y toda lengua hará, reconocimiento abierto a Dios” 12 De manera que cada uno rendirá cuenta de si mismo a Dios”. 13 Por lo tanto, ya no andemos juzgándonos unos a otros, sino mas bien hagan que esto sea su decisión: el no poner delante de un hermano tropiezo ni causa para dar un traspié.
Santiago 4 v.10 Humíllense a los ojos de Yahveh y el los ensalzará. 11. Dejen de hablar unos contra otros hermanos. El que habla contra un hermano o juzga a su hermano habla contra ley y juzga ley. Ahora bien, si juzgas ley, no eres hacedor de ley, sino juez. 12 Uno sólo hay que es legislador y juez, el que puede salvar y destruir. Pero tu, ¿quién eres, para que estés juzgando a tu prójimo?.
Romanos 14 v.4. “¿quién eres tú para juzgar al sirviente de casa ajena? Para su propio amo está en pie o cae. En verdad, se le hará estar en pie, porque Yahveh puede hacer que este en pié. 5. Un hombre juzga un día como superior a otro, otro juzga un día como todos los demás, cada uno esté plenamente convencido en su propia mente”.
La primera de Juan, cap.2 vers. 9, nos dice, el estado en el que está –a mi parecer- entre otras actitudes, aquel que está juzgando: “El que dice que está en la Luz y, sin embargo, odia a su hermano, está en la oscuridad hasta ahora mismo. 10. El que ama a su hermano pertenece en la Luz, y en el caso de él no hay causa de tropiezo. 11. pero el que odia a su hermano está en la oscuridad y está andando en la oscuridad, y no sabe a donde va, porque la oscuridad le ha cegado los ojos”.
¿QUIEN ES EL JUEZ?
HCH Cap. 17 v29. “Visto, pues, que somos linaje de Dios, no debemos imaginarnos que el Ser Divino sea semejante a oro, o plata, o piedra, semejante a algo esculpido por el arte ingenio del hombre. 30. Cierto, Dios ha pasado por alto los tiempos de tal ignorancia; sin embargo ahora esta diciendo a todos en todas partes se arrepientan. 31. Porque ha fijado un día en que se propone juzgar a la tierra habitada con justicia por un varón a quien ha nombrado, y ha proporcionado a todos los hombres una garantía con haberlo resucitado de entre los muertos.
SOBRE LA JUSTICIA
Mt. 5 vers.6: “FELICES SON LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA PUESTO QUE ELLOS SERAN SACIADOS”
En ninguna parte de la Biblia se señala dejar la justicia de lado, siempre debemos luchar por ella, lo cual nos hace justos a los ojos de Yahveh, pero esto es totalmente distinto a juzgar.
Daniel, en el Cap. 12 vers.3 expresa lo que le dijo el Angel Gabriel “Y los que tengan perspicacia brillarán como el resplandor de la expansión; y los que traigan a los muchos a la Justicia, como las estrellas hasta tiempo indefinido aún para siempre”.
Mateo 12 vers. 18 ¡Mira! ¿Mi siervo a quién escogí, mi amado a quien mi alma aprobó! Pondré mi espíritu sobre él, y aclarará a las naciones lo que es la JUSTICIA, 19. No reñirá, ni levantará la voz, ni oirá nadie su voz en los caminos anchos. 20. No quebrantará ninguna caña cascada, y no extinguirá ninguna mecha de lino que hemos, hasta que envíe la justicia con éxito.

2. Ti cap. 2:24 “Pero el esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos, capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, 25. instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos; ya que Dios quizás les dé arrepentimiento que conduzca a un conocimiento exacto de la verdad, 26. y recobren el juicio fuera del lazo del diablo, ya que han sido pescados vivos por él para la voluntad de ese”.

Para terminar comentando la carta a Timoteo, ya que podríamos seguir el tema por días y días, talvez, dice que Yehovah, quizás nos de “un conocimiento exacto de la verdad”, lo cual implica que la verdad exacta sólo proviene de él y de nadie más, por lo que este documento, es mi verdad y lo que creo correcto, vosotros en vuestro libre albedrío veréis si lo compartís o no.

El que quiera ahondar el tema puede ver los siguientes textos: Lu. 18:-7, Jn 18:8-Hch 10:35-Heb. 17:31, Heb. 2:2; 1 Pe 2:23.
Amados hermanos que la Luz de Cristo y el Espíritu Santo reinen en nuestros corazones y nos den el entendimiento superior Binah.
Amen- Amen- Amen- Amen

13 de abril de 2008

La liberación



LA LIBERACIÓN


Hablar de la liberación, es el reconocimiento de nuestra cautividad, del hecho de estar prisioneros y si lo miramos en profundidad desde el microuniverso hasta el macrouniverso, es así. Prácticamente no nos podemos mover de nuestros lugares en los que estamos anclados, me refiero en principio a nuestra residencia habitual, no a los pocos que viajan de vacaciones fuera de sus fronteras físicas, o a los menos que viven viajando sin trabajar, estamos hablando de los miles de millones de personas, que están en un lugar en el cual viven, se desarrollan, en sentido físico y mueren y así hasta el movimiento a través del sistema solar y el resto de la galaxia. El gran viaje conocido en esta época, fuera de nuestra tierra es a la luna y difícilmente se podrá ir más allá, puesto que somos prisioneros, por nuestros karmas y por decisiones divinas a no ir más allá de nuestros confines terrestres, al menos hasta que hayamos cambiado completamente en nuestra forma de ser y solo seamos portadores del amor y no de tecnología de guerra, como es en la actualidad.

Esto es similar al artículo de libertad escrito anteriormente, pero tiene importantes variaciones, se que es difícil para la mayoría entender que somos prisioneros, puesto que son prisiones en varios niveles incluyendo la prisión de nuestra propia conciencia. Una prisión que no nos permite conocernos en forma interior. Seres como Buda y Cristo Jesús, vinieron por nuestra liberación en todos los niveles, nos enseñaron a la humanidad a cambiar, hasta ahora había sido bastante lento el aprendizaje, pero en estos momentos comienza a tomar nuevos bríos, un nuevo movimiento más acelerado que nos permitirá integrarnos a la liberación.

Una liberación que ha tomado millones de años, que se vió frustrada en todas las ocasiones anteriores, sin perjuicio de unos pocos que lograron escaparse de las garras de la oscuridad y ascender, para algunos está será una nueva oportunidad, sin embargo es importante tener presente que esta es además la culminación de un ciclo mayor, aquella a la que estamos llegando, antes hay algunos pasos obligatorios, que tienen que ver con la toma de conciencia de todas las personas acerca de situaciones que nos toca enfrentar y que no son casualidad, para luego entrar a darse cuenta de que hay algo superior al hombre y que es la espiritualidad la que mueve los hilos de las humanidades, el gran cambio más próximo es que esos hilos dejarán de ser movidos por la oscuridad, entiéndase oscuridad como aquello que no es la Luz superior de los cielos superiores, que es la Luz caída de la cual hemos sido copartícipes hasta estos momentos, esa es la verdadera razón por la que estamos aquí atrapados y no precisamente por haber sido buenos, como piensa la mayoría o cree la mayoría. Ahora bien, cuando digo que hemos sido parte hasta estos momentos, me refiero a que iremos de manera progresiva y gradual adquiriendo Luz en nuestras existencias y retirando la oscuridad que nos sigue acompañando en nuestro interior. No se como va a ocurrir de manera específica, lo que si se es que a través de trabajo en la Luz, todos aquellos que estén ocupados en la transmutación de su interior, van a ser los primeros en recibir esta liberación, la que sin duda alguna es a través de Cristo, esto implica necesariamente trabajar la cristificación en nosotros mismos, una cosa es la 2ª venida de Cristo cuando corresponda y otra los que van a participar de ella, y esta será la familia cristificada, ellos serán los que participarán vivamente de las manifestaciones lumínicas, pero para ello falta bastante tiempo. Ahora está próxima nuestra liberación de las manos de la oscuridad y todo da a entender que esta será como dije antes gradual, ya que hay gente que está feliz como está, otros que aunque no son felices, no están por el cambio y así, permite entender como será este proceso, que está directamente relacionado con la Ley de Yahveh, ya mencionada, ya que al enmarcarnos dentro de la ley cósmica, las leyes de la oscuridad, caen por su propio peso, se desvanecen y las prisiones comienzan a abrirse, esta es la liberación. El término de la Ley del karma, como la hemos conocido, para comenzar a vivir la Ley del Amor, parte de la ley de Yahveh.

A todos aquellos que siguen estas páginas, les pido que mantengan la esperanza y la fe, con amor, que llegará el debido momento para cada uno, aquí no corren los principios de la oscuridad como ese que dice que ley pareja no es dura, ya que allí no hay criterios de equidad, la aplicación de la Ley de Yahveh, es con Justicia (Divina) a través de la orden de Justicia de los cielos superiores, y en consecuencia que el cambio será para todos automático, eso no es así, la liberación será gradual, para el pueblo de Israel (entiéndase Israel Espiritual), que a mi entender es lo más justo y armónico. Es parte importante de la redención, de la manera planificada en lo alto no de acuerdo a nuestros peculiares y particulares puntos de vista.

Dentro de la minoría de personas que profesan o viven de modo espiritual o la gente de las religiones organizadas cristianas, está la creencia generalizada de que la redención es algo automático y que el único hecho de ejercer fe en Cristo es causa suficiente para ser salvo. El trabajo para la liberación es arduo y si fuese fácil, ya habría ocurrido hace miles de años atrás y no seguiríamos atrapados en esta realidad tridimensional. Nosotros somos determinantes para nuestra liberación lo que hagamos o dejemos de hacer pesa y es tomado en cuenta, de tal modo que para que nuestra liberación sea más rápida, es que haya más gente espiritual y que los actualmente espirituales puedan profundizar su estado actual.

Difícil es puesto que tenemos karmas a nivel de la humanidad que nos significan la no liberación, pero a través de la gracia divina, con la misericordia que se está aplicando es como puede ser compensada la Ley del karma y sin burlarla permitir el término de karmas que impiden nuestra liberación, en todo caso ya hay personas, aunque sean unas pocas que han asumido sus roles de participación desde la materia , para que esto pueda ocurrir, debido a que esto es algo que debe realizarse en todos los planos, lo que hagamos en estos planos es importante somos la resonancia de lo que se ejecuta en las alturas y viceversa.

En todo caso es importante prepararse para la liberación ya que aunque sea gradual, no significa que no vaya a realizarse, igual comenzará la liberación por el primero y esto supone necesariamente cambios que advertirán y comenzarán a vivir los demás aunque sea de manera indirecta. Por lo tanto, los cambios esperados ya están comenzando a ocurrir aunque no los noten y esto es debido a que todavía se es prisionero de la oscuridad. Manténganse atentos puesto que la liberación es inminente, aunque ocurra como efecto dominó, les tocará a todo aquel que lo solicite o se una al proceso de liberación a través de Cristo.

(Video agregado con fecha 13 de febrero de 2009. Relacionado con el blog, muy interesante)